Minipoemario lunar
Ronda prudente Heberto Taracena Ruiz Rondan los días, deshojada la agenda: ¿Domingo? ¿Lunes? ¿Martes? ¡Lunes! ¿Martes? ¿Miércoles? ¿Jueves? ¡Jueves! ¿Viernes? ¿Sábado? ¡Sábado! En seguida la ronda sigue de largo, jugando, no jugando: ¿Domingo? ¿Acaso a cada nada deshacemos las hojas del anuario? Hallamos que la casa la componen rincones que debieran estar desinfectados. De pronto, […]
7 de abril de 2020

Ronda prudente

Heberto Taracena Ruiz
Rondan los días,
deshojada la agenda:
¿Domingo? ¿Lunes?
¿Martes?
¡Lunes!

¿Martes? ¿Miércoles?
¿Jueves?
¡Jueves!

¿Viernes? ¿Sábado?
¡Sábado!

En seguida la ronda
sigue de largo,
jugando,
no jugando:
¿Domingo?

¿Acaso a cada nada
deshacemos
las hojas
del anuario?
Hallamos que la casa
la componen rincones
que debieran estar
desinfectados.
De pronto, los anteojos
juegan al escondite.
Es un período
de adaptación
ineludible,
que sin embargo
topa resistencias.

El buen sentido
tiene qué convocar
a los cinco sentidos
y al sentido común.
No más invitaciones:
está vedado.

Escudriñar de cerca
la paradoja
de la sana distancia.
Reconocer en cada día
su identidad,
para no trastocarlos,
que si ¿lunes?, ¿martes…?

La retentiva
hará menos tediosa
y llevadera
lo cotidiano;
pues acá no se trata
de imitar el desgano
de quien siembra
y en el hueco suspira:
¡De aquí a que dé!
Se trata
de sembrar paciencia,
regándola entre ratos
con gotas fértiles
del mejor carácter.

Cunduacán, Tab., a 5 de abril de 2020

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