Mascarriel
Mario Ibarra * AMLO: narrativa de la 4T… *Adán Augusto: reclamo de pares… Como no queriendo, ya van seis meses. O sea: Andrés Manuel López Obrador está en un tris de consumir el 10 por ciento del tiempo de su presidencia. Pareciera, sí, que es mayor el lapso transcurrido. Y esto tiene basamento real, pues […]
27 de mayo de 2019

Mario Ibarra

* AMLO: narrativa de la 4T…
*Adán Augusto: reclamo de pares…

Como no queriendo, ya van seis meses.
O sea: Andrés Manuel López Obrador está en un tris de consumir el 10 por ciento del tiempo de su presidencia.

Pareciera, sí, que es mayor el lapso transcurrido.

Y esto tiene basamento real, pues no hay que olvidar que AMLO empezó a gobernar, en buena medida, el día siguiente de ganar la elección presidencial.

Pero el ritmo que el tabasqueño le ha impreso a su gestión sido ha raudo, vertiginoso incluso, lo que acentúa la sensación de que tiene mucho más de 6 meses mandando desde Palacio Nacional.

Y bueno, el propio Obrador lo ha dicho muchas veces, y lo acaba de reiterar en Balancán: tiene prisa en avanzar lo más posible en los cambios radicales de la 4T, por si “la mafia del poder vuelve (que) no puedan fácilmente revertir todo lo alcanzado” por su gobierno…

Las decisiones…
No se debe intentar calificar a un gobierno por su realizaciones en 180 días.

Sobre todo en el caso de un cambio de régimen, tal cual es el propósito manifiesto de la 4T.

Se puede consignar hechos; y no todos, claro, sólo los que aparecen como los más relevantes.

Un listado inevitablemente arbitrario.

Así como al político no se le puede juzgar por sus intenciones y sus planes, no es dable medir un gobierno por sus proyectos y sus decisiones, así estas nos parezcan arriesgadas, temerarias o erróneas.

En política se tasan resultados.

Cuentan los efectos, no las causas.

En la 4T, a 180 días de gobierno, tenemos promesas, planes, proyectos, decisiones; grandes, controvertidas, atrevidas, incluso temerarias decisiones.

En política, una decisión es un hecho…sólo mensurable en el tiempo, al corto, mediano o largo plazo.

Así, los hechos más importantes que pueden contársele al presidente López, son sus decisiones…

Los efectos…
La más notorias serían la cancelación del NAIM y la improvisación de Santa Lucia; el tren Maya y la refinería de dos Bocas; la Guardia Nacional y la contrarreforma educativa., la Ley se seguridad, la derogación de la facultad presidencial de condonar impuestos; la puesta en marcha de sus políticas asistenciales -dinero en efectivo a ninis, adultos mayores, becarios, campesinos etc.,- y su política de austeridad; el innegable desabasto en el sistema nacional de salud y la violencia y la inseguridad crecientes…

Y por ahí nos podríamos ir día a día enumerando hechos grandes, medianos pequeños en el cuento de nunca acabar. Hechos, subráyese, que no pasan de la condición de decisiones recién tomadas y cuyos efectos están por verse

La narrativa…
Pero si de señalar se trata lo más relevante e importante en los 6 meses del gobierno de AMLO, ello es sin duda lo que debemos llamar “La Narrativa de la 4T”.

Esa ha sido la principal ocupación y preocupación del presidente y lo seguirá siendo cuando menos hasta la mitad de su mandato.

Aunque los primeros resultados positivos los obtendrá este próximo domingo, cuando MORENA le quite al PAN las gubernaturas de Baja California y de Puebla, y con una muy buena cosecha de alcaldías y diputaciones locales en Durango, Aguascalientes y Quintana Roo…

La película…
¿Cuál es el título de la película; o sea: la narrativa de la 4T?
El título es “La lucha del pueblo bueno y justo contra la mafia del poder y los fifís”.

AMLO sabe algo esencial: que para poder ejercer el poder, para lograr que el pueblo lo siga, el guía necesita del mito.

Las civilizaciones, las naciones, los pueblos todos, precisan de un mito fundacional.

(Se utiliza aquí el concepto de Mito en la acepción antropológica que le daba Claude Levi-Strauss).

¿Hasta dónde este saber es intuitivo y hasta donde es algo razonado y deliberadamente aplicado en AMLO?, difícil saberlo. Habría que preguntárselo.

Para mejor entender la tesis, recurramos a lo de hoy: “Game of thrones”.

Tyron Lanister, quizá el personaje más emblemático de la exitosísima serie, sintetiza su filosofía política: “Qué es lo que une a los pueblos? ¿los ejércitos? ¿el oro? ¿las banderas? ¡No! Nada hay más poderoso en el mundo que un buena historia!”

El mito…
“En el principio fue el verbo”. ¿Qué es la Biblia sino el conjunto de fascinantes historias entrelazadas por la magia de la narración lineal?
¿El Chilam Balam y la mitología mexica y la quechua, que son? Historias, mitos…

La historia oficial que nos enseñan en las escuelas y que configura nuestro carácter de nación y nuestra identidad ¿qué es? Un cuento, un mito hecho a modo con dosis de verdad, dosis de mentira y dosis de invención.

Yohal Noah Harari, autor de “Homo Sapiens” lo dice con exactitud: “La gran cualidad humana es crear realidad con palabras; la civilización y sus instituciones son primero un cuento, un mito, una historia”

Narrar lo que soñamos ser, esa es la condición humana. La tribu original alrededor de la hoguera inventándose un origen y un destino, narrándose a si misma…

De ahí viene la Biblia; de ahí vienen Homero y la mitología Grecolatina y los demás mitos fundacionales de todas las civilizaciones…

La fe…
Esto lo sabe, intuitiva y conscientemente Andrés Manuel López Obrador.
Sabe que la 4T, si llega a cuajar, prevalecer y perdurar, tiene que ser antes que nada una narrativa.

Permanente, constante, inventiva, fascinante si se puede, a la manera de Sherezada y sus Mil y una noches.

No es que AMLO embauque a sus fieles, no.

No es que les dé atole con el dedo, no.

El primero que cree, más que todos y con fe patente y contagiosa en la narrativa de la 4T es su autor: Andrés Manuel.

(Pero tiene los pies en la tierra, por eso una y otra vez se refiere al posible regreso de la mafia del poder…

Las batallas …
Para Obrador, la 4T debe ser la narrativa de los vencedores; el 1 de julio del 2018 se ganó una gran batalla, pero no la guerra.

Por eso en las mañaneras aparecen un día sí y otro tambien lo fifís, los conservadores, la mafia del poder: el “enemigo” no está aniquilado, ni manco ni tullido.

(Toda narrativa mítica precisa de héroes –la 4T en este caso-, y de enemigos: los fifís).

De ahí lo imprescindible de las mañaneras: si el relato se detiene, la 4T vacila, peligra. (Sherezada).

De ahí el error de los críticos y “analistas” que le piden al presidente que ya se baje de la campaña y empiece a gobernar.

No entienden ni a Obrador, ni a su proyecto ni a su “mística”.

Para él las dos cosas son lo mismo: gobierno es movimiento: campaña.

Otrosí: la 4T es movimiento perpetuo con su narrativa incesante, continua.

Narrativa que está cuidadosamente articulada: los hechos y las palabras se corresponden; sus “valores”, “principios” e “ideales” toman cuerpo: la cancelación del NAIM y Los Pinos convertidos en espacio público; el Tren Maya y el Instituto para devolverle al pueblo lo robado; la refinería en dos Bocas y la decisión de entregarle a la población de Cochuapa, Gro (el municipio más pobre del país) el producto del remate de los autos de lujo incautados a una banda de hackers en Guanajuato etc., integran, junto con el discurso de las mañaneras y las arengas en las giras de fin de semana del presidente, la narración de la 4T: “la historia de la lucha del pueblo bueno y justo contra los fifís y la mafia del poder…”

(Ojo: no cantamos aquí el panegírico de la 4T; intentamos mostrar sus más recónditos resortes, su mecanismo de fondo…)

“El Salvador…”
Veámoslo desde otro ángulo: Donald Trump hace lo mismo; con otros medios (twiter en vez de mañaneras), con otro estilo, con otra retórica, con otra “ideología” si se quiere, pero en lo sustantivo es lo mismo.

Y ahí va, encarrerado a reelegirse en el 2020.

Miremos la misma película pero en negativo: Peña Nieto.

Ganó la presidencia bien, sin sombra de dudas; tenia legitimidad y, en el inicio de su gobierno, un buen promedio de popularidad y aprobación.

Sorprendió a todo mundo con el Pacto por México.

Time le dio su portada y lo bautizó como “el salvador de México”.

Las reformas de Peña, bien aterrizadas, eficazmente aplicadas, efectivamente desarrolladas pudieron, en el lapso de dos sexenios, poner a México entre los países desarrollados. Tal era su potencialidad.

Sólo que Peña ignoraba lo que Obrador sabe de sobra (asaz de su enorme talento narrativo): que un proyecto político sin narrativa, una obra de gobierno que no sepa contar a diario su propia historia, su propio mito (el PRI lo hizo de Lázaro Cárdenas a Carlos Salinas), no tiene futuro.

A mediados de su sexenio, Pablo Hiriart le señaló a Peña su caída en las encuestas; “Es el camino seguro para entregar el poder”, le dijo. “No gobierno para las encuestas”, fue la respuesta de Peña.

Nunca supo Peña Nieto que un proyecto, un plan y una obra de gobierno tienen que venderse todos los días.

No supo que es absolutamente necesario que la gente te la compre a diario (y mejor si es tempranito, como en las mañaneras).

Y para ello es menester explicárselas cotidianamente.

Eso es comunicación presidencial. Eso es una narrativa.

Por supuesto: quien se apoderó de la narrativa (en negro) del gobierno peñista fue AMLO: neoliberalismo, mafia del poder, corrupción, Ayotzinapa, gobierno represor…

Y ahí están los resultados…

(Ojo: en lo arriba escrito, la palabra Mito NO ha sido empleada, de ninguna manera, como sinónimo de mentira, quimera, leyenda, falsedad, ficción, utopía, fantasía, etc., que es el uso que coloquialmente se le da. Al contrario, se ha recurrido a ella en la connotación usual de la antropología estructural –de ahí la referencia a Levi-Strauss-, de narración, memoria, historia, relato popular, relato tradicional etcétera).

La baraja…
Variedad de bastos, oros, espadas y copas para el conquián:

-De oro: derogación de la facultad presidencial de condonar pago de impuestos. De Calderón a Peña el gobierno le “perdonó” 400 mil millones de pesos a algunos de los ricos más ricos. Irresponsabilidad de funcionarios…Un insulto a la sociedad. Aplausos.

-De bastos: 24 estados de la republica padecen desabasto de medicinas, desde Oaxaca (60%) a Nuevo León (6%). Hacienda libera recursos retenidos por más de 2 mmdp. ¿Era necesario estirar la cuerda así?

-De copas: 2 mil 792 asesinatos en abril; 2% menos que en el mismo mes el año pasado. Pero ojo: el dato es Guerrero. En abril, el número de asesinatos en esa entidad bajó 44%. 51% en Acapulco; 58% en Chilpancingo; 67% en Iguala; 70% en Chilapa. ¡Por qué? Porque el fentanillo, sustituto sintético de la heroína, ha desplazado a este opiómano en el mercado estadunidense. Hace un año, el kilo de heroína de Guerrero valía 20 mil dólares entregado en la frontera. Hoy lo pagan a sólo 4 mil dólares.

-De espadas: la renuncia de Germán Martínez remite a los hipogeos más íntimos de la 4T. Atención allí.

Aires del trópico …
El presidente le puso su estate quieto rotundo a Evaristo. Eso y más merece. Lo que han mal hecho los alcaldes de Villahermosa bien merece un MASCARRIEL entero. Compromiso.
Este domingo fiesta en (el) Paraiso. La primera piedra de la refinería. La narrativa sigue. Su final es una incógnita.
Por supuesto que Adán Augusto es la envidia de muchos gobernadores. Y con razón de parte de ellos. Pero, se quejan: “ya ni la burla perdona…” (como diría Catón: no entendí).

“Le profit d`un est le dommage de l`autre”.
Montaigne.

Compartir: