Heberto Taracena Ruiz
Enfilemos
cuatro o cinco factores
-uno seguido de otro-,
por concebir a oscuras
una parte creciente
de conducta social.
No para que dominen
pesimismo
y prejuicios,
respecto a qué hemos sido
y pretendemos ser.
Si el hombre es la medida
de todas las cosas,
dijo Protágoras,
-sofista caminante-,
realidad es medida
de quehaceres humanos.
Hablando de factores
podríamos
multiplicarlos,
tal como ocurre,
-nada raro-,
con el discurso público.
No se trata de ello.
Pero de que hay
los hay
y han habido,
aunque suene a badajo
de campana
a oídos de campanero
aturdido;
aunque suenen repiques
ensordecedores,
no habrá por qué seguir
tapando desperdicios
gatunos…
Varias GENERACIONES
enlazadas
por el tiempo que suele
acomodarse
“a todos y cada uno”,
hoy día padecen
DEGENERACIAONES
confundidas
a las complejidades
del propio tiempo;
por factores
en amasiato con la crianza,
muy temprano pegados
-como aguamala-
a la educación.
Crianza y educación
en dos palabras,
cargadas de diplomas
desde edades tempranas.
¿Qué hacer,
sino buscar agujas
en pajares?:
rectificar a tiempo
lo que no ha sido
sólo errores del tiempo.
Cunduacán, Tab., a 23 de octubre de 2020