Heberto Taracena Ruiz

A LOS MAESTROS EMMA CORNEJO, GILDARDO LIZAMA, RAUL MORCILLO, ROGELIO COLORADO, ALFONSO Y WILBERT BOLDO, ENTRE OTROS, POR SU ARRAIGO.

No es un anacronismo
hablar del pueblo.
Ser del pueblo es vivirlo
no inventarlo
con una credencial
que así pueda estilarse.

Nadie se asuste
ni dé por aludido
de la aserción escrita.

A ver, examinemos:
ser del pueblo
es gozar y sufrirlo
con ojos y sentidos
del espíritu;
allá más, inclusive,
del acta
de nacimiento.

Es caminarlo,
con latidos de amor;
que si todo lo abarca
no todo lo comprende.

No ver la paja
en ojo impropio
con el afán
de herir delicadezas.

No molestar
la sensibilidad
de ésta o aquélla
autoridad.

Ser es estar,
vivir en un lugar
hasta la tumba
y amarlo…
Podrán a dar luz miles
y luego
apagar sentimientos
´por equis o por ye,
justificables.

Otros llegar,
fincarse,
hacer familia
sentir a poco y poco
cariño,
por la banqueta
y vivienda.

Aquéllos que jamás
volverán
hablando parabienes
del nuevo claustro.
Correcto.
Estos, no menos,
que forman parte
de nuestros vivos
y muertos.

Cunduacán, Tab., a 18 de agosto de 2021.