Heberto Taracena Ruiz
Aspiramos el aire
confuso y agredido
para que nos alague
de resuellos.
Somos un átomo,
indivisible,
de la naturaleza,
y a ésta recurrimos,
aspirando,
exhalando.
Cuando el aire no llega,
la desesperación es agonía
por fracción de segundos
largos como la muerte.
A cuántas cosas aspiramos
y de cuáles estamos
alertas para qué.
¿Para qué?,
debería estar presente
en plan de ojos
y oídos avizores,
pero no,
qué va…
Preguntas y respuestas
soslayamos,
entrelazados hábitos
y rutinas.
Somos prolongación
de la comunidad
que ha visto
con desdén
el para qué…
Sólo de vez en cuando
enmendamos la plana.
Ahora mismo
en que menudean
aspirantes a cargos
de elección popular,
entendido,
¿sabrán acaso todos
para qué?
Bueno, con que lo sepa
el candidato
y mejor que mejor
quien gane la elección
ya estaremos a mano
con la esperanza.
Ella que, como siempre,
será a la hora
de la protesta,
sirvienta no invitada.
Cunduacán, Tab., a 7 de abril de 2021