Ante Estados Unidos, el Tri q uiere reconciliarse con el triunfo, con el buen futbol y con la afición en el estadio Azteca

México D,F.
Agencias
Reproches e insultos que todavía laceran los corazones tricolores, al igual que el recuerdo de dos cotejos que parecían encaminados a un feliz desenlace.
Los integrantes de la Selección Mexicana están conscientes de que futbolística y numéricamente han quedado a deber en el hexagonal final rumbo a Brasil 2014. Dos unidades de seis posibles representan su arranque más flojo en la historia.
Esta noche, frente a Estados Unidos, no hay margen de error, por lo que solicitan incondicional fe a esa multitud que les abucheó, y hasta apoyó al rival, durante el inesperado empate sin goles con Jamaica.
«A todos nos conviene que nos vaya bien para que México pueda estar en el Mundial», recuerda el portero Guillermo Ochoa. «Nuestro rival es Estados Unidos, no entre nosotros, pero el grupo está muy comprometido y satisfecho del trabajo».
«Nos falta un poquito para ganar los tres puntos, pero estamos en el camino y tenemos la confianza de que las cosas saldrán bien», dice.