Mascarriel
*AMLO: Lejos de Lenin, cerca de Gandi… *Tabasco: un monumento al absurdo cobra sentido… Mario Ibarra La semana pasada inició con la aparición en el ágora de un término que inevitablemente produce, en parte de la población, incertidumbre, temor, alarma y otras emociones semejantes; pero, en otra porción de la colectividad, la misma palabra genera […]
1 de junio de 2020

*AMLO: Lejos de Lenin, cerca de Gandi…
*Tabasco: un monumento al absurdo cobra sentido…

Mario Ibarra
La semana pasada inició con la aparición en el ágora de un término que inevitablemente produce, en parte de la población, incertidumbre, temor, alarma y otras emociones semejantes; pero, en otra porción de la colectividad, la misma palabra genera contento, ilusión y hasta euforia y frenesí, sobre todo en la actual coyuntura política.
Ese término es la palabra REVOLUCIÓN.
Nada nuevo.
La nota aquí es que, en boca del presidente de la república, la palabra revolución se carga de significado.

Sobre todo porque el contexto temporal y espacial en que se da el suceso -la coyuntura política, social, económica y de contingencia en que nos encontramos-, impregna a las expresiones presidenciales de ambivalencia: la misma expresión significa cosas distintas para las dos porciones en que se divide actualmente la sociedad mexicana: cuatroteistas y anti cuatrotés.
Cosas de la polarización.
Nada nuevo.
Por ello es necesario y, más aún: imperativo, analizar lo que dijo el Presidente López Obrador y lo que Epigmenio Ibarra dice que dijo el Presidente…

EL MENSAJE…
Sucede que AMLO decidió grabar en video una especie de charla ambulante a través de oficinas, salones, corredores y despachos de Palacio Nacional.
Nada nuevo.
Los antecesores del tabasqueño hicieron lo mismo mostrando las espléndidas galerías de Los Pinos, recorriendo los andadores de los vastos jardines presumiendo de (falsos) conocimientos sobre botánica y mostrando los añadidos arquitectónicos que el anfitrión en turno estaba haciendo en la residencia.
Este tipo de mensajes presidenciales se emiten cuando el ejecutivo y su equipo de comunicación social deciden que el momento requiere al primer mandatario enviar un mensaje a la ciudadanía en su conjunto.
Es el primero en su tipo que AMLO realiza.
Y le confió su realización a su amigo Epigmenio Ibarra.
Lo cierto es que los motivos fundamentales, las causas precisas de esos mensajes especiales quedan siempre en el terreno de lo ignoto, de lo inaccesible al entendimiento de la masa, es decir: de todos nosotros.
No así el contenido, que se convierte de inmediato en tema dominante en el ruedo abstracto de eso que por comodidad llamamos “opinión pública”.

Bueno, pues ahí tenemos el video de 55 minutos de duración con don Epigmenio Ibarra siguiendo cámara en mano al Presidente y gravando sus palabras por corredores y salas de Palacio.
Es obligatorio seguirlos y tratar de entender el mensaje.
Si no comprendemos ¿cómo vamos a opinar…?

EL MENSAJERO…
“El mensajero es el mensaje”, sostiene la máxima recurrente.
Antes que nada, Epigmenio Ibarra es un lopezobradorista acérrimo desde hace muchos años.
Fue reportero, corresponsal de guerra, valeroso y hasta temerario.
Alcanzó notoriedad en el frente de las guerras centroamericanas: El Salvador, Nicaragua, Guatemala.
Hace dos décadas fundó, con Carlos Payán (exdirector del diario La Jornada) y con Carlos Vera, la productora Argos, muy exitosa en la producción de telenovelas y series para la TV.
El señor Ibarra es un empresario triunfador, periodista de izquierda, amigo de veras del Presidente y -dicen los que dicen que saben lo que dicen-, persona cuya opinión es valiosa para don Andrés Manuel.
Bien: él es el mensajero….

LA REVOLUCIÓN…
Antes que se pusiera a disposición del público la primera parte del video, Epigmenio ya le había echado leña al horno.
En su columna semanal en el diario Milenio del pasado miércoles 20 de mayo, al calce de un epígrafe de John Reed: “Apresurémonos amigos, a terminar la revolución; aquel que la prolongue demasiado no cosechará sus frutos”, el señor Ibarra escribe que quienes en el bando de los adversarios de la 4T se sorprenden por las decisiones del Presidente, olvidan que el candidato Andrés Manuel comprometió sistemáticamente esa transformación radical.
“…lo gritó en plazas. Lo dijo en debates y entrevistas, lo repitió hasta el cansancio”, subraya acertadamente don Epigmenio.
A renglón seguido, adelantando lo que veríamos en el video de Palacio, nos comparte su pregunta al Presidente: “¿transformación es un eufemismo?”.
(Eufemismo de revolución, claro. Nota de la redacción).
A lo que el primer mandatario, pensativo, responde: “el objetivo de una revolución es la transformación…”
“En esas estamos -remata Ibarra-: en un país de elecciones masivas, libres y auténticas, (AMLO) decidió que, de manera pacífica, era preciso hacer una revolución…”

LOS DESAGUISADOS…
Por supuesto, analistas, articulistas, columnistas y demás fauna de la comentocracia crítica de la 4T, de inmediato cacharon el mensaje.
El lunes siguiente (25-5-2020), en las mismas páginas de Milenio, Héctor Aguilar Camín le agradece a Epigmenio aclarar que “lo que quiere hacer López Obrador es una revolución”, para luego agregar: “de acuerdo: salvo que no hay revoluciones pacíficas” (lo cual hasta ahora es cierto. Nota de la R).
Y con toda lógica, Aguilar Camín concluye que “la intimidad amistosa y la identidad ideológica de Epigmenio Ibarra con el presidente permite asumir su texto como un saber de primera mano”
(De tal suerte, quien interprete el texto del señor Ibarra como un mensaje contundente: “la revolución va porque va” o algo así, estará justificado. Enésima nota de la R.)
Y ahí es donde comienzan los desaguisados…

EL ARCA…
Para empezar: Epigmenio Ibarra no es AMLO.
Será su cuaderno de doble raya y su periodista predilecto, pero no es ni la mente de Andrés Manuel ni la palabra de López Obrador.
Que don Epigmenio quiera arrogarse la exclusividad en la interpretación del oráculo presidencial, muy su golosina.
Que unos quieran considerarlo la voz oficiosa de Palacio, allá ellos.
En realidad, este tipo de episodios deben llevarnos siempre al meollo del asunto: el Presidente está rodeado de la más variada laya de personajes, personas y personajillos que singularizan una variedad enorme de pseudo ideologías, de intereses diversos, encontrados, legítimos unos ilegítimos otros, razonables estos, demenciales aquellos.
La 4T es un zoológico con una fauna ante la cual el Arca de Noe es una vacilada.
Hablando de ideologías, corrientes, tribus y pandillas políticas, allí hay de chile, de dulce, de manteca y de todo lo demás.
La 4T no es un partido político: es un conglomerado de intereses, una asamblea de tribus, un circo de tiburones y gacelas, felinos y payasos, paquidermos (Bartlett, por ejemplo) y gavilanes.
Todos unidos (es un decir) por el engrudo mágico de AMLO…

LA DICTADURA…
Hay, pues, de todo. Dícese que MORENA es un partido de izquierda, lo cual es bastante discutible.
Sin embargo, de que en ese amasijo hay auténtica gente de izquierda, los hay.
Y entre ellos, de que hay radicales, fundamentalistas, estalinistas, leninistas, trotskistas, castristas, chavistas y hasta maduristas, los hay.
Igual que hay ex priístas, experredistas, ex panistas, liberales, socialistas, demócratas, moderados y un enorme montón de analfabetas políticos, de ácratas ideológicos que se desempeñan como senadores o senadoras, diputados o diputadas o funcionarios del gobierno: porque había que formar un partido, había que presentar candidatos…De tal suerte que el que alzaba la mano estaba dentro.
Bueno: don Epigmenio Ibarra, además de ser un periodista hecho en el frente de los cocotazos, aparte de ser un empresario exitoso, junto con ser un comunicador polémico y rijoso, es un comunista recalcitrante.
Él sí sueña con la revolución marxista y con la dictadura del proletariado.
Gustoso fantasea don Ibarra con que, luego de vivir “días y meses estremecedores y luminosos”, en los que “la atención del mundo se volcará sobre nosotros”, México amanezca igualado en todo a Cuba y Venezuela o, al menos, en una dictadura comunista de economía capitalista como China…

LA SOPA…
Como buen leninista ortodoxo, don Epigmenio es escrupulosamente maniqueo: nosotros somos los buenos y los otros los malos; nosotros tenemos la razón, los otros están equivocados; el futuro es nuestro; los conservadores, los gusanos capitalistas, los que no están con nosotros, serán suprimidos por la historia.
O sea: con don Epi nomás hay una sopa: la sopa roja de la dictadura comunista…Para bien eterno del Pueblo.
Y como buen leninista, para él, las mejores crítica y oposición, son la oposición y la crítica extintas, desaparecidas por las buenas o por las malas.
Y no es el único en MORENA que todo lo ve bajo el prisma de la ideología o el fanatismo: la Padierna, la Poledmsky, Pablo Gómez, el Noroñas, el padre Solalinde y otros.
Y está bien.
Somos una sociedad plural y abierta.
Y ello tiene que reflejarse en un partido emergente y heterogéneo como MORENA.
Pero de ahí a que el Presidente vea el mundo con el mismo lente…
De ahí a que AMLO tenga como modelos políticos a Cuba, Venezuela o Corea del Norte…
De ahí a que López Obrador no distinga claramente entre TRANSFORMACIÓN Y REVOLUCIÓN, hay una gran distancia.
O sea: las febriles lucubraciones de don Epigmenio Ibarra, sus ansias de vivir “días y meses estremecedores” como los que reseñó John Reed en la toma del Palacio de Invierno en octubre del 1917, son muy de él, no del Presidente.
No es por ahí: la 4T enfrenta una perspectiva ineludible en el futuro inmediato y mediato.
Ideológicamente vemos a López Obrador lejos de Lenin y cerca de Gandi; más coincidente con Madero que con Hugo Chávez; cerca de Cárdenas y lejos de Stalin.
¿Analizamos el tema en la próxima entrega? Vale…

LA MORRALLA…
Pasmoso verdaderamente: en abril la economía se derrumba.
Y la titular del SAT, doña Raquel Buenrostro informa que ¡aumentó la recaudación en el ISR y el IVA! Para ripley.
Grandes tributarios como Wallmart y FEMSA (Cocacola, Oxxo) le entraron con su cuerno. 17 mil millones de pesos entre los dos. Grupo Carso adelantó pago de impuestos. Sorprendente…

EL PULSO
Reinicia giras el presidente.
Encuesta de El Financiero: 61% de mexicanos opina que luego de la crisis, todo será diferente. 33% creen que será igual de malo. 55% que será peor.
GEA-Isa pregunta: ¿Cómo será la “nueva normalidad”?
32% mejor; 21% igual; 48% peor.
Tomarle el pulso directo al país, lo primero que hace AMLO…

AIRES DEL TRÓPICO…
Es una novela en busca de autor. (L. Pirandello).
Una historia tropical de un realismo mágico con final feliz.
Cuadro sinóptico:

  1. López Portillo presidente de México.
    Leandro Rovirosa gobernador de Tabasco.
    Desde el sexenio anterior de Luis Echeverría se ha iniciado la explotación de los ricos campos petroleros en el área del cretácico de Tabasco y Chiapas.
    El 90% de los yacimientos están en Tabasco.
    Desde 1973, gobierno del Estado y los ayuntamientos tabasqueños en donde avanzan las perforaciones de pozos y la construcción de infraestructura (carreteras, caminos, ductos, baterías,) reciben pagos de PEMEX por concepto de derechos.
    En 1978, luego del descubrimiento de Cantarell, López Portillo anuncia la era de “la administración de la abundancia”.
    En Tabasco fluyen ríos de dinero.
    El presupuesto del gobierno del estado es, con mucho, el mayor per cápita del país.
    Rovirosa hace obra, mucha obra pública, sobre todo infraestructura, inmuebles estatales y desarrollo urbano.
    Federación y estado planean a largo plazo.
    El desarrollo del puerto petrolero en Dos Bocas, hace necesaria una conexión con el ferrocarril del sureste.
    El puerto apenas se construye, la vía de enlace Dos Bocas -Estación Chontalpa es apenas proyecto en elaboración.
    Pero si el proyecto será realidad, y si para cruzar la carretera Cárdenas – Coatzacoalcos debe construirse un puente, y si en este momento tenemos el dinero para construirlo ¡manos a la obra!
    Tiene lógica ¿no?
    Total, entre la inmensa obra pública que entregó Leandro Rovirosa a los tabasqueños, quedó ese puente, que pronto se convirtió en un monumento al absurdo: un gran puente sin río, sin carretera, sin vía férrea que le cruzara por debajo…

LA DEVASTACIÓN…
Tiempos aquellos.
Un joven Andrés Manuel López Obrador descubría la política de grandes ligas y, sin tener mucha ponderación en ello, se iniciaba en los oficios del liderazgo social.
Sucedía aquello muy cerca del puente, en la mera Chontalpa.
Pasaron los años. 45, para ponerle números.
Tabasco fue devastado por la industria petrolera.
Devastación no sólo ecológica. También social, cultural, productiva, urbana, idiosincrática.
Tabasco le entregó una infinita riqueza a la nación.
La federación le retribuyó migajas.
Y PEMEX, además de unos cuatro o cinco nuevos ricos, le dejó explosión urbana, desorden social, pobreza, desempleo, crisis desde hace años.
Llega un tabasqueño a la presidencia: Andrés Manuel. Trata de resarcir a su estado natal del expolio al que fue sometido por el gobierno federal.
Decide construir la refinería en dos bocas.
Habrá que hacer la espuela ferroviaria del puerto a Estación Chontalpa.
El puente del absurdo tendrá su vía férrea cruzándole bajo la panza.
Hay que contar lo que sucedió en esos 45 años…

EL RIGOR…
¡Pao! No se anda con medias tintas el gobernador Adán Augusto.
El Congreso estatal, de mayoría morenista, desconoció al cabildo del municipio de Jalapa.
Corrupción y abuso del poder las causas, según nuestros corresponsales.
Y no será el único, advierten.
Por segundo fin de semana consecutivo, el gobierno estatal, decidido a frenar al coronavirus a como dé lugar, decretó el cierre total del comercio y los servicios en la capital, nudo del contagio…

“En política, la derrota es siempre mucho más intensa que la victoria”.
Mijaíl Gorbachov.

“En política se gana o se pierde; el problema es que te acostumbras a ganar, nunca a perder”. Richard Nixon.

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