Mascarriel
*AMLO: la esencial actividad de la política… *Tabasco: las penas sin sed son buenas… Mario Ibarra mibarra17@hotmail.com Parece un exabrupto producto del enojo, la ignorancia y la impaciencia. Por supuesto: tienen todo el derecho del mundo a manifestarse. La libre expresión de las ideas, estados de ánimo, preferencias y rechazos, es parte esencial de la […]
8 de junio de 2020

*AMLO: la esencial actividad de la política…
*Tabasco: las penas sin sed son buenas…

Mario Ibarra
mibarra17@hotmail.com
Parece un exabrupto producto del enojo, la ignorancia y la impaciencia.
Por supuesto: tienen todo el derecho del mundo a manifestarse.
La libre expresión de las ideas, estados de ánimo, preferencias y rechazos, es parte esencial de la normalidad democrática y una de las garantías fundamentales del Estado de Derecho.
O sea: lo que hicieron es un ejercicio válido y sano.
Lo que sucede es que no abona mucho a sus reclamos y aspiraciones.
Esa sería nuestra observación crítica.
Vayamos por partes.

El sábado 30 de mayo hubo manifestaciones de grupos anti lopezobradoristas en 30 ciudades del país.
Miembros todos, al parecer, de ese inopinado FRENTE, movimiento incipiente y poco articulado cuyos animadores se declaran adversarios políticos de Andrés Manuel, a quien, para empezar, le piden que renuncie a la presidencia de la república.
Tales fueron las consignas que lanzaron en sus desfiles automovilísticos en esa treintena de capitales estatales.

Ya lo dijimos: en democracia el derecho a patentizarse pacífica y ordenadamente es intocable. Punto.
Y en ese entendido, los manifestantes pueden pedir, exigir, invocar, consignar, decir, predicar, advertir y lamentar lo que se les antoje y su Dios les dé a entender.
Así como nosotros tenemos igual derecho a opinar sobre su manera de ostentarse y sobre sus consignas y exigencias…

LOS ESPONTÁNEOS…
Lo primero que viene a la mente al verlos y escucharlos es que están allí manifestándose de manera ‘espontánea’.
Son contingentes de 150 a 200 automóviles más / menos, según contamos en CDMX, Monterrey y Guadalajara.

La convocatoria es por redes, grupos de conocidos y de boca a boca mayormente.
Su organización -por llamarle de algún modo- es eventual y previa a la manifestación.
Resalta sobre todo la total ausencia de proclamas ideológicas o tintes partidistas.
O sea: aparecen como un movimiento eminentemente ciudadano.
Y de gente no muy politizada que digamos.

Adolecen de una estrategia política -lo cual es un punto a su favor: los hace inofensivos.
Son grupos de ciudadanos de clase media que el sábado se reúnen, desfilan en sus autos y claman que dimita el Presidente.

Ahí van, en caravana, pidiendo la renuncia de Andrés Manuel.
Y eso es todo…

LOS INGÉNUOS…
Aparecen como una manifestación espontánea, ingenua y reactiva de gente clase media que, sencillamente, no está de acuerdo con las formas y los fines del gobierno de la 4T.

Y con todo su derecho, salen a la calle y lo demuestran.
La paradoja es que a quien más le sirven sus proclamas es al Presidente, pero, sobre todo, a la pléyade de medios, columnistas, articulistas y opinadores partidarios de la 4T., que tienen ahí tela de sobra para darle duro a “los enemigos del cambio”.

Y más que a ellos, le abonan el terreno al rijoso e infatigable ejército que en las redes hace la defensa diaria de AMLO y de la 4T.

Esta gente del FRENTE nutre de municiones explosivas a columnistas y tuiteros cuatroteistas, que los exponen como la prueba tangible de la “intención golpista” de los “conservadores” y “adversarios” de la 4T.

Con sus proclamas de ¡renuncia!, ¡vete ya! ¡fuera!, lo que hacen es fortalecer las posiciones de las capillas más intolerantes, más dogmáticas y fundamentalistas que rodean a López Obrador y que, dentro de MORENA y desde el gobierno, pujan para que la 4T se radicalice irreversiblemente.
Se cumple aquí la fórmula dialéctica enunciada por Jesús Reyes Heroles: “lo que se opone apoya…”

LOS RADICALES…
Con sus consignas insensatas, los integrantes del FRENTE refuerzan a esos grupos, los más radicales de MORENA (donde, como vimos en nuestra pasada entrega, hay de todo: desde demócratas genuinos hasta estalinistas irredentos; desde liberales ilustrados hasta nostálgicos de la guerrilla centroamericana; desde progresistas y moderados hasta defensores de Hugo Chávez y admiradores de la dictadura castrista en Cuba).

Los del FRENTE también desafían y exacerban el resentimiento y la iracundia de las amplias bases cuatroteistas.

Y de paso le hacen el juego a lo peorcito de MORENA: aquellos que difunden la especie de la (inexistente) conjura del golpe de estado, por ejemplo…

LA RENUNCIA…
Ahora, eso de pedir que renuncie el Presidente de la República tampoco es nada nuevo.
El mismísimo AMLO lo hizo varias veces.
Muchas, exigiendo la renuncia de Felipe Calderón a quien consideró siempre como “usurpador”, y, algunas, la de Peña Nieto.

En junio del 2014 declaraba: “existe el rumor de que EPN está enfermo. Ni lo creo ni lo deseo. Pero es una buena salida para su renuncia por su evidente incapacidad”.
Dos meses después volvió sobre el tema: “La renuncia de EPN antes del 1 de diciembre permitirá convocar a elecciones y atender a tiempo, por la vía democrática, la crisis de México”.

Y no olvidemos el desesperado “si no pueden renuncien” de Alejandro Martí, entre muchos casos.
Sanas prácticas de la democracia, pues.
Nada nuevo…

LAS MAYORÍAS…
Lo relevante de las manifestaciones del FRENTE se expresa en dos vertientes: la de su intemperancia y lo que, por ausencia, ponen en relieve.

Lo primero: pedir la renuncia del Presidente es pasarse por el arco del triunfo los 30 millones de votos que lo llevaron a Palacio Nacional.
La democracia es el gobierno de las mayorías…que se retratan en las urnas.

El 1 de julio del 2018, una mayoría inobjetable y contundente eligió a Andrés Manuel López Obrador como Presidente de la República por un periodo CONSTITUCIONAL de 6 años (menos dos meses, por esta única ocasión).

La objeción de que, de un padrón de 90 millones de votantes, 33 millones no votaron por AMLO y 23 millones votaron en contra de su candidatura, es un argumento ético y/o estadístico, mas no sustantivo.

Por más molesto o indignado que estés con tu Presidente no debes, de ninguna manera, ignorar que su mandato es consecuencia de una elección democrática, legitima, clara, masiva e inobjetable.
Un verdadero demócrata asume las reglas de la democracia.
En nuestro sistema, el puesto de Presidente es irrenunciable.
Así, resulta una inconsecuencia pedirle que renuncie.
Ello denota supina ignorancia de las reglas de nuestro acuerdo democrático.
Y en democracia, los gobiernos por el voto llegan y por el voto se van.
Porque vivimos una democracia. (imperfecta como todas. Cuestionada de facto y lastimada acaso por el proyecto de cambio de régimen, pero democracia aún).
La prueba está en que nos manifestamos, opinamos, escribimos y denostamos en libertad…

LA INTEMPERANCIA…
El Presidente López Obrador gobernará hasta el último día de su mandato constitucional.
Desde ahora le apostamos a quien quiera, que no habrá referéndum para la revocación de mandato en el 2022. Ese 3% del padrón electoral que debería solicitarlo no lo hará.
¿Por qué? Por mero sentido común.

En MASCARIEL nos hemos oportunamente declarado en desacuerdo a la revocación de mandato por considerarla distractora para la gobernanza, nociva a la eficacia administrativa y un obstáculo a los proyectos de largo plazo de todo gobierno. En todo caso, nuestro sistema político prevé el correctivo eficaz a un gobierno cuestionado: las elecciones intermedias.
En ellas la oposición puede hacerse de la mayoría legislativa y acotar así drásticamente al ejecutivo.

Pedirle la renuncia al presidente es una intemperancia: una emoción mal canalizada.
Eso sí: podemos cuestionar la pertinencia de las proclamas del FRENTE, pero defenderemos hasta la muerte su derecho a proferirlas. (Voltaire).

El gran Marx (Groucho) lo decía mejor “Democracia es que podemos decirle al mandatario lo que se nos antoje, y no nos pasa nada. Y a él menos…”

LOS PARTIDOS…
Lo otro que se expresa en las caravanas automovilísticas de los inconformes, es mucho más sustantivo.
Y tiene (involuntaria) sustancia política que puede traducirse en efectos políticos determinantes.
EL FRENTE es apartidista.
De entrada, esto nos dice mucho: hay opositores, pero no hay una oposición.

El PAN sigue en babia. Sus grandes jugadas políticas rumbo al 2021 son tales como integrar a su bancada en el Senado a Lily Téllez o enviar cartas contra López-Gatel a la OMS. Patético.
Su dirigencia es punto menos que simbólica.
Carece de figuras, adolece de liderazgo.
Y como diría mi abuelo, “andan en la pendeja”.
El PRI discurre peor.
El PRD es un cadáver viviente: un zombi.
MC no encuentra la fórmula para crecer a costa de los tres primeros.
Aunque su as, Enrique Alfaro, gobernador de Jalisco, piense que puede ponerse desde ya con Sansón a las patadas.
A un año justo de las elecciones más amplias en la historia de nuestra democracia.

La Cámara de Diputados. 14 gobernaturas. 30 congresos estatales. 1 mil 869 alcaldías y 15 mil regidurías estarán en juego el 6 de junio del próximo año.
Y del PAN, PRI, MC y PRD, ni sus luces…

LA POLÍTICA…
No crea usted que MORENA está mejor que los otros partidos. Para nada.
Su intención del voto anda por el 19%, lo mismo que el PAN (El Financiero 05/06/2020).
¡Ah!, pero MORENA es el partido en el poder y cuenta con un liderazgo inapelable: el Presidente de la república, cuyo mejor talento se da gusto en las campañas político / electorales.
Opositores, comentocracia y políticos ortodoxos le reprochan al ejecutivo que en plena gravedad de la pandemia se haya lanzado de gira por el sureste de sus amores.

Carlos Tello Díaz lo entiende de otra manera: “La política debe considerarse entre las actividades esenciales, en el sentido de lo que se ha llamado esencial en estos meses de coronavirus”, sostiene el historiador.
“Hoy más que nunca los políticos deberían presentarse ante la gente”, apunta.
“Se escucha por todas partes que el Presidente no debería salir de gira para de esa manera poner el ejemplo; al revés: la lejanía de los políticos (respecto a la población) ya era un problema reconocido desde hace años. Ahora puede tener consecuencias mayores” advierte Tello Díaz.

Para diagnosticar la situación, los políticos deben bajarse del podio, pues, subraya Tello, “no hay otra forma de hacerse creíbles como personas, ni a las instituciones (que representan) ni el futuro que enarbolan”, concluye.
Y remata: “La política tiene como tarea volver común el lenguaje del optimismo posible”.
Bueno, pues eso es precisamente lo que anda haciendo López Obrador…con el 2021 como horizonte.
¿Y la oposición? Bien, gracias.
Esa es la lectura de fondo de las caravanas citadinas de la clase media en sus automóviles el pasado 30 de mayo.

LA REALIDAD…
Cerramos una semana la verdad muy pinche.
Por más domada que nos dicen que la pandemia está, la semana pasada fue mayor número de contagios desde que el maldecido bicho nos trae de un ala.
Cerramos con cerca de 15 mil contagios confirmados y alrededor de 15 mil mexicanos fallecidos.
Lógico, el ex “novio de México”, el doc. López-Gatel, ya no ve lo duro sino lo tupido.
Le han dado hasta con la cubeta.
Merecido: sus pronósticos, previsiones, predicciones y cálculos “matemáticos” han quedado hechos añicos por la canija realidad.
Lo cierto es que hoy nuestra incertidumbre y temor son patentes…y el pesimismo nos lastra como una plancha de plomo…

LOS HÉROES…
Mire, un levantamiento sobre el estado de ánimo de los doctores y demás personal médico del sector salud a lo largo y ancho del país nos patentiza sus sentimientos:
1.Desaliento y frustración ante las deficiencias del sistema de salud.
2.Enojo por negligencia, ignorancia e intolerancia de las autoridades del sector.
3.Incertidumbre y ansiedad por el precipitado regreso a “la nueva realidad”.
4.Miedo e impotencia por trabajar sin la protección adecuada.
Y no obstante ahí están, en el frente de batalla.
Muchos de ellos -demasiados, han ofrendado su vida por nosotros.
(México es el país en que mayor numero de personal médico ha fallecido a causa del coronavirus).
¿Qué se hizo mal? ¿En qué se falló?, son las preguntas sin respuesta…

LOS DELIRIOS…
Y para echarle más leña al fuego de nuestra incertidumbre, Yougang Go, el organismo cuyos estudios, estimados y predicciones sobre el desarrollo de la pandemia en muchos países han sido los más precisos, calcula que para el 1 de septiembre -día del informe presidencial, podríamos estar contabilizando la espeluznante suma de 130 mil fallecidos por el coronavirus.
Lo bueno es que el secretario de Hacienda, Arturo Herrera, tiene otros datos.
Dice. “sentimos que estamos en un momento en que el crecimiento de la pandemia está controlado” (El Universal 4/06/2020).
¿Andará bien de la chaveta nuestro otrora eminente economista de clase mundial?

Porque en la misma entrevista se aventó otro pronóstico más que temerario: delirante.
Dijo que en lo que respecta a nuestra economía “serán algunos meses para recuperar lo perdido”, cuando todos los especialistas, calificadoras, bancos y conglomerados financieros del mundo calculan que, si bien nos va, cerraremos el 2024 con una retracción del PIB sexenal del -4%, respecto al sexenio pasado…

AIRES DEL TROPICO…
Hoy será algo parecido a un día festivo -cuando menos festejable, allá en la mera tierra del “preciso”.
Luego de 2 meses de ley seca, los paisanos de AMLO podrán al fin echarse sus cheves para mitigar la pesadumbre, la perplejidad y las tristezas que el fúrico ataque del coronavirus les ha dejado.
Lo cierto es que el gobierno de Adán Augusto no lo pensó dos veces cuando de aplicar medidas drásticas y prolongadas hubo necesidad ante lo virulento de la pandemia allá en la tierra de Pellicer, Gorostiza y José Carlos Becerra. Y de AMLO, claro.
En la próxima entrega intentaremos un análisis de las perspectivas economías de Tabasco…

“Dame una máscara y te diré lo que pienso”.
Gil Gamés.

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