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Mario Ibarra mibarra17@hotmail.com AMLO: El comedido “amigo” Trump… Adán Augusto: bajar al ágora… “La palabra soberanía viene de , en latín vulgar, que significa lo más elevado, lo supremo, lo inapelable. De modo que la noción de atribuida al Estado, es la potestad que este tiene para conducir sus pasos sin más condicionamiento que su […]
11 de noviembre de 2019

Mario Ibarra
mibarra17@hotmail.com

  • AMLO: El comedido “amigo” Trump…
  • Adán Augusto: bajar al ágora…

“La palabra soberanía viene de , en latín vulgar, que significa lo más elevado, lo supremo, lo inapelable. De modo que la noción de atribuida al Estado, es la potestad que este tiene para conducir sus pasos sin más condicionamiento que su propia voluntad”. (Enciclopedia de la política. R. Borja. FCE, 2001).

“Voluntad” fijada, orientada y acotada por su Constitución Política y las leyes derivadas de ella –anotemos de paso.
Por lo tanto, y según la misma fuente, la soberanía de una nación “es la facultad del Estado para autoobligarse y autodeterminarse, es decir, conducirse sin obedecer a poderes ni autoridades ajenos a los suyos propios”.

Y aquí viene lo que más nos interesa: “En ese sentido, el Estado está provisto de un poder sustantivo, supremo, inapelable, irresistible y exclusivo”, para imponer la ley y el orden, la paz y la seguridad en sus territorios, cimientos imprescindibles para construir el bienestar de la nación.
Eso es la soberanía…

EL OFRECIMIENTO…
Taimada pero entendiblemente, por la gravedad de lo sucedido en Culiacán y por lo monstruoso de lo acontecido en Sonora con la masacre de la familia Lebarón, Trump le ha ofrecido al presidente López el auxilio de su ejército para “borrar del mapa” a los sanguinarios cárteles del crimen organizado.

Obvio, el mandatario mexicano ha declinado el ofrecimiento, argumentado que México puede resolver ese problema, y ha también apelado a nuestra soberanía. Muy bien. Como un solo hombre, los mexicanos apoyan en eso a su presidente…

SOBERANÍA PERDIDA…
Ahora, si el poder del Estado debe ser sustantivo, supremo, inapelable, irresistible y exclusivo para imponer la ley y el orden y el estado de derecho en cada centímetro del territorio nacional, los hechos nos imponen una evidencia contundente y en muchos casos brutal: en varias entidades federativas, la soberanía del Estado ha sido seriamente, persistentemente vulnerada y, más aún, esa soberanía le ha sido arrebatada al Estado mexicano por el crimen organizado.

En amplias zonas claramente delimitadas de Sonora, Chihuahua, Tamaulipas, Sinaloa, Jalisco, Colima, Michoacán, Guerrero, Morelos, Veracruz, Guanajuato, Puebla y Veracruz no impera el supuesto poder supremo del Estado mexicano, sino el sanguinario poder de los cárteles. Allí el Estado ha perdido soberanía…

CALDERÓN Y PEÑA…
Cuando Felipe Calderón envía el ejército a Michoacán, lo hace por dos razones fundamentales: porque se lo pide el gobernador Lázaro Cárdenas Batel (hoy jefe de asesores de la presidencia), y porque buena parte del territorio michoacano es “dominio soberano” de los caballeros templarios y de los zetas.

Básicamente, lo que intenta el gobierno de Calderón es recuperar la soberanía en esos territorios perdidos para la ley y el orden.
No tenía opción; estaba obligado a ello.

Que lo hace mal política, estratégica y tácticamente, ese es otro asunto.
No obstante, del 2009 a mediados del 2014, esa guerra se empieza a ganar: las gráficas estadísticas oficiales muestran una disminución sostenida y considerable en el número de asesinatos violentos.

Entonces, Peña Nieto decide “reencausar” la estrategia en la lucha contra los cárteles y sucede lo previsible: el número de muertes violentas vuelve a incrementarse, en una tendencia que del 2015 a la fecha viene en asenso imparable y aciago…

LOS MALOS…
Hoy tenemos el cambio de estrategia implementado por el presidente López.
Fin a la guerra; cese a la persecución y captura de los grandes jefes de los cárteles; política de “abrazos y no balazos”, de “becarios y no sicarios”; de “acusarlos con sus abuelas y sus mamacitas”; de no “de apagar el fuego con el fuego”; de “el crimen organizado tambien es pueblo”, etcétera.

Está demostrado, aquí y en China, que toda concesión, toda declinación en el uso de la fuerza del Estado, toda tregua unilateral por parte del gobierno, es percibido por los criminales como debilidad o señal de capitulación.
Los malos son malos deveras.

La moral, la ética, la compasión, el respeto al derecho ajeno y a la vida de sus prójimos son valores totalmente ajenos a su concepción del mundo, a su juicio existencial y a su predilección de vida por la violencia y el crimen…

LA INFAMIA…
“Los canallas que perpetran la infamia de ametrallar a un niño que huye carecen de la más ínfima percepción del dolor humano. No sienten. No comparten ningún rasgo humano con sus semejantes (…) ¿De dónde salió esa gente? ¿Cómo llegó a estar aquí, entre nosotros, pisando el mimo suelo y respirando el mismo aire? ¿Qué hacemos con ellos? ¿Cómo los neutralizamos” ¿De qué manera logramos que dejen de cercenar los cuellos de sus víctimas o de despellejarlas…?”. Román Revueltas Retes…

PODER LEGÍTIMO…
No a la guerra y atacar las causas de la violencia, la delincuencia y la criminalidad, es la política declarada por el gobierno de AMLO.

Las causas son múltiples y arraigadas; son causas históricas, políticas, sociales, económicas, estructurales, jurídicas, educativas, folclóricas, culturales, tradicionales, costumbristas, etcétera.
Atacar las causas es buscar la solución de fondo, cierto. Y hay que hacerlo.

Pero es un proceso que llevará años, décadas; atenidos sólo a él, resultados tangibles y plausibles no se verían en este sexenio.
(Aparte: pobreza y desigualdad son SOLO UNA entre las muchas causas de la violencia criminal, y NO la más importante. Está demostrado).

De ahí que sea preciso, junto con esa política de fondo de mediano y largo plazo, ejecutar una estrategia paralela de contención, de control y reducción del poder del crimen organizado por medio del poder legítimo del Estado, que ha cedido soberanía territorial a los cárteles.

El Estado Mexicano tiene el poder suficiente para hacerlo; de eso no hay duda.
Pero Calderón no pudo y Peña no supo o no quiso.
¿Qué es lo que viene…?

TRUMP Y LOS MONSTRUOS…
En este espacio de Rumbo Nuevo, por allá de marzo – abril, en plena crisis por la exigencia de Trump de que se le cerrara drásticamente el paso a cientos de miles de migrantes (cumplida con creces por el gobierno), le adelantamos: “hoy es el asunto de la migración, antes de fin de año vendrá la segunda demanda: frenar al crimen organizado”.

Ya llegó. Disfrazada del ofrecimiento de apoyo y auxilio “para borrar del mapa a esos monstruos”, pero ya está sobre la mesa.
El New York Times, el Wall Street Journal, el presidente del Comité de Servicios Armados del Senado, John Cotton, coinciden en esta amenazante apreciación: “Si México no puede, debemos intervenir”.

Apreciación que debe preocuparnos profundamente a todos, empezando por el presidente López Obrador.
México será de nuevo el tema axial en la campaña de reelección de Trump.
Vienen presiones muy duras.
Esto apenas empieza…

NUMERALIA Y MUERTE…
En todo el mundo, la violencia se mide por el número de homicidios por cada 100 mil habitantes.
Javier Tello Díaz aporta esta sucinta historia de la violencia en México a partir de 1934.
Entre paréntesis los nombres de los presidentes en turno. (Cierre de sexenio).
1934 (Abelardo Rodríguez): 40 por cada 100 mil habitantes.
1940 (Lázaro Cárdenas) : 68 p/c 100 mil h.
1946 (M. Ávila Camacho) : 48 p/c 100 mil h.
1952 (Miguel Alemán) : 38 p/c 100 mil h.
1958 (A. Ruiz Cortines) : 31 p/c 100 mil h.
1964 (A. López Mateos) : 22 p/c 100 mil h.
1970 (g. Díaz Ordaz) : 10 p/c 100 mil h.
1976 (L. Echeverría) : 16 p/c 100 mil h.
1982 (J. López Portillo) : 20 p/c 100 mil h.
1988 (M. De la Madrid) : 23 p/c 100 mil h.
1994 (C. Salinas de G.) : 21 p/c 100 mil h.
2000 (E. Zedillo P de L) : 13 p/c 100 mil h.
2006 (V. Fox Q.) : 8 p/c 100 mil h.
2012 (F Calderón) :23 p/c 100 mil h.
2018(E. Peña Nieto) : 29 p/c100 mil h.

Por supuesto, las variables de las cifras son todas explicables (labor que excede los límites de este espacio); por ejemplo: la cifra más alta, la del sexenio de Cárdenas, se dilucida por la reforma agraria y los graves conflictos por el reparto de tierras, que causó muchas muertes.
En tanto, los números son elocuentes en sí mismos ¿cierto..?

AIRES DEL TRÓPICO…
El PIB nacional se obtiene de la suma del PIB estatal de las 32 entidades federativas.
El PIB nacional creció en promedio 2.5% en lo últimos cinco años.
En ese lapso, 18 estados tuvieron crecimiento, de un mínimo, como Veracruz (0.5%), a un máximo, como BCS (6.8%).
El Top 6 de los que mas crecieron lo conforman BCS con 6.8%.
Quintana Roo con 4.3%.
Aguascalientes con 4.1%.
Yucatán con 3.7%.
Guanajuato con 3.6%, y
Querétaro con 3.5%.
14 estados sufrieron un decrecimiento en su PIB en esos cinco años.

Marcadamente todos los del sur/ sureste. (con excepción de Yucatán).
Entre estos, Tabasco y Campeche, presentan números dramáticos: ¡menos 5.5 en promedio anual de 2014 al 2018!

¡Una caída de 30% del PIB estatal en el quinquenio!
Un saldo trágico, sin duda. Claro, el desplome de la producción petrolera es la causa explícita.

(Información de Enrique Quintana en El Financiero: 9-11-2018).
El dato: si el PIB nacional promedio en el lapso referido se hubiese medido excluyendo a los estados del sur-sureste, el crecimiento del PIB nacional sería de ¡4.5%…!

INFORME…
Tal es el marco, la realidad económica, el piso sobre el cual el gobernador tabasqueño, Adán Augusto López Hernández, rinde su primer informe de gobierno.
Por cierto, allá en la mera tierra de AMLO, suceden cosas importantes que poca o nula resonancia tienen aquí en Tenochtitlan.

Si el combate a la corrupción es la principal bandera de la 4T, allá en Tabasco al parecer va en serio el asunto.
El Congreso reprobó las cuentas públicas del 2018 del poder ejecutivo, del poder judicial ¡y de 12 ayuntamientos!

La sociedad tabasqueña exige que Arturo Núñez y la cogobernadora de facto durante su sexenio, su esposa Ana Lilia Pérez, sean juzgados y sentenciados.
El monto no comprobado en la cuenta del ejecutivo estatal del 2018, es de 4 mil 500 millones de pesos.

En tanto, el gobernador AALH inauguró este domingo un procedimiento que debiera ser la norma para todos los gobernantes, incluido el presidente de la república: presentar el informe de gobierno ante el Congreso y quedarse a responder todas las preguntas de los diputados, aclarar sus dudas y, lo más importante, abandonar la proverbial soberbia del ejecutivo ante los otros poderes, descender al ágora pública, dar muestra fehaciente de respeto e igualdad ante los poderes legislativo y judicial al instaurar una práctica democrática meritoria y que, insístase, debiera ser la norma: rendir cuentas cara a cara y sin eludir cuestionamientos.

Por allá anduvo el presidente el fin de semana.
¿Fue testigo del primer informe de Adán augusto…?

“Para entender a un gobierno, sólo hay que hacer el listado de sus fobias”.
J. E. Maranta.

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