Minipoemario Lunar: CARAVANA DE MUERTE
Heberto Taracena Ruiz A mi hermano Rafael Taracena Ruiz. Tiempo atrás en el pueblo la muerte caminaba a hombros de cuatro hombres, por delante… Murmullo acompañante, por detrás, las palabras fundían. Era una sola voz, la de la parca, que oprimía, en tanto vecinales se turnaban espaldas camino del panteón. La muerte como traje a […]
11 de enero de 2021

Heberto Taracena Ruiz

A mi hermano
Rafael Taracena Ruiz.

Tiempo atrás en el pueblo
la muerte caminaba
a hombros de cuatro hombres,
por delante…
Murmullo acompañante,
por detrás,
las palabras fundían.
Era una sola voz,
la de la parca,
que oprimía,
en tanto vecinales
se turnaban espaldas
camino del panteón.

La muerte como traje
a la medida
era verificada,
de cuerpo entero,
por afanoso carpintero.

Más tarde clavos
y martillazos
ajustaban tableros
de cuyos golpes
parecían solazarse,
paradójicamente,
oídos a la redonda,
en la penumbra aquella…

Natural conceder
que las costumbres
se vuelvan tornadizas.
Visten de un tiempo a otro
ropaje según época.

Llegóse el tiempo
de las funerarias,
-no las de tan macabra
competencia
de estos días-;
pero la muerte
ya no anduvo a pie.
Los hombros de los hombres
descansaron
de aquellos turnos
en que algunos hipaban:
¡cómo pesa la muerte!

En los pueblos, no obstante,
el cortejo,
por lo común nutrido,
medía a ras de pasos
camino del panteón.

Nadie iba a imaginar
que la pandemia
enfilara, ya vemos,
caravana de carros
haciendo la segunda
a la carroza.

Nadie iba a imaginarlo…

Cunduacán, Tab., a 7 de enero de 2021

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