Mascarriel
*AMLO: la tarea y la realidad *¡Bótala Adán, bótala…! Mario Ibarra Hoy se cumplen cuatro meses y medio de que Andrés Manuel López Obrador es presidente; pareciera que lleva cuando menos dos años caminando, decidiendo y mandando como tal. Es por el ritmo vertiginoso que le ha impuesto a su gobierno, por su movilidad trepidante, […]
15 de abril de 2019

*AMLO: la tarea y la realidad
*¡Bótala Adán, bótala…!

Mario Ibarra
Hoy se cumplen cuatro meses y medio de que Andrés Manuel López Obrador es presidente; pareciera que lleva cuando menos dos años caminando, decidiendo y mandando como tal.

Es por el ritmo vertiginoso que le ha impuesto a su gobierno, por su movilidad trepidante, por su hipnóptica cuasi ubicuidad.

“Este es un gobierno apresurado, un régimen con demasiadas prisas”, coinciden muchos analistas. Y es verdad. El propio presidente lo dijo en su discurso al cumplirse los primeros cien días de su mandato: “confío que en estos 6 años afiancemos las transformaciones para hacerlas totalmente irreversibles”, puntualizó, palabras más palabras menos. (Cito de memoria).

O sea: de que hay premura, la hay.

Partiendo de ahí, se vuelve totalmente comprensible –y hasta lógica, la casi enfebrecida hiperactividad presidencial.

Ahora bien: ¿esto es bueno, es malo o todo lo contrario?, como diría el clásico.

Está por verse. Lo que tememos patente es que ya está establecido el estilo de gobernar de AMLO; ya está manifiesto el ritmo en que se moverá la 4T; ya están fijados los objetivos concretos del sexenio; y ya está casado el desafío y en marcha el combate contra la realidad.

A pesar de que, por lo dicho anteriormente, pareciera que Andrés Manuel lleva mucho más tiempo en el poder que estos cuatro meses y medio, lo cierto es que esto apenas empieza.

La 4T contra la realidad.

Pero ¿qué tenemos de tangible para formar criterio y cruzar apuestas?

Veamos…

Gobernar…
Gobernar está en chino. En serio: gobernar es la actividad social más difícil que puede enfrentar un hombre o un grupo de hombres.

Volvamos a nuestra imprescindible Enciclopedia de la Política de R. Borja (FCE, México, 2003):

“Gobernar es la doble operación de conducir personas y administrar bienes y recursos del estado…

“Gobernar es no solamente manejar los negocios estatales y proveer los servicios públicos sino también conducir, motivar, alentar, estimular a la sociedad y coordinar y dar coherencia a los esfuerzos dispersos e inconexos de sus miembros para apuntalarlos hacia la consecución de metas nacionales…

“Gobernar es hacerse creer, tener crédito, suscitar confianza. El poder descansa sobre un sistema de creencias. Todo se derrumba si estos títulos desaparecen del entorno del gobernante…

“Gobernar es implantar la obediencia y la disciplina social sin el empleo de la fuerza, suscitar el respeto a los presupuestos básicos de la convivencia, inducir a la gente a trabajar y producir, despertar la solidaridad social…

“La tarea del gobernante no es ver el hoy y el mañana sino el pasado mañana. El estadista no piensa en las próximas elecciones, sino de las siguientes generaciones…

“Este gobernante debe ejercer un liderazgo moral fundado en un conjunto de virtudes públicas y privadas: energía, inteligencia, honestidad, bondad, serenidad, entereza y valor…

“Situado por encima de las pasiones de hombres y partidos, el presidente debe mantener el equilibrio social. Su primer deber es el interés público. Sus decisiones han de buscar el acierto antes que los aplausos; de él se esperan las decisiones adecuadas, y a veces heroicas, en los momentos cruciales…

-Lo anterior, claro, pensando en la democracia como la mejor forma de gobierno.

El cambio…
Sin duda alguna el presidente Obrador suscribiría este catalogo del buen gobierno y del buen gobernante.

¿Están él y su grupo y su partido en esta ruta y esta tesitura?

¿Tienen las capacidades, los talentos, la cualidades, las virtudes, el temple, la inteligencia para hacer de la 4T un gobierno virtuoso?

Preguntas que en cuatro meses de gobierno no pueden ser contestadas.

El poder, decía Lenin, es organización.

Es decir: para ejercer el poder es imprescindible la estructura de mando y ejecución que lo manifieste y lo cumpla.

El 1 de julio, la mayoría voto por un cambio.

El propio López obrador presenta la coyuntura no como un cambio de gobierno, sino como un cambio de régimen.

Se trata, por lo tanto, de desmontar la estructura de poder del viejo régimen y construir una nueva. Tarea formidable. Ardua. Inevitablemente morosa y compleja.

Y como el nuevo grupo, en su enorme mayoría, es ignaro e inexperto en el arte/ciencia de gobernar, tiene que hacer el aprendizaje sobre la marcha, lo que hace la tarea doblemente complicada…

Los Toros…
Esto nos explica lo que hemos visto hasta ahora; la falta de cohesión y acoplamiento.

¿Ejemplos? El presidente enmendándole la plana a su gabinete en las mañaneras.

Que el subsecretario de Hacienda Arturo Herrera dice en Londres que lo de la refinería en Dos Bocas está en veremos…Obrador sale en la mañana y dice ¡se hace!

Que Hacienda -que conforma un buen equipo de especialistas-, adelanta que la economía no crecerá al 2 por ciento del PIB…En presidente responde: ¡claro que creceremos arriba del 2 por ciento!

Que el provecto y siempre despistado titular de la SCT, Jiménez Espriú confiesa que no encontraron pruebas de corrupción en la construcción del aeropuerto en Texcoco…Don Andrés Manuel corrige: ¡por supuesto que sí hubo corrupción!

Que el líder de MORENA en el Senado, Ricardo Monreal, propone aumentar en seis el número de ministros de la SCJN…En su mañanera el presidente aclara: no se necesitan; así está bien la Corte.

Mucho antes del inicio de este gobierno, MASCARRIEL sostuvo que el gabinete presidencial (con muy contadas excepciones), no tiene los tamaños para apuntalar un liderazgo y un proyecto como los de AMLO, y mucho menos la capacidad y el talento para aportarle fuerza, experiencia y capacidad ante un desafío colosal como es la 4T. Ya lo estamos viendo.

¿No es cierto que vemos al presidente operativamente un tanto aislado, muy por encima de sus funcionarios, y teniendo que enfrentar personalmente todos los toros bravos que la realidad le suelta cada día…?

Más pronto que tarde AMLO tendrá que sacarles tarjeta amarilla a sus muchachos y muchachas de MORENA y meterlos drásticamente al orden; demasiado temprano empezaron los pleitos de vestidor.

Pongamos de ejemplo a los senadores y diputados federales de MORENA.

El 95 por ciento de ellos son novatos, debutantes (y malos aprendices, porque no saben que no saben); todos llegaron y están allí por obra y gracia de AMLO; sin él, son nada. (Y el asunto se replica en todos los congresos estatales de MORENA –con la excepción de Tabasco, que es harina de otro costal).

Pues mal: ya empezaron las disputas internas por los cotos de poder y por lo que viene. Ahí está el asunto de Puebla, como botón e muestra. Como nunca han sabido lo que es ser gobierno y ser partido en el gobierno y como son ambiciosos, los novatos se atragantan. Son un problemita hoy; pueden ser un dolor de cabeza mañana…Que tendrá que resolver… ¿quién?…¡Pues AMLO…! (Tiene derecho a la queja de Judas: ¡Caramba, todo yo, todo yo!)

Los Goles…
En suma ¿qué vemos? Un presidente que le hace la chamba todos los días a su gabinete.

Este esquema puede funcionar un rato, pero resultará, inevitablemente, muy desgastante para el mandatario y para su gobierno.

Pero en tanto, la 4T se acaba de apuntar dos golazazazos…

Uno: La guardia Nacional.

Los críticos -lo que AMLO llama “nuestros adversarios”, la “prensa fifí”, “los conservadores”, sostienen que el mando militar operativo de la G.N. , equivale a una militarización de la policía preventiva.

Lo cierto es que estamos ante la única opción.

Y la gente así lo entiende: 67 por ciento aprueba la GN tal y como ha sido constituida.

Se comprende: quienes padecen todos los días la amenaza de secuestros, pago de piso, de asalto con violencia en el transporte público, de asaltos callejeros, de robo en sus casas, no reparan en matices legalistas: quieren, exigen desesperadamente, seguridad. Y para esta tarea en nadie confían más que en las fuerzas armadas. MASCARRIEL se suma a ese 67 por ciento y le da la bienvenida la Guardia Nacional…

Libres…
Lázaro Cárdenas, uno de los adalides tutelares de AMLO creó, entre 1938 y 1940, el partido de estado corporativista llamado entonces Partido de la Revolución Mexicana y al que Miguel Alemán bautizaría como PRI. El corporativismo es esencialmente autoritario.

Lo inventó Antonio de Oliveira Salazar (dictador de Portugal de 1932 a 1974) y lo perfeccionó Benito Mussolini. Adolfo Hitler y Francisco Franco le añadieron elementos.

Esencialmente, el corporativismo, es una división arbitraria de la sociedad ejercida desde el poder supremo.

Campesinos, obreros, artesanos, profesionistas…La CNC, la CTM, la CNOP.

La trampa aquí es que las corporaciones (sindicales) suprimen al individuo, negocian a sus espaldas con el poder central y, finalmente, se constituyen en pilares de ese mismo poder.

EL PRI es la gran creación de Lázaro Cárdenas.

Y el PRI fue un partido corporativista.

Pues bien: la reforma laboral ya aprobada la Cámara de Diputados, es un golpe definitivo al sindicalismo corporativista.

Por vez primera en la historia de México, los trabajadores serán LIBRES.

Se acabaron los sindicatos únicos.

La elección de los dirigentes será por voto personal, libre y secreto.

Desaparecen las corruptas juntas de conciliación y arbitraje.

En caso de controversia, decidirá un organismo jurídico trinacional integrado por magistrados de Canadá, Estados Unidos y México.

Golazazazo….

Aires del trópico…
¡Bótala Adán Augusto, bótala por todo el jardín central…!

Tal es el clamor, reportan nuestros corresponsales tabasqueños, de la tabasqueñada en su conjunto.

La refinería en Dos Bocas puede ser o no ser. Existen complicaciones. Y nada fáciles de resolver.

Pero Tabasco tiene un sueño. Un sueño centenario. El Puerto de Frontera.

UN puerto en toda la extensión de la palabra: un gran puerto. El mayor del golfo de México después de Veracruz…Con enormes perspectivas de crecimiento.

Desde Mario Trujillo hasta Adán Augusto, todos los gobernadores lo tuvieron claro: el puerto de Frontera es el antes y el después de Tabasco.

Ninguno como Adán Augusto ha tenido una oportunidad tan clara, tan concisa, tan real, tan a la mano, tan concreta, para hacer de ese gran puerto una realidad.

Lo importante y determinante, el dinero, ahí está.

Y no es lana del gobierno.

Para nada que Adán Augusto tiene que irle a pedirle dinero a AMLO.

Es inversión privada.

Es más: el proyecto está ya vendido. Y los clientes, DE TODO EL MUNDO, se pelean cada metro cuadrado.

Ahora si Adán ¡Bótala, porfa bótala por todo el jardín central…!

“Un idealista es una persona que ayuda a otra a ser próspera”
Henry Ford.

Compartir: