Heberto Taracena Ruiz
CCLXXVII
A nadie debe sorprender
la carta mutua
que redactan
luna y amor.
CCLXXVIII
El amor es compás
de signos capitales
a un mismo vals.
CCLXXIX
Nadie debiera
bajar la mirada
vistiendo arriba, abajo,
únicamente el velo
de luna enamorada.
CCLXXX
Amar no es delirar.
Es compartir
oleajes de avenencia
en sano juicio.
CCLXXXI
No cuestión de otro mundo:
de éste como ves
que para todo
tiene interrogantes,
entradas y caminos,
pese a lo rutinario
que aparezca.
Si das amor es porque lo abanicas
en tierra bien aireada.
CCLXXXII
Una de dos:
o amas y te aman
o no nace el amor.
Si se va,
¡nunca estuvo!