Minipoemario lunar: AH, EL TIEMPO
Heberto Taracena Ruiz El tiempo fluye sin pausas o puntos intermedios como río de Heráclito; no se consume ni desintegra. No hay fuerza humana que lo detenga o contenga. No ofrece ¡aquí espero! A nadie aguarda. Es un ser vivo pero independiente. Que algunos lo aprovechen no va en el tiempo sino en las personas. […]
31 de octubre de 2022

Heberto Taracena Ruiz

El tiempo fluye
sin pausas
o puntos intermedios
como río de Heráclito;
no se consume
ni desintegra.
No hay fuerza humana
que lo detenga
o contenga.
No ofrece ¡aquí espero!
A nadie aguarda.
Es un ser vivo pero
independiente.
Que algunos lo aprovechen
no va en el tiempo
sino en las personas.
Consiste en comprender
su andar
insertándose en él
a toda alerta.

De dónde viene,
dónde está,
hacia dónde va,
adolece respuestas
convincentes.
Con la imaginación
puede jugarse,
no con el tiempo.

El tiempo era,
es y será
sin pertenencias
exclusivas:
No que a unos alcance
y a otros no.

Que el hombre le haya dado
nombre,
no le concede la exclusiva
de usufructuarlo.

Pareciera rutina,
no lo es.
Tiene la facultad
de renovarse
en su andar permanente,
sin puesto de regreso.
No cansa
ni atolondra su marcha.

Ah, el tiempo, el tiempo,
sin ser tuyo ni mío,
podemos compartirlo
bajo y entrelazados
parasoles y lluvias
de estos días otoñales.

Cunduacán, Tab.,a 22 de octubre de 2022

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