Heberto Taracena Ruiz
CCXCIII
Dime qué tienes, qué poder te da
la vida para ser encantadora.
El poder es decanto enamorado
en la piedra sensible que suavizas.
CCXCIV
Yo no sueño a Dios en mi cabecera.
Sería imaginar lo que no merezco.
Quiero figurarnos juntos y felices
y que Dios enlace nuestra relación.
CCXCV
Con pequeñas memorias
cada segundo,
los recuerdos escalan
hasta la luna.
CCXCVI
Recordarte es el eje de la vida
en que giro sin punto de reposo.
Si dejara de hacerlo yacería
de pronto el corazón, inanimado.