Heberto Taracena Ruiz
Desde mis ojos insomnes
la muerte me está acechando (José Gorostiza)

En el panteón habitan
memorias vivas,
que la muerte no puede
aún sepultar.
Recuerdos que no bajan
al cementerio
y ocupan del entierro
la superficie
tendida por semanas,
meses y años,
hasta que largo plazo
acomodará.

El proceso del duelo
habrá de darse,
cuando ocupen recuerdos
su estantería,
de manera que estando
no descalabren,
al desear la presencia
del ser lejano.

En tanto se adecuan
los sentimientos
en lid que noche y día
se librará,
la lucha será cruda
de soportarse,
buscando quede todo
en su lugar.

Ante el desprendimiento
que hace la muerte,
acaban la palabras
por no cumplir
con lo que se proponen
ante rutinas
de pésames que no hacen
sino aguijar.

A la sazón resulta
casi imposible
de compartir, con toda
fidelidad,
dolor insoportable
del bien perdido:
si paz interna es torre
de confusiones…

En paz queden los muertos;
en paz quedemos
los deudos, para mermar
el corte irreparable…

Sigue el panteón guardando
recuerdos vivos,
que la muerte no puede
aún sepultar.

Cunduacán, Tab., a 27 de octubre de 2021