Minipoemario Lunar: APRENDIZAJES
Heberto Taracena Ruiz No hay creyente o incrédulo a salvo del desgarre económico y moral, cercenados por el Coronavirus. Tan a la vista, que el aserto no requiere demostración. Dogmas aparte. De golpes repentinos naturales salen intactos seres vivientes. No como tabla de salvación sino porque tal tiene qué ser. Es uno de los tantos […]
10 de septiembre de 2020

Heberto Taracena Ruiz

No hay creyente
o incrédulo
a salvo
del desgarre económico
y moral,
cercenados
por el Coronavirus.

Tan a la vista,
que el aserto
no requiere
demostración.
Dogmas aparte.

De golpes repentinos
naturales
salen intactos
seres vivientes.
No como tabla
de salvación
sino porque tal
tiene qué ser.
Es uno de los tantos
valores
del circular humano.

No todos salvan
la ofensiva,
pero quienes la libran
revaloran
la agitada lección.

En el Diluvio Universal
no cabía el mundo
entero,
pero Noe,
-Paloma Mensajera
predestinada-,
alzó alas y maderos
con sus manos,
para capitanear
el salvamento.

En los desastres
más siniestros,
no han faltado
quienes prodiguen
recomendaciones.

La levadura
de que estamos hechos
y que llamaba mala
El Hermano de Asís,
pone oídos sordos,
vistas cortas
y mil pretextos,
por regodearse
bajo el despeñadero
de la desobediencia.

Luego,
vienen lamentaciones.

¿Qué aprendizajes
quedarán
del Covid 19
cuando al fin y al cabo
la vacuna
pueda prevenirlo?
Las memorias
por quienes fallecieron
y aún sobrevivientes,
para buscar qué hacer
en el próximo ensayo
de la naturaleza.

Cunduacán, Tab., a 9 de septiembre de 2020

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