Heberto Taracena Ruiz
No todas sendas guían
a prender luces
sobre la oscuridad
de la pandemia.
Tres palabras comunes
zurcen y descosen
hilvanes de vida.
Palabras que, tres,
a nombre propio
recetan formularios
y contenidos
a veces muy distantes,
si bien afines
al encuentro.
Leamos el porqué
en esta realidad
que pretende taparnos,
sin distingos,
con idéntica funda
universal.
Tres palabras:
CRISIS,
CRÍTICA,
ENCRUCIJADA.
¡A ver si no
están haciendo ahora
etiquetas mayúsculas…!
CRISI, ¿de qué?
CRÍTICA, ¿referente
a qué situación?
ENCRUCIJADA,
¿por dónde
seguir?
La CRISIS,
no del todo visible
pero avalada
en objetividad:
tiende a ponernos
entre la espada y la pared.
La CRÍTICA es
de vez en cuando orilla
que ultima a la toma
de remedios vitales.
ENCRUCIJADA, ofertas
a partir de rayados
sin regreso
en que varios caminos
hacen guiños.
Mucho pedir
cuando, incluso,
asisten evidencias
de causas
de morbilidad,
para todos agentes
del verbo:
yo, tu, él…
En ese entorno,
CRISIS,
CRÍTICA,
ENCRUCIJADA,
hacen lo suyo.
¿A partir de cuándo
lo nuestro?
Cunduacán, Tab. a 18 de julio de 2020