Mascarriel
Mario Ibarra *El trilema de Claudia Sheinbaum… *Claudio, Augusto y Livia en Palenque… “¡Estúpido estúpido estúpido…!”Así se saludaba cada mañana ante el espejo el aún presidente Gustavo Díaz Ordaz, días después de que su elegido como candidato presidencial, Luis Echeverría Alvares, iniciara su campaña.Sucedió que en uno de sus primeros eventos, acaecido en el patio […]
15 de abril de 2024

Mario Ibarra

*El trilema de Claudia Sheinbaum…

*Claudio, Augusto y Livia en Palenque…

“¡Estúpido estúpido estúpido…!”
Así se saludaba cada mañana ante el espejo el aún presidente Gustavo Díaz Ordaz, días después de que su elegido como candidato presidencial, Luis Echeverría Alvares, iniciara su campaña.
Sucedió que en uno de sus primeros eventos, acaecido en el patio central de la Universidad Nicolaíta de Michoacán, el flamante ‘abanderado del tricolor’ (así se decía en aquellas épocas), no tuvo más remedio que guardar un minuto de silencio en honor de los estudiantes caídos en el trágico 2 de octubre de 1988.
De esa manera se deslindó violentamente de Días Ordaz, quien lo había hecho candidato.
Este concluyó de inmediato que se había equivocado gravemente al heredarle la silla del águila a Echeverría, de ahí que cada mañana se rendiera a sí mismo un anti homenaje ante el espejo espetándose: “¡pendejo! ¡pendejo! ¡pendejo!.
La gira electoral de Echeverria se desarrollaba en 1969, menos de un año después de los atroces sucesos de Tlatelolco.
(Déjeme decirle que, por entonces, el 2 de octubre no era lo que es hoy: una fecha [negra] de enorme relevancia en el calendario político mexicano. Lo cierto es que la conmemoración luctuosa del asesinato de estudiantes en la Plaza de las tres culturas el 2 de octubre de 1968 se fue gestando lentamente desde los años ochenta, conforme el autoritario régimen del presidencialismo priista fue poco a poco aflojándole la reata a los movimientos y los partidos de izquierda, quienes a partir de 1988 se apropiaron de esa fecha y le insuflaron su denso significado de hoy, aderezándole la ristra de simbolismos atávicos que cada año, en medio de violentos desmanes y cosas peores, arrastran esas hordas de muchachos, quienes, por cierto, adolecen de una ignorancia supina respecto al contexto histórico y la relación de sucesos que condujeron a Díaz Ordaz a tomar la fatal decisión aquel 2 de octubre de 1968).
Disculpas por la larga digresión.
Volvamos a nuestro tema…

EL TRILEMA…
Desayuno del mes en el opíparo restaurante El Cardenal en el Centro Histórico de CDMX, el viernes pasado.
Mis amigos y colegas reporteros comentan mi columna de hace 8 días en el diario Rumbo Nuevo, en la cual, recordará el lector, contemplábamos el trilema de Claudia Sheinbaum, en caso de resultar electa presidenta de México:
1.Cogobernar con López Obrador…
2.Urdir una cautelosa, fina y magistral filigrana (cercana al prodigio) que le permita tomar la necesaria distancia respecto al expresidente a fin de asumir cabalmente el gobierno de la república y…
3.Llevada por la coyuntura histórica y en el marco de su carácter, de su voluntad de poder y de su estilo personal de gobernar (entre otros muchos factores) romper con AMLO y enfrentarse a su ira y su poder de liderazgo.
Ese es el trilema de Claudia…

LA CATILINARIA…
Casualmente, el ambiente generado por el debate y, sobre todo, por el post debate le propició a mi columna titulada “La enigmática candidata Claudia Sheinbaum”, un ámbito muy favorable para su glosa, pues encajó muy bien con el tema de la semana pasada: el (supuesto) berrinche de AMLO con su candidata.
Le preguntaron al Presidente, que andaba por Mazatlán, qué opinada del debate del día anterior: parco, contestó que había estado bien, y que, por lo demás, todo iba “requetebién”.
Peeero…
Debe usted saber que el diario La Jornada es nuestro Pravda o nuestro Granma, periódicos que expresan cada mañana la opinión, postura o mensaje específicos del gobierno ruso y del cubano.
Así La Jornada respecto al gobierno que encabeza López Obrador.
Para eso, el diario que dirige la comadre del Presidente, mantiene un espacio llamado Rayuela en el que editorializa en primera plana con frases rápidas, contundentes: en ese espacio se fijan posturas, opiniones y mensajes provenientes de Palacio.
La Rayuela del lunes pasado era dura: “ ‘¡Claro que tengo padre, sostenía la adorada mano; si no ¿cómo estaría yo aquí?’’’.
¡Durísimo..!
Al día siguiente, martes, AMLO hizo explicito el mensaje en su mañanera: “Toda la narrativa (del debate) fue no reconocer absolutamente nada, que estamos mal en salud, que mal en educación, que mal en todo…”, dijo el Presidente, señalando que para nada se habló de lo que él juzga los grandes logros de su gobierno.
Obvio: la catilinaria presidencial fue leída como un regaño público a Claudia por no salir en defensa de los méritos de la 4T.
Y ese fue el tema toda la semana.
Por ello mi columna en Rumbo Nuevo hace 8 días encontró un eco inusitado….

EVOCACIONES…
El viernes, el propio Presidente aclaró (esa al menos fue su intención) las cosas.
Dijo que de ninguna manera intentó regañar a Claudia, “a la que quiero mucho, muchísimo, muchisisisimo…”
Por asociación memoriosa, en la mesa cardenalicia recordamos el ya célebre “no se hagan bolas” de Carlos Salinas, cuando la rumorología desatada sembraba la insidia de que Luis Donaldo sería sustituido como candidato del PRI a la presidencia.
Y nuestro decano evocó a Díaz Ordaz ante su espejo.
Toda proporción guardada, la ‘aclaración’ de AMLO nos recordó esos escabrosos hechos del pasado…

GATILLO CORTADO…
Pero volvamos al trilema de Claudia, que es el TEMA y lo será largo rato.
Y no hay manera de eludirlo.
Los colegas de la mesa de El Cardenal ponderamos todos la opinión expresada por el muy querido kamarat Aceves, cuya idea resumo:
“Los 3 primeros años Claudia optará por el primer escenario: de algún modo cogobernará con AMLO y, después, se decidirá por la tercer alternativa, la de la ruptura…
“Los primeros 3 años tendrá en la sien el cañón de una pistola bien cargada y con el dueño apuntándole desde Palenque…
“El gatillo de esa pistola se llama ‘revocación del mandato”; cualquier desviación, cualquier intento de rebeldía, por menor que sea, y el de Tepetitán le arma la revuelta y le gana la revocación…
“Ahora, lo primero que tiene que hacer quien llegue, Claudia o Xóchitl, es inhabilitar a Obrador para cualquier cargo, dinamitarle a priori toda posibilidad de liderazgo…
“¿Cómo? Fácil: abriendo auditorias rigurosas (no como las de la ASF) en las grandes obras: Tren Maya, Dos Bocas, AIFA, en el programa de pensiones, en el fallido INSABI etcétera…
“Probablemente, seguro, AMLO no se robó personalmente ni un peso, pero la administración de las obras y de los programas ha sido tan opaca, de tan patente deficiencia (Dos Bocas y Tren Maya han costado hasta ahora tres veces más de lo originalmente presupuestado) que sin duda alguna aparecerán irregularidades graves, sin descartar delito$ dolo$o$ de altos funcionarios y, ni modo, parte de la responsabilidad recaerá inevitablemente en el titular del ejecutivo federal…
“No se tratará, no, de iniciarle juicio político, civil o penal sino, sencillamente, enviarle el mensaje: ‘señor, usted ya tuvo su tiempo, hizo lo que quiso y como quiso, ahora, por favor, déjenos gobernar a nosotros…”
Todos los comensales aprobamos la plausible, la muy aguda tesis del kamarat Aceves, quien en un lector perspicaz y exigente y un analista de la escuela de Maquiavelo.

(Aprovecho aquí para agradecer a los muchos lectores que nos hicieron llegar sus opiniones, sus tesis, sus lucubraciones sobre El Trilema de Claudia; resulta muy congratulante poder inducir al lector a la reflexión sobre asuntos en los que se juega el rumbo del país y recibir como premio las conclusiones (brillantes algunas) obtenidas de sus análisis, las cuales nos han compartido. Muchas Gracias).

“Augusto gobernaba el mundo, pero Livia gobernaba a Augusto”.
Claudio.
(Personaje principal en la novela histórica de Robert Graves: Yo, Claudio).

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