Mascarriel
*Las Angustias del doctor López-Gatell… *Las precariedades del sistema de salud… Mario Ibarra Las angustias del doctor López-Gatell deben ser las de todo mexicano bien informado. La información debe ser verás, objetiva y comprobada. Hasta el momento la información que ha proporcionado puntualmente el doctor López-Gatell cumple con esas cualidades. Eso es ya una ventaja. […]
6 de abril de 2020

*Las Angustias del doctor López-Gatell…
*Las precariedades del sistema de salud…

Mario Ibarra
Las angustias del doctor López-Gatell deben ser las de todo mexicano bien informado.
La información debe ser verás, objetiva y comprobada.

Hasta el momento la información que ha proporcionado puntualmente el doctor López-Gatell cumple con esas cualidades.
Eso es ya una ventaja.

Pero todos recordamos el tono dramático empleado por el vocero oficial de esta emergencia sanitaria hace 15 días, cuando nos conminó: ¡quédense en casa, quédense en casa, quédense en casa…!

Y es que el aislamiento masivo es la única alternativa, la única opción, la única medida eficaz que podemos, como comunidad, oponerle a la invasión del Conavid-19.
Esta es una guerra, y como en toda guerra las medidas extremas se vuelven necesarias, inevitables, perentorias.

Es bueno y necesario que la mayor parte posible de mexicanos conozca con claridad y suficiencia las razones de las angustias del doctor López-Gatell…

La Razones…
Es una guerra. Y todas las guerras se ganan con recursos, con pertrechos, con capacidades de logística, de abastecimiento y de operación.

En ese aspecto fundamental, el maldecido bicho nos ha sorprendido mal pertrechados, con capacidades logísticas de abastecimiento y operación bastante acotadas.

Esto no es responsabilidad exclusiva del actual gobierno encabezado por AMLO, no, desde luego.

La actual administración recibió un sistema de salud bastante precario.
Si, para tener un parámetro, lo medimos con los criterios de la Organización de Países para el Desarrollo, (OCDE) a la cual pertenecemos, veremos claro.

Por ejemplo, el promedio de médicos de la OCDE por cada mil habitantes es de 4.4; en México es de 2.4 por cada mil habitantes.

Los países de la OCDE promedian 9 enfermeras por cada mil habitantes, en cambio nosotros apenas contamos con 3 enfermeras por cada mil habitantes.

Y lo mas preocupante: el sistema de salud pública nacional cuenta apenas con 0.5 médicos por cada mil habitantes y sólo 0.8 enfermeras por cada mil habitantes.
¿Vamos entendiendo las razones de las angustias del doctor López-Gatell…?

CAMBIANDO DE CABALLO…
Cierto, el actual gobierno recibió un sistema de salud pública limitado, con serias deficiencias y, para colmo, afectado por el virus de la corrupción.

Si, pero ello no atenúa su responsabilidad a partir del momento en que asumieron el mandato de la república.

Para acabarla de amolar, en este 2020 la 4T decidió arrancar la transformación, más o menos radical, de nuestro sistema de salud pública con la supresión del seguro popular y la creación del Instituto para la Salud y el Bienestar Social.

NO vamos a ponernos a discutir ahorita si el cambio es acertado o no, si estuvo bien planificado o no, si existían los recursos físicos, humanos, económicos, y materiales o no para su realización.

Lo único que nos importa aquí y ahora es que la invasión del Conavid-19 nos agarró cambiando de caballo a mitad del rio. . .

EL SUBEJERCICIO…
Todo cambio de gobierno implica dificultades.
Mucho mayores resultan estas cuando lo que se persigue no es un cambio de gobierno, sino ¡Un Cambio de Régimen…!

LO vimos el año pasado en el sector salud: problemas de desabasto de medicamentos básicos, lo mismo que de instrumental cotidiano, insumos y demás, con las consecuentes protestas de los derechohabientes.

Como hipótesis de trabajo, convengamos que todas esas fallas y complicaciones tuvieron como causa esencial el cambio de modelo en el sector de salud pública.

Ello vino sólo a agravar nuestras debilidades históricas y precariedades de presupuesto en nuestro sistema de salud.

Somos, de todos los países de la OCDE el que menor proporción de su PIB le invierte a la Salud Pública.

Lo que se traduce, por supuesto, en calidad de servicio y en capacidades de atención.

Tenemos, siempre según cifras de la OCDE, 43% menor capacidad que China; 71% menos que España y 72% menos que Italia.

Estos dos países, destinaron este año 18 y 21 pesos respectivamente (ya hecha la conversión) de su presupuesto al gasto de salud.

En México, en el 2019 se destinaron sólo 4 de cada 100 pesos del presupuesto al gasto en salud pública; en este 2020 la proporción disminuyó a 3 pesos por cada 100 presupuestados.

Para empeorar la situación, del presupuesto federal del año pasado destinado a infraestructura y financiamiento, se subejerció el ¡65%!

O sea: de 17 mil 752 millones presupuestados en ese rubro para el sector público de salud, sólo se gastaron 11 mil 510 millones.
Todo subejercicio presupuestal es ineficiencia.

Esos casi 18 mil millones de pesos eran para ampliación y remodelación de unidades médicas y compra de equipo; y se utilizó menos de la tercera parte de ese dinero.

Si España e Italia, con muy superior capacidad en sus sistemas públicos de salud que México, las están pasando del carajo, lo mejor que podemos hacer es encomendarnos a dios. Y que el doctor López-Gatell resulte un genio…

LAS CAMAS…
Ahora, no hablemos de especialidades, porque ahí el asunto sí que se pone feo.
Mire: mientras que en promedio los países de la OCDE -que son los 30 más desarrollados del mundo, cuentan con 1.6 especialistas por cada mil habitantes, en nuestro sistema público de salud hay sólo 0.2 internistas, neumólogos y urgenciólogos por cada mil habitantes, y 0.2 de especialistas quirúrgicos por cada mil habitantes; a nivel nacional, en todo el sector salud, público y privado, contamos sólo con 0.8 especialistas por cada mil habitantes.

En todo el sector salud existen 4 mil 718 hospitales con servicio de hospitalización; 97% son de segundo nivel y solo 3% de tercero.

De ese total, el 72% son hospitales privados y el resto del sector salud del Estado.
El sistema público cuenta con 56 mil camas, lo que nos da menos de una cama por cada mil habitantes.

Italia y España dispones de 3 camas por cada mil habitantes, y mire nomás como les está yendo.

Ahora, de esas 56 mil camas que dispone nuestro sistema, apenas el 4%, -2 mil 484 camas se ubican en áreas de salud intermedia e intensiva.
Y ya mejor no nos abrumemos inútilmente con más datos apabullantes.

Sirvan los anteriores para que conozcamos y entendamos la causa de las angustias del doctor López-Gatell y su dramático “¡quédense en casa, quédense en casa, quédense en casa!”

Si se nos viene encima el maldecido bicho como a Italia, España y Estados Unidos la situación se tornaría sencillamente inimaginable.

De ahí que el propio Presidente López Obrador apele a la resistencia y cualidades de las familias mexicanas, para permanecer en casa.

“La familia es la mejor institución de seguridad social de México”, ha dicho.
El concepto es bastante discutible y controversial, pero más allá de ello, expresa lo mismo que lo que repite a diario el Vocero Oficial: solo tenemos una oportunidad y una posibilidad de salir más o menos bien librados: que tengamos un reducido número de infectados y que el desarrollo, pico y descenso de la epidemia se extienda en un plazo amplio, de tres meses o más, para que no se sature y colapse nuestro limitado sistema de salud.

O sea: mucho, todo quizá, dependerá del cuidado que tengamos todos y cada uno de nosotros en los siguientes 100 días…

EL PLAN…
Pero eso es apenas el principio.
Vine el tsumani económico, que en realidad ya está aquí.
Dice el Presidente que es una crisis transitoria, lo cual es una verdad categórica, por supuesto.
De que terminará un día no hay duda.
Lo que es imposible de saber cuándo, cómo y a qué costos, en vidas y materiales.

Por eso ayer la expectativa nacional se concentraba en el informe trimestral de Andrés Manuel, cuya parte más importantes es, sin duda, el Plan de Rescate y Reconvención y Recuperación de la Economía Nacional o como vaya a llamarse, no lo sabemos.
(Por razones técnicas, este MASCARRIEL se cierra y se entrega los domingos a mediodía).

LO que sí sabemos es que en ese Plan se juega el destino inmediato, al corto, al mediano y a largo plazo de la nación. Al tiempo…

LAS PRIORIDADES…
En el QUÉ no hay dudas; está claro.
Lo canijo, lo peliagudo, lo determinante es el CÓMO. Ahí está todo.
Cierto: ningún gobierno está preparado para una crisis sanitaria y económica como la que nos azota.
Primero los pobres, dice el Presidente. Absolutamente indiscutible.

Esos más de 20 millones de mexicanos adultos mayores, jóvenes, campesinos, etcétera, que reciben los apoyos directos que les otorga el Estado son prioridad. De acuerdo.
Pero hay otras prioridades.

Por ejemplo: el empleo: los 4 millones de micro, pequeñas y medianas empresas que generan el 87 por ciento de los empleos.
Hay un millón de changarros -la tiendita de la esquina, pues.

Hay 700 mil fondas. 300 mil papelerías. 300 mil salones de belleza y peluquerías. Cientos de miles de talleres mecánicos, paleterías, tortillerías, carnicerías y un larguísimo etcétera.
Micro y pequeñas empresas formales (contribuyentes) que ocupan de dos a diez empleados, hasta sumar 20 millones.

Ninguna de ellas puede entrar en paro más allá de quince días (y ya es mucho) y seguir pagando salarios.
Y esto no va a durar 15 días: va para meses.

Las medianas empresas -de 50 a 500 empleados- la otra gran fuente de empleo, padecerán una situación muy parecida.
Y si a esto le agregamos el 53% de la Población Económicamente Activa (POA), otros 30 millones de personas, que trabajan en la economía informal, que viven al día, se nos hace evidente que el desafío que enfrenta el llamado gobierno de la 4T, es descomunal, monstruoso, casi de pavor, diríase.

Por ello, el Plan presentado por el Presidente ayer por la tarde representa el hoy, el mañana y el después para la nación entera…

LA RESPUESTA…
Ante tal hecatombe, los gobiernos del mundo han destinado desde ya cientos y cientos de millones, para paliar la economía y preparar la recuperación.
El ejemplo máximo es Estados Unidos, que ha dispuesto dos millones de millones de dólares para ese fin.
¿Qué ha dispuesto en paralelo el Estado nacional?
La respuesta marcará el siglo XXI mexicano….

LAS FAMILIAS…
Decíamos que la afirmación de AMLO acerca de que las familias son “la mejor institución de Seguridad Social de México”, se presta de manera automática a la discusión ponderada.

Esto así porque el término “Seguridad Social” es un concepto universal claramente definido e institucionalizado.

Expresión del desarrollo de los derechos y la justicia social en Occidente, su primer antecedente articulado, es la “Ley de Pobres”, publicada en Inglaterra en el 1601.
En Plena Revolución Industrial en el siglo XIX, en 1948, el “Manifiesto Comunista” redactado por Karl Marx y Federico Engels, establece las bases modernas de la justicia social para los trabajadores.

Esto motiva que en la Alemania de Bismarck se decrete el primer seguro de trabajo frente a accidentes laborales, enfermedad, invalides y vejez.
En Inglaterra, mediante la National Insurance Act de 1911, se protegen los mismos derechos al trabajador.

Pero es la Social-Security Act, publicada por Franklin D. Rooselvelt en 1935 en Estados Unidos, la que configura el más amplio y sólido bagaje de la Seguridad Social, hasta convertirse en el concepto central adoptado por la ONU, por la Confederación Internacional del Trabajo y por la Declaración de los Derechos Humanos entre otras.
El “Plan Beveridge” publicado en 1942, añade valiosos ángulos al concepto universal de la Seguridad Social.

Sintetizando, ese concepto define la protección universal no hacia el individuo, sino a LA FAMILIA, por enfermedad, lesiones de trabajo, maternidad, invalidez, ancianidad, pensiones, seguro de desempleo, orfandad, ayuda y salvación en caso de catástrofes naturales.
Por lo tanto, el sujeto de la Seguridad es el Estado y el objeto (el destinatario) es LA FAMILIA.

De ahí que no resulte fácil comprender lo que nos dice el Presidente Obrador al señalarnos que “La familia es la mejor institución de seguridad social”.
Porque en los hechos es la familia quien la demanda y el Estado quien tiene que proporcionarla.

Y eso se ve a las claras en situaciones de contingencia como la que nos sacude: las familias esperan de Estado orientación, asistencia, conducción, curación, rumbo y perspectiva.
Ahora, si el presidente nos quiso decir que en México nadie cuidará mejor del individuo postrado (más amorosamente, más fervientemente) que su familia, bueno, eso si ni hablar…

AIRES DEL TRÓPICO…
Allá en la tierra del “preciso” el maldecido bicho anda virulento, valga la redundancia.
Por número de habitantes, Tabasco padece el cuarto mayor número de infectados a nivel nacional.

Tienen el recurso de poseer uno de los mejores sistemas de Salud Pública del país, en infraestructura, número de médicos, enfermeras y capacidad.
Aunque quizá sería más acertado decir: “tenían”, porque los gobiernos de Andrés Granier y Arturo Núñez dejaron bastante maltrecho el sistema estatal de salud que llegó a ser el
mejor del país. El gobernador Adán Augusto, víctima del Covid-19, pronto estará de nuevo en el frente…

“¿No es más hermoso un ocaso que huele a flores que uno que huele a cloroformo?”
Ryszard Kapuscinki.

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