Heberto Taracena Ruiz
Vivir al día no es
inestabilidad
forzosa;
siempre y cuando
te adaptes
al instante que ocupas,
haciendo lo posible
por entender
la letra y contenido
de ese día.
Si tienes que adecuarlo
ha de ser al momento,
y si es el contenido
sujeto a revisión,
profundiza
de superficie a fondo;
midiendo cada paso
a conciencia:
descubridor hábil
de ti mismo.
Revisar mostrará
la posibilidad
de avizorar la ruta
conveniente.
Y sin desesperanzas
andarás siempre al día,
aprendiendo a sacar
provecho,
sin exageraciones
ni ventajas
a tu favor,
y menos
en contra de nadie.
Vive al día sin prejuicios
de que fuera final.
Eso no te está dado.
Y, por lo mismo,
podrás estimularte
a llevar la existencia,
en buena prevención,
sin sobresaltos.
Cunduacán, Tab., a 27 de febrero de 2014