Minipoemario Lunar: CEIBA
Heberto Taracena Ruiz A lo alto divisas el paisaje, Ceiba, pero no tienes aires de grandeza; si bien tu tronco luce airoso y espigado. Vives por décadas que, nada raro, sobrepasan el siglo. La enfermedad a que has tenido que adaptarte, se nombra ser humano. Te reproduces, Ceiba, por ti misma, en las buenas simientes […]
5 de abril de 2021

Heberto Taracena Ruiz

A lo alto divisas el paisaje,
Ceiba,
pero no tienes aires
de grandeza;
si bien tu tronco luce
airoso y espigado.

Vives por décadas
que, nada raro,
sobrepasan el siglo.

La enfermedad
a que has tenido
que adaptarte,
se nombra ser humano.

Te reproduces, Ceiba,
por ti misma,
en las buenas simientes
de tus ramas,
que florecen
a cántaros aéreos
y toques de la tierra.

No te aglomeras
al nacer y elevarte.
Respetas el cunario
de otros vegetales,
aunque tu cuerpo es
imponente
pero no invasivo.

Puedes con el cacao
hacer pareja amena.
Tú hacia arriba
y él agasajado
por tu sombra.

En ninguna avenida
De Tabasco
se te reserva habitación;
dizque pues tu raíces
pudieran lesionar
el pavimento.

La ciudad no te acepta,
Ceiba;
si acaso se te admira
de improviso.

El campo te celebra
por actuar, poderosa,
en el escenario
de su belleza.

La educación
no te ha incluido
en sus programas.
No eres parte
de la enseñanza
hablada
ni escrita.
Pero en el fondo
de la conciencia
individual,
Ceiba,
estás presente,
manifestando tu reclamo
en voz alta, inaudible.

Cunduacán, Tab., Jueves Santo de 2021
Rancho San Pedrito.

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