Mascarriel
Mario Ibarra *El (inexistente) enigma bufo en MORENA… *Respuesta sobre el puerto de Frontera… Como espectáculo no deja de ser curioso y algo divertido. Como ejercicio de análisis político se antoja bastante precario. De origen, el tema ha sido enfocado erróneamente por los supuestos analistas. La comentocracia en pleno se devana la sesera intentando descubrir […]
10 de febrero de 2020

Mario Ibarra

*El (inexistente) enigma bufo en MORENA…

*Respuesta sobre el puerto de Frontera…

Como espectáculo no deja de ser curioso y algo divertido.
Como ejercicio de análisis político se antoja bastante precario.

De origen, el tema ha sido enfocado erróneamente por los supuestos analistas.
La comentocracia en pleno se devana la sesera intentando descubrir -o inventar, o, a lo sumo, conjeturar qué sucede y sucederá con MORENA.

Ejercicio pueril y asaz gratuito: solo una persona sabe qué acontecerá con este conglomerado político.

Esa persona es su artífice: Andrés Manuel López Obrador…

Las Tribus…
Decir “conglomerado político” es obligatorio, pues MORENA no es, ni de lejos, un partido político en forma y fondo, estructura y doctrina, tal como marca el canon universal y como lo define la enciclopedia.

MORENA es movimiento, asamblea de tribus, confluencia de corrientes ideológicas, de desvaríos noroñistas, de intereses políticos inmediatos y futuros; es sobre todo esa abigarrada multitud de seguidores de AMLO.

Nominalmente es un partido político, cierto, creado y registrado como necesaria plataforma de su forjador para conquistar la presidencia de la república.

No es, como dicen los analistas bisoños, un partido de izquierda, así preden en su interior individuos y corrientes que gusten en declararse izquierdistas.

No obstante, como partido, posee la mayoría absoluta en la Cámara de diputados y la mayoría simple en el Senado.

Grosso modo, esto es MORENA.
Ahora: qué quiere hacer el Presidente con su partido, y cómo quiere hacerlo…ese es el asunto.

De tal suerte, resulta erróneo conjeturar o inferir el futuro inmediato de MORENA como resultado de la lucha interna de individuos, grupos y corrientes que se disputan su predominio doméstico, que nunca su liderazgo: líder hay sólo uno y despacha en Palacio. Y él dirá, en la hora precisa, por dónde y cómo caminarán los morenos en el Congreso, en el partido, en los gobiernos estatales y municipales y en el proceso electoral del 2021…

La línea…
Porque ese es el punto: las elecciones intermedias.

Intentar saber lo que pasará con MORENA equivale a tratar de meterse en la mente de AMLO.

Ante tal imposibilidad, no hay más que rastrear las señales que este ha ido arrojando con un dejo casi desdeñoso, desde afuera, lejano al involucramiento.

“La línea es que no hay línea” contesta cuando le preguntan en las mañaneras.
“Que se resuelva de manera democrática”, añade, como pensando en otras cosas; no sin dejar de señalar que él no quiere ser “ni jefe de partido, ni de grupo ni de camarilla”.

“Antes, el presidente era el jefe del partido”, comenta; pero a mí “me gustaría ser jefe de Estado, jefe de Nación”.

¿Cuál es el mensaje cifrado a los rijosos grupos e individuos que se disputan el mando interno de MORENA?

Uno claro, al parecer: “quien o quienes de ustedes piense y diga que cuenta con el aval del Presidente en sus disputas sediciosas, parroquiales y voraces, se equivoca”.

Así que ¡aguas…!

El desgreñadero…
Quienes le entienden deveras a este asunto del cuento y el sablazo de la grilla lo tienen claro: “López Obrador puede sobrevivir sin MORENA, pero MORENA no puede sobrevivir sin AMLO”, ha dicho Ricardo Monreal.

De ahí la equivocación de la comentocracia cuando se refiere a MORENA como “el partido que llevó a López Obrador al poder”.

Lo cierto es lo contrario: AMLO llevó al poder a MORENA. Aquel obtuvo el 53% de la votación en el 2018. MORENA sólo el 37.5%.

Sin embargo, Obrador precisa de su partido para el 2021.

Es imprescindible para el proyecto de la 4T refrendar su mayoría en el Congreso.

En vista de ello, cabe interrogarse: ¿por qué AMLO ha tolerado el desmadre interminable, el desgreñadero de todos contra todos que se traen en su partido?

Buena pregunta….

El propósito …
Para la cual no hay una respuesta -inevitablemente hipotética-, única y categórica.
Ensayemos algunas:

A -porque estos 19 meses al frente del gobierno de la república (contando a partir de julio del 2018) han reclamado toda su concentración y toda su energía sentando los cimientos de la 4T…

B -porque no le disgusta que al interior se dé esa lucha facciosa por el control estructural y operativo del partido. De esa forma ningún grupo o corriente de las que pululan en MORENA puede alzarse sobre las demás y empoderarse en los mandos partidistas…

C -porque posiblemente infiera que esa dinámica interna -que se antoja entrópica- es en realidad tonificante para el movimiento, que lo mantiene enhiesto, alerta, beligerante y listo para canalizar toda esa energía en el inminente año electoral del 2021…

D -por una o varias razones que están fuera del alcance de nuestras conjeturas…
Como sea, la cena de negros que parece hoy ser MORENA sucede porque AMLO lo permite y, eso sí puede usted apostarlo, lo hace con un propósito para él perfectamente claro. En Obrador toda acción, toda reacción, toda inacción, todo silencio, toda omisión, todo guiño tiene una motivación política, un objetivo y un mensaje políticos…

EL ESTILO…
Además, para gobernar, AMLO no precisa de MORENA.
Puntualicemos: el 1 de julio del 2018 se derrumbó el sistema de partidos que desde 1987 fue el eje de la transición democrática.

En el priato y en el panato, el partido era una correa de transmisión, un sistema de vasos comunicantes entre el presidente de la república y las llamadas “fuerzas vivas”.

A su través se canalizaban demandas, estados de ánimo, frustraciones del cuerpo social hacia la presidencia.

El PRI para los presidentes priístas y el PAN para los panistas fueron instrumentos de gobierno y de respuesta política.

El estilo personal de gobernar de AMLO prescinde de esa intermediación.

Lo suyo es “la comunicación directa con el pueblo”.

A través de sus mañaneras y sus giras semanales, el presidente recoge directamente (personalmente y en persona diría, el clásico) denuncias, inquietudes, reclamos y propuestas, estados de ánimo…lo que se dice “el pulso del país”, pues.

Y si el tema lo amerita, organiza una asamblea instantánea, se toma una decisión a mano alzada, y a otro asunto.

No, MORENA no forma parte del instrumental político de mando y decisiones del Presidente…

LOS MORENOS…
Ha menester entonces considerar con atención la designación de Alfonso Ramírez Cuellar como presidente interino.

Anotar que es un miembro destacado en el equipo de Claudia Sheinbaun.

Recordar que en cuanto los catorrazos se pusieron duros entre Yeidckol Poledmsky y Bertha Luján, AMLO sugirió que la Sheinbaun intentara mediar en la meleé.

Apúntese también la declinación de Mario Delgado como aspirante a la presidencia morenista.

O sea: como siempre, Obrador está enviando señales, fijando el rumbo, sin alterar su tan peculiar estilo: engañando con la verdad.

En el momento indicado, en MORENA habrá orden, disciplina, tareas claras, ruta y calendario marcados por ya sabemos quién.

(No obstante que el mismo Ramírez Cuellar ha dicho que al momento MORENA “es un zombi, una rémora con una crisis que ya es necesario detener”).

El 2021 es el desafió; puede ser el parteaguas; los morenos marcharán a sus faenas suavecitos, bien aleccionados, dúctiles como un guante.

Y a ver quién se les pone enfrente…

EL ZOMBI…
No el PRI, por supuesto. Porque estos ni a zombis llegan.

Un zombi es “un muerto que vuelve a la vida mediante un rito mágico y que sólo alcanza a ser un autómata carente de voluntad”, según el diccionario de la RAE.

¿Quién es el mago que podría insuflarle movimiento al PRI?

Rémora es el “pez marino que se adhiere a otros peces -ballenas de preferencia- para ser transportados y alimentados por ellos”. Ibid.

El PRI no llega a zombi y, como rémora, ha decidido convertirse en parásito de la 4T.

Los priístas nacieron para mamar de la Presidencia, sea esta del signo o partido que fuere.

Hoy se le han entregado al presidente López Obrador.

(Y ¿a quién le dan pan que llore? Una oposición rendida significa una preocupación desechada).

Padecen los tricolores al peor dirigente de su historia.

A(m)lito Moreno está más decrépito y es más anacrónico que Adolfo Lugo Verduzco, por decir lo menos.

El dirigente priísta (es un decir) sí que es un zombi: elocuente estampa de la muerte del “revolucionario ins”.

Colorín colorado, a los 90 años -del callismo a Peña nieto- el cuento del PRI ha terminado…

LOS MEROLICOS…
El próximo año el PRI perderá todas las gubernaturas que hoy, por inercia histórica, retiene.

Esos gobernadores lo saben y esperan que MORENA les dé cobijo.
Y que nadie se sorprenda si lunes 6 de julio del 2021 el PRI amanece sin registro.

En el PAN padecen a Marko Cortés.
Nunca este partido ha sufrido un dirigente tan vacuo y anodino.

Asemeja a un visitador médico pueblerino de mediados del siglo pasado.
Patéticos, él y su mínima cohorte, parecen una pandilla de merolicos chilangos queriendo vender cajetas en Celaya.

Si Rafael Moreno Valle viviera, hoy el locuaz Marko le andaría cargando el portafolios.
Así no se puede.

El PAN tiene militancia, votantes y simpatizantes; y ante la extinción de su partido, muchos priístas votarían azul, lo mismo que otros muchos ciudadanos sin identidad partidista.
Pero con esa dirigencia…

Del PRD ni hablar. Lo suyo fue un entierro sin exequias. Su fallecimiento no alcanzó siquiera la postrer y sentimental despedida de un obituario comedido.
Hoy, ni con lupa se encuentran los posibles competidores de MORENA para mañana.

Porque el 2021 es mañana…
“ad augusta per angusta”, decían los romanos.

AIRES DEL TRÓPICO…
Atentos lectores tabasqueño de este MASCARRIEL preguntan por qué se ha insistido en este espacio acerca de la construcción, ahora sí, del puerto de altura de Frontera, esa gran terminal marítima por la cual los paisanos del Presidente llevan un siglo suspirando, cuando señalan, ni el gobierno de Adán Augusto ni el gobierno federal han hecho un pronunciamiento oficial al respecto.

Las fuentes de esa información son empresarios muy importantes con quien este reportero ha conversado.

Hacia noviembre del 2018, tuvimos la primera información sobre el proyecto.
Luego, con las mismas fuentes, le hemos dado seguimiento al asunto.

Podemos sintetizar las respuestas a nuestras pesquisas: “el proyecto va; será un gran puerto petrolero y comercial situado en la margen izquierda del río, frente a Frontera. El proyecto ejecutivo está listo desde hace rato, las fuentes de financiamiento ya amarradas y la corrida financiera a punto”.

Incluso, las mismas fuentes dan como inicio de la gran obra los trabajos de dragado puestos en marcha por el presidente López Obrador el pasado viernes 31 de enero.

Es lo que podemos contestar a nuestros lectores.
Claro, si le tocan la puerta al gobernador y le exponen sus inquietudes, sin duda este sabrá darles puntual respuesta…

“Bis repetita placent”.
Horacio.

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