Minipoemario Lunar: CONOCERSE
Heberto Taracena Ruiz ¿Quién conoce mejor su organismo como no sea la persona propia? Cada señal, por muy fatigosa, podrá ser favorable si a tiempo la captamos y respondemos. Dejar pasar dizque por hábito no bien portado, es ponerse a remar a favor de la enfermedad. Parece de lo más ilógico pero es común aparentar […]
9 de julio de 2020

Heberto Taracena Ruiz

¿Quién conoce mejor
su organismo
como no sea
la persona propia?

Cada señal,
por muy fatigosa,
podrá ser favorable
si a tiempo la captamos
y respondemos.

Dejar pasar
dizque por hábito
no bien portado,
es ponerse
a remar a favor
de la enfermedad.

Parece de lo más
ilógico
pero es común
aparentar
llevarse a la deriva,
con síntomas crónicos
o pasajeros
que como alarmas
acusan sobreaviso.

Y el organismo ayuda
en mucho,
constante;
no tanto
para echar a su cuenta
reiterados trastornos.

Esos que sueltan
baladronadas
en el sinsentido
que de algo y algún día
han de morirse,
debieran, en vivo,
morderse la lengua.

El Conócete
a ti mismo
del Maestro Sócrates,
quizá no sea empresa
ligera de emprender
y administrar,
sobre todo
en momentos de crisis:
preferible caer
en la infamia,
incluso,
de voceos morbosos,
estigmatizando
a enfermos.

El vecindario avisa.
Los amigos expiran.
Las señales están
sobre la mesa,
para que cada uno,
nada más,
se sirva… de atenderlas.

Pero, ¡ah testarudos!,
¿aprenderán al filo
de la muerte?

Cunduacán, Tab.,a 5 de julio de 2020

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