MASCARRIEL
MARIO IBARRA *AMLO: la 4T y el federalismo… *ADÁN AUGUSTO: peras y manzanas… Nuestro régimen político es la democracia representativa dentro de un Estado Federal. Bueno, al menos es lo que dice la Constitución -y lo que creemos nosotros, cuando acudimos a votar. Nuestra Carta Magna (a la pomposidad le encanta esta denominación) especifica que […]
29 de julio de 2019

MARIO IBARRA

*AMLO: la 4T y el federalismo…

*ADÁN AUGUSTO: peras y manzanas…

Nuestro régimen político es la democracia representativa dentro de un Estado Federal.
Bueno, al menos es lo que dice la Constitución -y lo que creemos nosotros, cuando acudimos a votar.
Nuestra Carta Magna (a la pomposidad le encanta esta denominación) especifica que somos un Estado Federal, integrado por entidades “libres y soberanas” -los estados-, que de manera “voluntaria” han decidido conformar eso que oficialmente se llama “Estados Unidos Mexicanos”.
Lo anterior no se oye mal, en teoría es algo prístino, sencillo y, para la inmensa mayoría de los mexicanos de hoy, hoy, hoy (hay que pagar impuestos, don Chente), es algo que, pareciera, nos cayó del cielo.
Pero, por supuesto, no es así: atrás, debajo, a los lados y encima del escudo y del himno, de la constitución, del territorio “libre y soberano” de la república mexicana, de la naciones que la componen (seris, purépechas, taraumaras, yaquis, mixtecos, otomís, mayas, chontales etc., etc., etc.), está la historia: eso que nos gusta llamar “la historia de México”.
Historia que nos ha llevado a redactar en la Constitución que “somos un Estado Federal, integrado por entidades libres y soberanas”.
Pero ¿hasta dónde, en qué medida es cierto eso?
Veamos…

LA CHICANADA…
Le preguntan al presidente López Obrador qué opina sobre lo que acontece en Baja California, en donde el Congreso ha reformado la constitución estatal para alargar el periodo de mando del gobernador electo, Javier Bonilla, de 2 a 5 años.
Don Andrés decidió no ser específico en su respuesta, y remitió el asunto a las instancias correspondientes, la SCJN en este caso.
Pero aquí viene lo bueno: los reporteros insistieron sobre el asunto, y el presidente dijo dos cosas que ha menester apuntarlas y recordarlas y recurrir a ellas, porque será necesario al corto y mediano plazo:
Dijo, respecto a la decisión de los diputados de Baja California, que él no estaba de acuerdo, como ciudadano; y cómo presidente, se le “caería la cara de vergüenza” sí, como se acostumbrara en el antiguo régimen, la chicanada de los diputados bajacalifornianos hubiese contado con la venia previa del presidente.
En suma: como presidente se deslindó del hecho, precisamente en respeto a la soberanía del estado de B.C. y como ciudadano lo reprobó…

EL FONDO…
Pero el asunto, como diría Gil Gamés, tiene complejidades, y tiene honduras, y nos atañe a todos, a los tabasqueños, a usted y a mí, a todos.
Imaginemos que siguiendo la lógica política y jurídica de los diputados norteños, mañana o pasado el Congreso de Tabasco decidiera ampliarle el periodo al gobernador López Hernández por otros cuantos años. (Ponemos como referencia a Tabasco por ser la patria chica del presidente de la república, pero el tema es válido para todas las entidades, incluida la CDMX, por supuesto).
¿Qué pasaría?
Apúntese: no se estaría hablando de reelección, sino de ampliación del periodo constitucional del gobierno del estado.
¿No son los estados de la república “libres y soberanos”?
Entonces ¿Pueden o no pueden reformar su constitución estatal cuando así lo consideren pertinente o necesario o simplemente cuando se les hinchen las pelotas?
Ese ese el fondo del asunto: ¿son en verdad “libres y soberanos los estados” para reformar sus constituciones a su real contentillo?
A ese respecto el presidente López Obrador añadió otro punto para la reflexión: “es que ya no es como antes” dijo…

LA PATRAÑA…
¿Y cómo era antes?
Bueno, que no se movía una hoja del árbol de la república si el presidente en turno, el monarca sexenal, no lo autorizaba.
Desde Lázaro Cárdenas hasta Carlos Salinas de Gortari, la suerte de los gobernadores de los estados dependía del emperador de Los Pinos; duraban en su puesto el tiempo que este decidía.
Los gobernadores, que le debían su puesto al presidente, dependían por completo de él, y a sus respectivos estados les iba tan bien, mal o regular según su relación con el tlatoani en turno.
¿Cuál federalismo entonces?
¿Dónde, de qué modo, podían existir los estados “libres y soberanos”?
El federalismo mexicano fue, en los 60 años que corrieron de Cárdenas a Salinas de Gortari, una mera entelequia, una patraña, mero texto constitucional sin vigencia alguna, una simulación, un engaño…

LA REVELIÓN…
La situación empezó a cambiar cuando Ernesto Zedillo fue improvisado como presidente luego del asesinato de Luis Donaldo Colosio.
En septiembre de 1994, ya siendo Zedillo presidente electo -y Esteban Moctezuma su Secretario de Gobierno designado, Andrés Manuel López Obrador, a la sazón candidato al gobierno del estado de Tabasco, apoyado por Agustín Pincheti, Santiago Creel, Miguel Angel Granados Chapa y Adolfo Aguilar Sinzer, entre otros, denunció que el candidato del PRI, Roberto Madrazo, preparaba un fraude electoral de grandes dimensiones. Las elecciones en Tabasco serían en noviembre de ese año.
Ahí, Esteban Moctezuma se comprometió con AMLO -y con los testigos ahí presentes-, que si Andrés Manuel demostraba fehacientemente el fraude, Madrazo no sería gobernador.
(De esa reunión hay testimonio escrito: el libro “Vamos a ganar, la lucha de Cuauhtémoc Cárdenas por el poder”, de Adolfo Aguilar Sínzer, publicado a finales de 1995).
Bueno, realizadas las elecciones tabasqueñas, AMLO demostró, a criterio de Zedillo, Moctezuma y los testigos del acuerdo de septiembre, que Madrazo había rebasado con mucho los gastos legales de campaña, azas de manipular de diversas maneras el proceso electoral.
Y como lo acordado es deuda, ni tardos ni perezosos, Zedillo y Moctezuma se dispusieron, en enero del 95, a suprimir a Madrazo como gobernador.
Sólo que este no se dejó.
Así, en Tabasco, la mera tierra del presidente López, por vez primera en 60 años de PRI-Gobierno, un mandatario estatal electo (las formas son otro asunto) se le reveló al Poder Presidencial…si: con mayúsculas….

LA LETRA MUERTA…
Paradojas de la historia: Tabasco terminó de facto con la dictadura presidencial respecto a los gobernadores; Madrazo y Obrador fueron candidatos presidenciales en el 2006 –quedándose AMLO a 200 mil votos del triunfo, y ya sabemos el resto.
Zedillo no tuvo más remedio que ir a Tabasco, alzarle la mano a Madrazo y decir que “gobernarían juntos hasta el 2006”; no intentó remover a ningún otro gobernador.
Fox tampoco, y en su sexenio, los gobernadores priístas, gran mayoría, crearon la CONAGO para confrontar y negociar con la presidencia.
Pero el federalismo (que viene del latín “foedus”: acuerdo, convenio, pacto) que es la práctica del Estado Federal, sigue siendo en México más teoría y letra muerta que un verdadero convenio entre iguales, una verdadera alianza entre entidades “libres y soberanas”.
De ahí la importancia de lo dicho en una de sus mañaneras por el presidente López cuando se le inquirió sobre el albazo legislativo en Baja California: “es que las cosas ya no son iguales –dijo-, es que ahora ya no se consulta al presidente para cosas así…”
¿Quiere esto decir que con la 4T el federalismo será por vez primera en nuestra historia algo real, funcional, cierto y justo…?

LA DEGENERACIÓN…
Y es que, el asunto de B.C., que llegará a la SCJN, será, entre otras cosas, una interpretación de la realidad y vigencia del federalismo mexicano.
Cierto, la causa de la Litis es despreciable: se trata de la vulgar ambición de Javier Bonilla, quien desde que se postuló a gobernador, tenía planeado extender su mandato legal de 2 a 5 años.
Se trata de que los diputados que le cambiaron la constitución a su antojo, lo hicieron por algo, que podría ser algo tan concreto como un millón de dólares por choya, según versiones.
(Lo cual es un ejemplo –uno más entre miles, de la degeneración de política).
Especialistas consultados por Mascarriel, exponen que existe la posibilidad de que los abogados de Bonilla demuestren que la decisión del Congreso local estuvo apegada a derecho, y que la soberanía estatal valida la reforma constitucional.
En las naciones con estados federales -una minoría en el mundo- hay normas jurídicas para todo el territorio y otras para los estados; las leyes estatales no pueden contradecir a las federales y la facultad de interpretar la constitución es de la federación, a través del poder judicial.
¿Qué sucederá? Quién sabe. “Es que las cosas ya no son iguales”, respondió AMLO cuando le preguntaron sobre el asunto…

4T…emas:

1. En el segundo trimestre del 2018, las pérdidas de PEMEX sumaron 163 mil 172 millones de pesos.
En el mismo lapso en 2019 fueron de 52 mil 172 millones de pesos. ¡68% menos en pérdidas!
Y con menores ingresos: 376 mil 648 millones en este año, contra 436 mil 174 millones en el 2018.
¡Y con un descenso de 10.2 en la producción! ¿Cómo carajos le hicieron…?

2. Enseñanzas de la historia: “sin capitalismo no hay riqueza; sin riqueza no hay impuestos; sin riqueza e impuestos no hay estado de bienestar; y sin estado de bienestar -o algo que se le vaya pareciendo-, no habrá 4T…

3. Para ello es necesaria la economía de mercado estrictamente regulada y con inclusión social; un Estado recaudador del 30% del PIB; un Estado eficaz y equitativo en la redistribución de la renta nacional; un Estado que garantice estado de derecho, certeza jurídica y movilidad social…

4. Le apuntamos en este espacio que Emilio Lozoya no pisaría la cárcel. La perspectiva varía con el arresto de su madre. Le dieron donde deveras duele. Se defenderá con todo. Lloverá un diluvio de lodo. Donde menos se esperaba, surgió un guerrero. Lozoya está decidido a morir peleando…

AIRES DEL TROPICO…
Que esto y que lo otro, la refinería de Dos Bocas va. “Pésimo negocio”, insisten los críticos de la decisión presidencial. “Es una inversión necesaria y nos hará autosuficientes en el abasto de gasolina y diésel”, contestan los voceros de la 4T. Hacia el 2024 sabremos quienes tenían la razón. Pero, mientras son peras o son manzanas, el Tabasco que gobierna Adán Augusto López Hernández recibe una inyección económica que ya la quisieran el resto de los estados de la república. Y vaya que la economía tabasqueña la necesita, luego de 6 largos años de aguda recesión económica. La derrama será inmediata, luego del inicio en firme de las obras de construcción, una derrama que irrigará a todos los sectores de la economía estatal. “Promesa cumplida”, les dirá AMLO a sus paisanos…

“La paciencia es amarga, pero sus frutos son dulces”.
J.J. Rousseau.

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