Mascarriel
Mario Ibarra Lizarraga *Denarios: el otro “guardadito” del Presidente… *Rezando por el doctor López-Gatell… Uno de los temas recurrentes de la comentocracia, a escala nacional, la semana pasada, fue el anuncio que hizo el presidente López Obrador acerca de los 400 mil millones de pesos que su gobierno tiene en reserva para atender los requerimientos […]
30 de marzo de 2020

Mario Ibarra Lizarraga

*Denarios: el otro “guardadito” del Presidente…

*Rezando por el doctor López-Gatell…

Uno de los temas recurrentes de la comentocracia, a escala nacional, la semana pasada, fue el anuncio que hizo el presidente López Obrador acerca de los 400 mil millones de pesos que su gobierno tiene en reserva para atender los requerimientos inmediatos de la crisis económica que acecha NO: que ya está aquí, que ya empezó, la verdad sea dicha.
Que de dónde, que cómo, que de qué manera se hizo el secretario de Hacienda, Arturo Herrera, de esa buena lana, se preguntaban.

Bueno, si los comentócratas profesionales leyeran RUMBO NUEVO, si a escala nacional se leyera RUMBO NUEVO como se lee en Tabasco y estados circunvecinos, la información proporcionada por el Presidente el pasado martes 24 no habría suscitado sorpresa alguna.

¿Por qué?
Porque un día antes, el lunes 23, en este espacio de RUMBO NUEVO, se dio la primicia de la procedencia y de la cantidad de dinero de que dispone el gobierno para afrontar los gastos urgentes de la crisis económica que ya tenemos encima
Vamos a diferir con el Presidente: él dijo que cuentan con 400 mil millones de pesos; nosotros adelantamos que suman 500 mil millones, y hoy lo ratificamos: Hacienda dispone, en realidad, de hasta 500 mil millones de pesos para la emergencia.

Al tiempo…
(De paso, le sugeriremos a nuestro director de RUMBO NUEVO, le obsequie una buena cantidad de suscripciones a la comentocracia nacional, para que estén al tanto de las primicias nacionales que constantemente se pueden leer en este diario).
Ahora, volviendo al tema, también sostenemos lo otro: esa cantidad, que sonaría enorme en circunstancias normales, en el contexto de la crisis económica cuyos primeros embates ya nos están pegando, es una suma menor, que no nos alcanzará ni para el arranque. . .

El diagnóstico…
Ya volveremos al tema. Por lo pronto, todos los mexicanos de buena voluntad imploramos, rogamos y rezamos para que la estimación del doctor López Gatell resulte acertada.

No se trata de un diagnóstico en base a pruebas científicas ni, mucho menos, cimentadas en el comportamiento del Conavid-19 ahí en los países en donde más ha causado estragos -China, Italia, España-, o en aquellos en los que ha sido exitosamente confrontado por sociedad y gobierno -otra vez China, Corea, Singapur, Japón, Suecia, Alemania-.

Las previsiones del doctor López-Gatell son más bien reactivas e intuitivas, aunque, sí, intentan sostenerse sobre cálculos matemáticos, algoritmos y proyecciones basados en la experiencia acumulada en los 3 meses que dura la pandemia.

Pero hay algo indiscutible: si alguien sabe, al segundo, lo que comprobadamente sucede aquí con el maldecido Conavid-19 y sus daños, es el doctor López-Gatell y su equipo de científicos y personal técnico que depende de ellos.

De manera que hay que creerle y seguir sus instrucciones.
Porque la desgracia es de todos.

Y saldremos adelante si todos, absolutamente todos y cada uno hacemos lo que nos toca hacer, lo que debemos hacer.

Decíamos en la pasada entrega que aquí se acabó el jabón: aquí y ahora no hay (no debe haber) ni fifís ni chairos, ni conservadores ni cuatroteistas irredentos: tenemos que dejar la política, la polaka, la politiquería y la grilla para después, que tiempo habrá…todo el tiempo del mundo…

El galeno…
Aparte, el doctor López-Gatell y el presidente López Obrador a veces no coinciden…

Por ejemplo: López-Gatell viene sosteniendo, ya sistemáticamente, que si la pandemia se desarrolla en México como se espera, en junio apenas estaremos escalando la cima de la curva del número de contaminados; que hacía septiembre y agosto se producirá el descenso y que, con suerte, en noviembre y diciembre estemos regresando a la normalidad.

Muy distante de esa estimación, en una de las recientes mañaneras, AMLO puso en aprietos a López-Gatell al declarar que hacia “el 19 de abril, ya estaremos saliendo de esto, no es así doctor”, dijo volteando a ver al sorprendido galeno, quien apenas logró insinuar una especie de exprimida sonrisa a modo de respuesta.

Bueno, decíamos, aparte de esos desencuentros no nos queda más que creerle a López-Gatell, hacer lo que nos diga y poner lo mejor de nuestro sentido de disciplina; disponer nuestro carácter para enfrentar con templanza situaciones límite, hacer acopio de paciencia porque esto va pa´largo.

Y seguir las instrucciones del Presidente, que el viernes nos recomendó guardarnos y no salir de casa sino para lo absolutamente indispensable…

El profeta…
En tanto unos prendemos veladoras, otros oran incesantes, otros más van repitiendo “pluguiese a los dioses que López -Gatell salga profeta y que sus previsiones se vuelvan realidad”.

Pues sí. Porque si las estimaciones de nuestro perpetuo doctor se cumplen, podremos sin duda sentirnos privilegiados y hasta bendecidos.

250 mil infectados.
140 mil leves.
10 mil 500 casos de hospitalización.

De 200 a 2000 decesos.
Esa es la estimación optimista del doctor López-Gatell.

Si se cumple, y se comprueba que en ello fue determinante la estrategia encabezada, seguida e impuesta por nuestro doctor y su equipo de científicos, pues ya tendremos con seguridad a nuestro primer Nobel de medicina y MORENA tendrá a su vez un candidato invencible a la presidencia de la república.

El viernes, el Presidente sostuvo, por enésima vez, que la epidemia se va desarrollando de acuerdo a lo previsto por López-Gatell y las autoridades de salud.

Que así sea…

El genoma…
Ahora, que si a versiones, hipótesis y supuestos disparatados vamos, pues también lo hay, y de variados tipos y colores.

El lunes pasado, el columnista de El Universal, Salvador García Soto, daba nota de la reunión sostenida por el presidente López Obrador con su gabinete legal y ampliado el jueves 19 de este mes.

Citando “fuentes directas que participaron en la reunión”, el autor de la columna “Serpientes y Escaleras”, subrayaba que, en esa junta de trabajo, se le habría informado al presidente que “por un tema de genética, la raza mexicana es más resistente a este tipo de virus que otras razas, como la europea”.

EL columnista añade que sus informantes le dijeron al presidente que esta singularidad genética de los mexicanos (resistencia al coronavirus) “es producto del mestizaje”.
La versión de García Soto no fue comentada, mucho menos replicada o desautorizada por ninguna autoridad, de la dirección de comunicación de la presidencia para abajo.

Quizá por delirante, la versión se descalifica por sí sola y vuelve ociosa toda replica oficial.
Ahora, recordando que AMLO ha insistido mucho en que la raza mexicana “es mucha pieza” para el Canvid-19, pues como que entran las dudas ¿no. . ?

Pero lo históricamente cierto es lo contrario: lo españoles trajeron al nuevo mundo enfermedades epidémicas como la viruela, la fiebre amarilla, la peste negra y el tifo, que causaron la muerte a millones de indígenas…

El enigma…
Ahora que, un poco sobre el mismo tema, lo especialistas están llamando la atención sobre un hecho sobresaliente.

En Estados Unidos tuvieron su primer caso de Conavid-19 mucho antes que nosotros. 42 días para ser precisos.

Hoy son el principal foco de nuevas infecciones rebasando ya a las 100 mil personas.
Nosotros, hasta el viernes llevábamos sólo 615.

Compartimos 3 mil 500 kilómetros de frontera.
Y mire usted: mientras en California suman (cifras del pasado viernes) 4 mil 500 las víctimas de la enfermedad, en Baja California son 24.

En Tanto en Arizona y Nuevo México se acumulan 798 contagiados, en Sonora y Chihuahua, que comparten frontera con eso dos estados norteamericanos, apenas sumaban 24 casos comprobados hasta el viernes pasado.
Con Texas, que tenía mil 832 contagios, aparte de Chihuahua (15 casos) comparten frontera Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas. Coahuila tenía 22 y Tamaulipas 17 hasta el viernes. Nuevo León sumaba 92 confirmados, pero es necesario subrayar que esta entidad, junto con Jalisco, importó la mayoría de sus fuentes de contagio de Vail, el centro turístico invernal en Colorado, USA. (Hasta Tabasco les llegó la plaga de Vail, en la persona de un joven notario).

Pero lo que interesa: ¿Cómo explicar la enorme diferencia de casos comprobados de contagio entre nosotros y los gringos con más de 3 mil 500 kilómetros de frontera compartida?
Por el número de pruebas aplicadas, responden los epidemiólogos consultados, quienes señalan la información compartida por los científicos chinos que son, digamos, los expertos en la materia.

Los chinos comprobaron que la contabilización de casos irá siempre a la saga del número real de contagiados.
Por la sencilla razón de que la enfermedad tarda de 10 a 12 días en manifestarse.

Así, exponen los chinos, “cuando comprobamos 500 casos, en realidad teníamos 15 mil individuos infectados”.
“Cuando comprobamos mil, teníamos en realidad 25 mil casos. Y así sucesivamente…”

Conclusión: mejor ahí la dejamos…

La respuesta…
Aquello de “la mejor política exterior es la buena política interior” quedó desautorizado por la realidad.

El viernes, el presidente López Obrador sostuvo su primera reunión internacional con mandatarios de su rango.

Nada menos que con los meros meros del G-20, que reúne a las 20 naciones con las economías más fuertes del mundo.

Curioso: la pandemia es un problema mundial, pero hasta ahora, cada país se ha rascado con sus propias uñas.

Medidas unilaterales como el cierre de fronteras y estrategias médicas y sanitarias particulares, unas erradas y otras exitosas, han sido la respuesta heterogénea de todos los países ante el maldecido bicho.

Y así seguirá el asunto.

Pero, así sea tres meses después de iniciado el ataque del Conavid-19, resulta plausible que, al fin, los líderes de las naciones más ricas de la tierra intenten un frente unido.

Y qué bueno que AMLO se empiece a codear con sus pares a nivel mundial, así sea a través de las pantallas de la realidad virtual…

La lanototota…
El pasado lunes, en este espacio de RUMBO NUEVO dimos la primicia del guardadito de 500 mil millones de pesos que tenía el gobierno de AMLO, lo cual confirmó el propio Presidente al día siguiente.

Va otra primicia: el gobierno de México podrá contar con otro “guardadito”.

Y nada menos que de ¡750 mil millones de pesos!

Mire, fuentes del Banco de México, por este medio, le adelantan al Presidente (se nota que le quieren dar ánimos) que, por ahí de abril o mayo del próximo año, podrá contar con 750 mil millones de pesos, libres de polvo y paja.

¿Cómo así?

Sencillo: si de aquí a la fecha indicada, el dólar sigue cotizándose en 25 pesos promedio, por el monto de las reservas acumuladas, BANXICO habrá obtenido una ganancia del 16% por ciento sobre esos 200 mil millones de dólares que suman las reservas al día de hoy.

El asunto es simple: si usted, hace un mes, tenía en el banco -o bajo el colchón-, un millón de dólares, en moneda nacional era usted dueño de 19 millones de pesos.

Hoy, con la, “devaluación del peso”, que en realidad es una apreciación real de nuestra moneda, usted cuenta con 24 millones de pesos.

Así, por esa misma operación, BANXICO, podrá disponer de un “excedente” de 30 mil millones de dólares, que convertidos en pesos son nada menos que ¡750 mil millones de pesos!

Una lanotototota.

Claro, hay un precio: el monto de la deuda pública total neta pasará del 45% al 50% del PIB.

Como este año, por la crisis, bajará la recaudación fiscal, esos 750 mil millones serán oro para el presupuesto 2021.

Una advertencia al presidente de parte de la gente de BANXICO.

Ese dinero debe utilizarse para inversión productiva, ningún peso debe ir a PEMEX.

¿Por qué?
Pemex es irrescatable, aseguran: un barril sin fondo.

Meterle más dinero es como echarlo a una hoguera.
Es una empresa quebrada y con la deuda más grande del mundo entre las petroleras.

El esquema de rescate que le vendieron al presidente (¿Quiénes: la Nahle, Bartlett, la Padierna, Jiménez Espriu?), es suicida…

La frase que ganó una guerra: “No puedo ofrecer más que sangre, esfuerzo, sudor y lágrimas”. Winston Churchill.

La frase que venció al Conavid-19: “Que se preocupen los ricos, nosotros los pobres somos inmunes al coronavirus”. Miguel Barbosa, gobernador de Puebla.

(Comentario: El poder atonta a los inteligentes y a los pendejos los vuelve locos. Este señor Barbosa, cuando fue presidente de la mesa directiva de la Cámara de Diputados, era ecuánime, mesurado, pertinente. Por aciagas razones es hoy gobernador; es obvio que el poder lo enloqueció).

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