Heberto Taracena Ruiz
CCXLV
Gano al punto en que quiero escucharte
y van mis oídos agudos a ti.
Respondes vibrante,
al segundo,
en notas acordes de brillo lunar.
CCXLVI
Es tu voz que resurge al encuentro
de mi voz que te llama intranquila
y al llegar haces tuyas las hondas
graves, como en ti es habitual.
CCXLVII
Llego al punto en que quiero mirarte
más allá de la imaginación
y mis ojos rastrean ansiosos
para verificar si estarás.
CCXLVIII
Toco al punto en que quiero tenerte
además de mirarte y oírte
y es el punto común que liamos
en dos fibras una comunión.