Heberto Taracena Ruiz
El ser humano
no margina a la ciencia,
la tecnología,
la industria;
no se excluye de bienes
por él creados.
Antes bien,
se reserva el derecho
de ajustarlos
poniendo en cada toque
la entonación
de Ética y Valores
elegidos.

En el teclado
de una computadora
o un celular
no se hallan textos;
cuantimenos si el índice
cabriolea:
marca una letra
por otra.
Si esto llegara
a persistir,
habría nuevo lenguaje
y nuevos traductores.
A salvo que,
al final
quien responda
o no
será el operador
letra por letra:
signos de puntuación,
mayúsculas,
minúsculas,
ortografía pues
y claridad
en el mensaje…

Mas rápido
que el pensamiento,
ningún invento.

Entre la emoción viva
de comunicarse
de tú a tú
y hacerlo aplicando
la tecnología
y la ciencia,
habrá comparación:
ejecutadas
sobre una misma
sintonía.

La aparente
facilidad
y destreza
de comunicarse
en un santiamén;
el te oigo
y te veo,
pueden volverse
incomunicación.
Paradoja:
que la proximidad
tienda a elevar
distancias.

Equilibrio,
equilibro en el uso:
revirtiendo el abuso
¡en justo medio!
Cunduacán,Tab., a 23 de junio de 2020