Beneficiarios del programa «Casa Amiga» reconocieron el esfuerzo que realiza la administración que encabeza el gobernador Arturo Núñez Jiménez, para otorgarles una vivienda digna, con espacios más amplios y seguros, a quienes residen en las zonas más apartadas y marginadas de la entidad.

Bertha Herrera
Rumbo Nuevo
Luego de que recibir los certificados que los acreditan como propietarios del inmueble, quienes recibieron la ayuda dijeron estar agradecidos porque a través de las gestiones de la Secretaría de Desarrollo Social (SDS), en breve percibirán una mejora en su desarrollo personal y en general en el nivel de vida de sus familias.
Rosa María Palma Ramos, ama de casa y vecina del ejido Zapotal segunda sección, aseguró que esta estrategia gubernamental deriva en la tranquilidad y mejor salud de sus seres queridos, por lo que celebra se haya implementado a favor de quienes están en condiciones vulnerables.
En su oportunidad, Rosaura Rivera Gil, procedente de la ranchería Santuario primera sección, dijo que nunca se imaginó que un día podría tener una casa de material. “Quiero decirle a la administración estatal que me siento feliz por este regalo que nos hacen, porque nuestros pequeños hijos ya no estarán expuestos a las inclemencias del clima”, expresó.

No más polvo
Raquel Pérez Hernández, quien es madre soltera y habitante de la misma comunidad, destacó que ahora ella y su familia contarán con una mejor calidad de vida, “porque ya no habrá polvo y tierra dentro de la casa, ni entrará el agua de lluvia por el techo. Hoy el sueño de vivir en un sitio bien construido se ha hecho realidad”, afirmó.
En tanto, Ana Lilia Naranjo Pérez, rodeada de sus seis de sus hijos, enfatizó que la unión de esfuerzos de las autoridades estatales y federales para llevar a cabo estos trabajos rinde frutos con la entrega de nuevos espacios habitacionales. “Ya no tendremos que estar todos en una sola habitación. Ahora tenemos dos recámaras, sala-comedor, baño y cocina. Nos sentimos afortunados”, expresó.