Heberto Taracena Ruiz

A Octavio Romero Oropeza
Director Gral de PEMEX.

Si llega a nuestros ojos
el petróleo de nuevo,
que por Luzbel no vuelva
ceguera su reflejo.

La luz, vista de frente,
deslumbra palmo a palmo;
hay que adaptarse a ella
con tientos y cuidados.

En lo oscuro se puede
trascender, paso a paso,
a condición de darse
cálculos bien planeados.

Vivir en los extremos
es vivir amarrado
por hilos invisibles
que limitan el ánimo.

Abundancia y desorden
suelen incompatibles
ser, por más que simulen
perseguir grandes fines.

Resignarse porque
la corrupción llevamos
en los genes, es flaco
embuste sin empacho.

Sin embargo el pasado
tuvo sus excepciones
cuyas plumas podrían
agitar nuevos roles.

La confusión es tanta:
el señor fue petróleo
que, siendo rico, pobre
volvió su patrimonio.

Aprender la lección
no solamente estriba
en levantar las torres
sino en asear la mira.

Si llega a nuestros ojos
el petróleo de nuevo,
que por Luzbel no sea
ceguera su reflejo.

Cunduacán, Tab., a 27 de julio de 2020