Mario Ibarra
*AMLO: el monopolio del discurso…
*Lo tangible vence a lo abstracto…
La continuidad de la 4T con cambio va. Eso sostiene de manera casi unánime la comentocracia.
La designación de los seis primeros integrantes de su gabinete por parte de la inminente Presidenta Sheinbaum fue leído por analistas, políticos y politólogos como la confirmación de que del segundo piso del régimen cuatroteísta será construido por doña Claudia bajo diseños arquitectónicos más refinados y con técnicos de capacidad profesional indudable y de prestigio bien ganado
El perfil de los primeros designados Marcelo Ebrard, Rosaura Ruiz, Julio Berdegué, Juan Ramón de la Fuente, Alicia Bárcena y Ernestina Godoy, señala, opinan los opinadores profesionales, que paulatinamente doña Claudia le irá imprimiendo a su gobierno su muy personal estilo de gobernar…
2 DE JUNIO…
Bien, dejemos ahí ese asunto por ahora, que de él tenemos meses y años por delante para seguirlo.
Volvamos ahora a su precedente del 2 de junio.
En pasadas entregas hemos ido acumulando en este espacio de Rumbo Nuevo los hechos evidentes, tangibles, inmediatos que se tradujeron en los resultados absolutamente sorprendentes de la elección presidencial.
Hemos tratado de hilvanar una causología que nos conduzca a la comprensión histórica de ese evento trepidante.
Hagamos un repaso rápido:
1- El 2 de junio la mayoría del electorado ratificó de forma irrevocable lo que ya había manifestado 6 años antes: su rechazo definitivo al sistema de partidos del viejo régimen…
2- Los partidos de la transición, PAN, PRI y PRD fueron incapaces de entender la lección del 2018 y se dedicaron a cavar más hondo aún su tumba…
3- Es imposible en el México del siglo XXI inventar un candidato presidencial de la noche a la mañana…..
4- La campaña de la oposición estuvo plagada de errores, contradicciones, mezquindades, ineptitudes y equivocaciones que se tradujeron en una estrategia errónea y en una táctica desordenada…
5- Los programas sociales y asistenciales del gobierno de Obrador resultaron determinantes por su alto rendimiento electoral…
6- Las clases medias, tan maltratadas por AMLO, decidieron en su mayoría votar por la continuidad…
7- Quitarles la pensión a los expresidentes y dispersarla y aumentarla sustancialmente a los adultos mayores; vender el avión presidencial y crear el sistema de becas; convertir a Los Pinos en Museo y subir el salario mínimo y garantizar una pensión de 16 mil pesos entre otros muchos elementos de su gobierno -inseparables de su estrategia electoral-, y la mañanera, verdadero ritual de pases mágicos y fórmulas de encantamiento, fueron hechos simbólicos de gran impacto que se convirtieron en elementos muy importantes en los resultados de 2 de junio……
LA VENTAJA…
Una de las aportaciones más valiosas para el acervo de estudios del 2 de junio es, me parece, el de Jaina Pereyra (Nexos 15/6/2024).
De entrada, la politóloga afirma que “ni la mejor campaña de la oposición podría haber cerrado la ventaja de la victoria de Claudia Sheinbaum”.
(Aquí, de parte nuestra, vale la pena recordar que al menos 10 de las casas encuestadoras más prestigiosas le daban desde noviembre del año pasado entre 20 y 30 puntos de ventaja a Claudia sobre Xóchitl. De esas 10 encuestadoras, dos estuvieron a medio punto del resultado final y, la otras 3, estuvieron dentro del rango de los 5 puntos + -)…
MEDIO PUNTO…
En seguida, nuestra aguda politóloga nos recuerda que en el 2006, AMLO estuvo tan cerca del triunfo como lo es un medio punto.
“Tan cerca que pudo frenar la protesta pacífica de Felipe Calderón en el Congreso y tan cerca como para hacer un plantón en Reforma y declararse ‘presidente legítimo’”, apunta.
¿Por qué no gano AMLO en el 2006?
Por dos cosas principalmente, según Jania Pereyra: porque su discurso era aún demasiado estridente, y que las clases medias, que con Fox acababan de sacar al PRI de Los Pinos, estaban conformes con la situación.
En el 2012, continúa Pereyra, la mayoría ciudadana no buscaba un nuevo cambio, sino eficiencia en el cambio que había elegido en el 2000.
(“Que regresen los corruptos y se vayan los pendejos” era la leyenda urbana que se leía en muchas bardas del país, recordamos por nuestra parte).
Y de ahí, nuestra politóloga pasa al análisis del 2 de junio y aborda lo que a mí me parece uno de los elementos principales, tanto para el 2006, para el triunfo del 2018 y para el afianzamiento del lopezobradorismo en este 2024: el discurso de AMLO……
EL DISCURSO…
¿Qué es el discurso político? – ‘Narrativa’, le dicen hoy…
Es la verbalización del mito que mueve a los hombres, a las masas y a las naciones desde que el hombre es hombre.
Las religiones son un discurso.
Las mitologías son un discurso.
Las ideologías son un discurso.
Las revoluciones son un discurso.
Los regímenes son un discurso… Un cuento, un mito, una conversación.
Y, como apunta Pereyra, desde hace cuando menos 25 años AMLO “ha monopolizado el discurso nacional (“por el bien de todos, primero los pobres”) y desde las 7 de la mañana planteaba los términos de la conversación”.
Yo iría más atrás: AMLO establece su discurso reivindicatorio y justiciero desde su primera candidatura a la gubernatura de Tabasco en 1988.
Desde entonces no ha hecho sino pulirlo, fortalecerlo, ‘embellecerlo’, machacarlo cada día y adecuarlo para la coyuntura del momento…
EL PUEBLO…
Así, llenó un vacío, porque enfrente no había nada.
El discurso de la revolución, agonizante desde el 68, murió en 1982, con el arribo de los jóvenes tecnócratas priístas al poder.
Del 88 al 2000, el reclamo de la sociedad fue la democratización del sistema.
Cuando esto ocurre con el triunfo de Fox, los partidos triunfantes, PAN y PRD, se quedan sin discurso: ya habían cumplido su objetivo.
Pero en ese mismo año, ya como jefe de gobierno, AMLO refuerza su discurso: “por el bien de todos, primero los pobres”.
Y lo expande y lo refina desde entonces: lo expone Jania Pereyra: “el Presidente no ha cambiado su discurso desde que entró a la vida pública: el complot que no lo deja avanzar, la elite que lo ve con desdén y con desprecio porque él sí defiende a los pobres, el hombre que detesta la corrupción, que conoce el país, que es accesible, que le habla todos los días al pueblo hasta para dar clases de historia, que es un liberal, que odia a los conservadores…”
Y ese discurso no sólo es persistente, cotidiano y machacón: es el único…
LA MAYORÍA…
Si en el 2006 a las clases medias ese discurso les pareció estridente y amenazante, para el 2018 lo habían asimilado, y el 2 de junio demostraron que lo hacían suyo.
Lo explica Pereyra: “En los últimos años ha habido una reivindicación internacional de los desprotegidos contra los históricamente privilegiados. La estridencia es políticamente muy rentable”.
Y añade: “El presidente vendió algo tangible contra las ideas abstractas que los partidos de oposición articularon”: los beneficios tangibles de sus programas sociales y de sus pensiones a adultos mayores, a jóvenes y a estudiantes, a campesinos que “siembran vida”, sus aumentos salariales, su programa de pensiones a jubilados, sus trenes, su refinería, su aeropuerto…
A todo ello, la oposición argumentó abstracciones: ‘vida’, ‘libertad’, ‘verdad’ ‘contrapesos”, ‘estado de derecho’ ‘transparencia’, ‘democracia’, etcétera…
En política, lo tangible (el dinero en la mano en este caso) siempre avasallará a las abstracciones…
“¿Qué es una mayoría tomada colectivamente, sino un individuo que tiene a menudo opiniones e intereses contrarios a otro individuo al que llama minoría?”.
Alexis de Tocqueville.