R O M A N C E
IV
Heberto Taracena Ruiz
Hablaré de vez en cuando,
para saber cómo estás;
pero no oirás Te Quiero
en la voz de mi llamar.
La paradoja consiste
en que te sigo queriendo;
no podértelo decir
y decírtelo en silencio.
Lo que hay en ti es otra vida,
a la que no puedo entrar;
no me dejaste las llaves
y no sé dónde estarás.
No reencontramos la forma
de llevarnos nuevamente;
tú a la escondida de mí
y yo en fuga de no verte.
Cada uno por su trilla,
arando sendas dispares;
distantes en el trayecto
y en la llamada distantes.