Mascarriel
Mario Ibarra *AMLO: informe y valoración… *Una historia tabasqueña… El presidente López anuncia un nuevo informe para el 1 de diciembre próximo, al cumplirse un año de que se cruzó la banda presidencial. Importa el tamiz, porque nadie duda de que AMLO empezó a gobernar este país, si no el 2 de julio del año […]
30 de septiembre de 2019

Mario Ibarra

*AMLO: informe y valoración…

*Una historia tabasqueña…

El presidente López anuncia un nuevo informe para el 1 de diciembre próximo, al cumplirse un año de que se cruzó la banda presidencial.

Importa el tamiz, porque nadie duda de que AMLO empezó a gobernar este país, si no el 2 de julio del año pasado, sí, con toda seguridad, desde el 1 de septiembre en que se instaló el nuevo Congreso de la Unión, de mayoría morenista.

Hemos sostenido en este espacio de RUMBO NUEVO que el lapso de un año de gobierno, apenas empieza a ofrecernos elementos sólidos y claros para formarnos los primeros juicios de valor de ese gobierno.

O sea: este 1 de diciembre, luego de escuchar al presidente y de contrastar sus datos, sus cifras y sus números con la realidad podremos, insístase, establecer nuestras primeras valoraciones macizas, objetivas, contrastables.

Podemos hoy, sin embargo, adelantar resultados.
Por ejemplo, el crecimiento del PIB en este primer año de gobierno será de cero o muy cercano a cero.

¿Qué tanta responsabilidad tiene el gobierno de AMLO en ese nulo crecimiento?
Esperemos a escuchar y leer el informe del 1 de diciembre.
Pero de que hay parte de responsabilidad, indudablemente la hay.

Cierto, crecimiento no equivale a desarrollo de manera axiomática.
Sí, pero sin lo primero, lo segundo es imposible.
En entregas anteriores nos hemos preguntado aquí qué deben hacer el presidente y su administración para que haya crecimiento y su proyecto de la 4T pueda realizarse, al menos parcialmente.

Bueno, deben tomarse grandes decisiones.
El 2020 será un año sumamente difícil, y creceremos tan poco o nada como en este…si el presidente no asume esas definitorias determinaciones de inmediato.
Las empezamos a enumerar en las próximas entregas…

Aires del trópico…
Bueno, ahora que la rememoro junto con dos viejos amigos tabasqueños, dispuestos frente a sendos tequilas en la centenaria cantina “EL Mirador” que, no obstante sus más de cien años, sigue siendo de lo mejor en su ramo aquí en Tenochtitlan.

Ahora, digo, pareciera una historia vieja, acontecida ha muchos años.
Podemos incluso arrancarla en el año 2000, o en el 2006 o en el 2012, a gusto del cliente.

En el 2000, por ejemplo. En Aquel año, dos tabasqueños armaban gran alboroto en las grandes carpas de la política: Andrés Manuel López Obrador y Roberto Madrazo.
Ambos habían ganado notoriedad a partir del pleito y la competencia política personal que iniciaron 1988.

Esa competencia se intensificó en 1994 cuando ambos compitieron por la gubernatura de Tabasco.
Ganó Madrazo la elección.

Esteban Moctezuma, entonces secretario de gobernación con Ernesto Zedillo, estuvo a punto de quitarle la gubernatura.
Andrés Manuel ganó más fama aún oponiéndose con todo a la toma de posesión de Madrazo y armando luego un tremendo espectáculo en el zócalo capitalino, exhibiendo las pruebas documentales, según su versión, de un mega fraude electoral de Madrazo y del PRI, que habrían gastado algo así como 70 millones de dólares en esa elección tabasqueña.

Del plato a la boca…
A mediados del 2000, AMLO aspiraba al gobierno del DF y Madrazo rumiaba su fracaso de ser candidato presidencial. Un contemporáneo de ellos, llamado Arturo Núñez, se sentía ya candidato del PRI a la gubernatura de su tierra, su sueño de toda la vida.

Y es que, como se acostumbraba, ya tenía en la bolsa la promesa del candidato presidencial priísta, Francisco Labastida y del presidente, Zedillo de que la candidatura era suya.

Pero hete aquí que Madrazo no estuvo de acuerdo (se vengaba así de Zedillo y de Labastida que le habían escamoteado la candidatura presidencial a la mala, según él), y Núñez se quedó chiflando en la loma y con una enorme tristeza y frustración.
Muchos de sus paisanos lo dieron por políticamente acabado…

La buena fama…
Luego del 2006, Núñez se acercó a Obrador, que después de haber perdido la elección presidencial en ese año (resultado que AMLO y los suyos nunca aceptaron) estaba más dispuesto que nunca a ser un día presidente de México.

Desde luego, el tabasqueño era la figura emblemática y decisiva en el PRD de entonces, y en el 2012 fue por su segunda intentona de llegar a palacio nacional, y de paso puso a Núñez de candidato a la gubernatura de Tabasco, por una alianza encabezada por el PRD.

Ahora fue Enrique Peña el que derrotó en las urnas a Obrador, pero Arturo Núñez coronó su viejo anhelo de ser gobernador de Tabasco.

Ganó con amplitud; la gente de Tabasco estaba contenta y quienes habían votado por él se mostraban entusiasmados.
Lo cierto es que Núñez había desarrollado una brillante carrera en el antiguo régimen priísta.

Dos veces subsecretario de gobernación, con un magnífico desempeño en ambas ocasiones.
Director Colegio Nacional Electoral. (Antecedente del INE). Diputado federal y líder de su fracción y de la mayoría partidista en esa legislatura.

Apreciado, prestigioso, con trayectoria de honestidad, con fama de inteligente…los tabasqueños estaban en verdad muy alegres cuando arrancó el 2013

El gozo al pozo…
Antes de seguir rememorando esta historia con usted y con estos dos estupendos amigos míos, más tabasqueños que el pozol, el guau asado y el pato en chirmol, le presumo lo que hemos pedido para compartir al centro: un tribilín -cubos de filete fresco, camarón grande y abulón recién bajado del avión directo de Ensenada, todo cocido en limón, y aderezado después al estilo Mirador; pedimos unas creadillas en salsa verde estilo Toluca; pedimos lengua de res estofada y en rebanadas, pedimos un costillar de cordero a la griega, eso para empezar; vamos a rociar esas delicias con un Gaudium Gran Reserva del 2009, que es un Rioja verdaderamente fastuoso…

Bueno, decíamos que los tabasqueños arrancaron el 2013 optimistas y contentos: estaba seguros que con Arturo Núñez saldarían un sexenio que entre desastres naturales y un pésimo cierre de gestión por parte de Andrés Granier (su último trienio resultó calamitoso), les había tratado bastante mal.

Creían que con don Arturo habían elegido al mejor gobernador posible.
Ay!, andaban tremendamente errados: no habían elegido gobernador, sino gobernadora…

La profecía….
Hacia finales de los noventa, los Piano Bar estuvieron de moda en Villahermosa.
Eran sitios en verdad agradables, unos mejores que otros, claro.

El ambiente variaba con la clientela y dos de ellos se distinguieron por la característica de sus asiduos: gente conocida y que podía pagar por buenos tragos y atmósfera confortable.

Se compartía compañía, se charlaba, se cantaba y se bebía con un piano como eje ordenador de ese pequeño cosmos nocturno.

En uno de esos, ubicado hacia los suburbios de la ciudad en una zona por entonces en pleno desarrollo residencial y comercial y ubicado en la vía perimetral de una unidad deportiva, en la alta noche de un viernes que ya era sábado alguien, que sabía lo que decía, le dijo a una acompañante de quien esto escribe : “Si Arturo es gobernador, la señora va a tener mucho que ver en su gobierno”. Ojo: eran finales de 1999 y Núñez no fue gobernador sino hasta el 2013…

La almohada pésima…
Hacia mediados del 2014 este tecleador estuvo en Villahermosa. En charla con alguien que conocía muy bien y a fondo el tema, este dijo en la sobremesa de pocos comensales: “es imposible funcionar así: va como ejemplo: a las diez de la noche, en reunión de gabinete se toman decisiones para aplicarse al otro día. Pero muy temprano por la mañana, se nos informa desde la Quinta Grijalva que siempre no, que las instrucciones son otras….”

Con el correr del sexenio quedó en claro que quien mandaba en Tabasco era la almohada –perdón, la esposa del gobernador, Martha Lilia López.

La advertencia profética que el reportero había escuchado 14 años antes en una noche de vino y canto, era una triste realidad para los tabasqueños en el 2014.

Pésima suerte la de los paisanos del presidente López: la terrible inundación del 2007; la debacle del gobierno de Granier; la caída de la producción petrolera y el derrumbe de la economía estatal; y para acabarla de amolar, un gobierno desastroso el ejercido en los hechos por Martha Lilia López con la venia total de su esposo el
gobernador nominal, don Arturo Núñez…

El clamor…
Y aquí arribamos a los más sabroso del relato.
La historia pareciera escrita por Jorge Ibargüengoitia y Vásquez Montalbán, al alimón.
Sucede que después de sus hazañas tropicales, la pareja Núñez-López decidió poner agua de por medio y se fue a hacer las Españas. Allá vive.

En el inter, se las agenciaron para dejar a uno de sus hijos nada menos que como alcalde de una de las demarcaciones más importantes de CDMX, amparado bajo el sello de MORENA.

En Tabasco, la mayoría de la actual legislación es morenista.
Plegándose al clamor de la sociedad tabasqueña -–y no es retórica, la exigencia de que la actual administración investigue, llame a cuentas y castigue si ha lugar los presuntos desfalcos y/o peculados del gobierno de don Arturo y su señora y de algunos de sus funcionarios es un clamor unánime.

Así, los diputados han puesto manos a la obra.
Ya investigan, y han empezado por el DIF, en donde al parecer han detectado un faltante de 4 mil millones de pesos….

El muerto inverosímil…
Para adelantar toda investigación sobre el manejo de los dineros públicos en Tabasco en los últimos años, es necesario interrogar al ex secretario de finanzas, Amet Ramos.

Este señor, paniaguado de toda la vida de la señora Martha Lilia, fue, descaradamente, su operador financiero.

Bueno, pues hay que investigarlo.
Pero he aquí que don Amet decidió morirse de la noche a la mañana, sin avisarle a nadie y sorprendiendo a todo mundo.

Antes de 24 horas fue incinerado.
A ciencia cierta -Ciencia Cierta-, nadie sabe de qué murió.

Recientemente circuló un supuesta acta de defunción en medios y redes de Tabasco, la cual fue inmediatamente rechazada por el fiscal de ese estado, Jaime Lastra Bastar: “no sirve, dijo, pues no está certificada”.
Para los tabasqueños Amet Ramos es un muerto inverosímil.

Para ellos se trata de una muerte conjetural, y la mayoría afirma que don Amet anda por las Españas, tras los pasos de sus patrones de toda la vida…
Vaya usted a saber. Ni mis dos amigos tabasqueños tienen opinión firme.

Eso sí: dudan que Amet esté muerto…
Hemos ordenado una botella más de Gaudium, pues nos falta el remate espectacular: el cochinillo a la segoviana…

“Si después de Granier y de Núñez despiertas en Villahermosa y no te duele nada, es que estás muerto”.

Dicho por un tabasqueño en la cantina El Mirador. Sn Miguel Chapultepec, CDMX.

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