Heberto Taracena Ruiz
Si pueblos americanos
decretaran normas
afines
para el seguimiento
del Covid 19,
con independencia
de fijar términos
al problema
por hoy ilimitado
-para el fin noble
de menguarlo-:
resultados serían
diferentes.

Hoy día
la versatilidad
para comunicarse
permite, ya vemos,
platicar al unísono.

Lo virtual
se torna,
en un momento dado,
en apariencia
casi presencial.

La idea ocurre
por causa
de que el Coronavirus
no respeta fronteras.
Sin ningún pasaporte
lo mismo invade a México
que al Brasil,
enclavando seis flechas:
M U E R T E.

No despeluza, pues,
soñar que los países
izaran sus banderas
con pretensiones
de globalizar
NORTE, CENTRO,
SUR.

Parece utópico
y claro que lo es;
visto que,
dada la dimensión
universal
de la peste,
entre varias cabezas
podría más y mejor
acometerse.

La diferencia
en resultados,
daría mayor eficacia
a disposiciones
de gobiernos
en pro de gobernados.
Y, en lo negativo:
si la población
de cada país
sigue deshaciendo
movilidad
en aglomeraciones
suicidas
de insensatos.

Cunduacán, Tab., a 26 de junio de 2020