Aproximaciones a Haikus 231
A su llegada,
el agua toca tejas
y ventanales.
Baja a la tierra
para arroparla, tierna
como una madre.
La tierra abona
poco a poco su cuerpo,
entre humedades.
Al encontrase
la tierra con el agua,
se dan ansiosas.
Haikús 232
Suele la espera
agrietar el terreno
por insolado.
Faltan al seco
terrenal espinazo
signos vitales.
Desesperante,
entre grietas y grietas,
el escenario.
Pero al tocarse,
el agua con la tierra,
vuelve la vida.
Cunduacán, Tab. a 18 de febrero de 2023