Mascarriel
*Campañas: el feliz pesimismo de los mexicanos…*Claudia y Xóchitl: 35% de indecisos… Mario Ibarra“México es la tierra de elección del surrealismo”, dijo André Breton.El surrealismo fue un movimiento artístico, estético, intelectual, moral, literario, poético e, inevitablemente, tuvo una posición política.Los surrealistas querían, junto con Karl Marx, cambiar el mundo.Y junto con Arthur Rimbaud, cambiar la […]
27 de noviembre de 2023

*Campañas: el feliz pesimismo de los mexicanos…
*Claudia y Xóchitl: 35% de indecisos…

Mario Ibarra
“México es la tierra de elección del surrealismo”, dijo André Breton.
El surrealismo fue un movimiento artístico, estético, intelectual, moral, literario, poético e, inevitablemente, tuvo una posición política.
Los surrealistas querían, junto con Karl Marx, cambiar el mundo.
Y junto con Arthur Rimbaud, cambiar la vida. Nada menos.
Políticamente, militaron en el Partido Comunista Frances, hasta que el estalinismo les asestó un duro y amargo desengaño.
El surrealismo fue tremendamente influyente en la primera mitad del siglo pasado en la plástica, el cine, la poesía, el teatro, la literatura, la pintura etc.
(Fue André Bretón quien, en su estancia en México en 1940, al conocer los cuadros de Frida Kahlo, la adoptó para su movimiento como una “surrealista innata”).
La estética surrealista le dio expresión plástica, literaria, poética y cinematográfica al inconsciente, a los sueños, a lo más oscuro, profundo y reprimido de la psique moderna; el surrealismo se sumergió en las honduras estremecedoras del espíritu del hombre, buscó siempre lo maravilloso de la criatura humana y lo sorprendente, extraño y mirífico del mundo.
La lista de grandes artistas que militaron en el surrealismo es interminable; anotemos algunos de los más célebres: Salvador Dalí, Jean Miró, Luis Buñuel, Paul Delvaux, Wilfredo Lam, Max Ernst, Paul Eluard, Luis Aragón, René Char, Benjamín Péret, Octavio Paz, René Magritte y decenas y decenas más de grandes artistas del siglo XX.
Por eso, por la enorme influencia y por la perenne resonancia del surrealismo, hoy el término, de uso -y abuso- común, ha terminado por perder su esencial significado original, y se utiliza para lo que a cualquier ignaro juan de los palotes se le ocurra designar.
Pero nosotros no.
Como Bretón, sabemos con claridad lo que decimos al señalar que México es un país surrealista.
Sobre todo si hablamos de política a la mexicana…

CAMPAÑAS…
Ahí tenemos de contundente ejemplo a las precampañas electorales.
Cómo que “pre”, si son campañas en toda forma; intensas, desbordadas, abrumadoras, cacofónicas, hilarantes, falsarias y, sí… ¡surrealistas!
Que en el texto de la ley electoral se les llame “precampañas” porque supuestamente están dirigidas a las militancias de los partidos, porque supuestamente estos partidos estarían buscado a sus respetivos candidatos presidenciales, eso vale gorro.
No andan buscando sus candidatos: ¡ya los tienen desde hace rato!
Sus respectivas militancias les importan un pepino: ¡la propaganda es para los 90 millones de electores!
¡Surrealismo puro, pues…!

ESQUIROL…
Ahora, aterrizando en la contienda electoral en marcha, el panorama es bastante claro.
El MoReNa con su coalición y su candidata Claudia Sheinbaum arrancan (eso de ‘arrancan’ es un decir: ¡arrancaron al otro día de los comicios intermedios del 2021!) con indudable ventaja sobre sus competidores. (Y este es otro decir: la que realmente quiere competir con Claudia es Xóchitl Gálvez, la candidata de la coalición opositora; el candidato de MC, el inenarrable Samuel García, la juega, manifiesta, patente y descaradamente como esquirol electoral: su objetivo es sustraerle el mayor número de votos posibles a Xóchitl… sobre lo cual, ciertamente, nadie puede reclamarle nada ni al MoReNa, ni a la 4T, ni a Claudia, ni a Mario Delgado Et Al)…

EL CABALLO…
En MoReNa están claros: Deben conservar la ventaja y no cometer errores (bien recuerdan que en 2006 AMLO perdió no por el supuesto fraude electoral, sino por sus propios y fatales errores).
La campaña está a cargo de un equipo de profesionales; tienen sus etapas bien definidas y claros sus objetivos por etapa; su producción propagandística -spots, redes, giras, mítines- son todos de excelente factura; tienen su estrategia bien enfilada y su táctica ha sido hasta ahora eficazmente aplicada. Parecen trotar en caballo de hacienda…

EL FENÓMENO…
En el Frente -o como se llame ahora, el arranque ha sido pésimo.
Las campañas electorales, apunta Enrique Quintana, son como las carreras de fórmula 1: el que arranca a la cabeza del escuadrón sólo tiene que saber conservar su ventaja.
Hay pilotos buenísimos para recuperar lugares y rebasar rivales, como el Checo Pérez, pero nunca le da para disputarle el primer lugar a su coequipero Max Verstapen, que siempre arranca de puntero.
Xóchitl fue un fenómeno al destaparse como aspirante a candidata.
Durante 3 o 4 semanas tuvo más impacto mediático, político y carismático que Claudia.
En Palacio Nacional llegaron a preocuparse.
Pero el fenómeno declinó…

LA OLA…
La política es muy canija. La política electoral lo es más. Ahí, la experiencia, el oficio, el talento, la intuición, la capacidad profesional, el dominio del arte del inasible ‘momentum’ de la política, son determinantes.
Si Xóchitl hubiese sabido subirse a la ola del fenómeno que suscitó y mantenerse en su cresta, otro gallo hoy le cantara.
No lo supo hacer y no tuvo a su lado a nadie capaz de ayudarla, de decirle “súbete, súbete a la cresta de esa ola y no te bajes, al contrario, conviértela en un tsunami…”; hoy no le queda más que armar una estrategia para intentar alcanzar a la puntera, que le lleva considerable ventaja…

LA PISTA…
Alguien dijo por allí, que Xóchitl tiene muchos adversarios: el Presidente Obrador y su permanente campaña política; Claudia y su equipo profesional y eficiente; MoReNa y sus amplios recursos materiales y su posicionamiento territorial; pero también parecen sus adversarios el rufianesco ‘Alito’ Moreno del PRI; los llamados “hermanos lelos”: Marko Cortes y Jesús Zambrano y, así mismo, su fantasmal coordinador de campaña, Santiago Creel; y de repente hasta la misma Xóchitl se ha autoperjudicado. Parecería una pista demasiado cuesta arriba…

EL MÉTODO…
Sin embargo, el voto potencialmente opositor ahí está; sólo hay que saber conquistarlo. Nada menos.
Gabriel González-Molina es quizá el más relevante investigador del fenómeno electoral bajo el prisma sociológico.
Sus premisas y herramientas de estudio son lo más cercano a lo que podría considerarse un ‘método científico’ en esa materia tan gelatinosa como es la demoscopia electoral.
Con más de 4 décadas aplicando su sistema, González-Molina vaticinó con sorprendente precisión los resultados de las elecciones presidenciales del 2000, 2006, 2012 y 2018.
Por ejemplo, previó el triunfo de Peña Nieto con exactitud: un cuarto de punto respecto al resultado final.
Este investigador fue el menos sorprendido por la incuestionable mayoría obtenida por AMLO en el 2018: la anticipó con apenas un 3% de diferencia respecto al total de votos acumulados por Obrador…

INDECISOS…
En la democracia mexicana, el que decide las elecciones es el voto de los ‘indecisos’, el voto de los sin partido, el voto de quienes determinan su ‘preferencia’ en la semana previa a la jornada electoral.
La gráfica demoscópica de González-Molina nos muestra, hoy, la siguiente perspectiva.
MoReNa:
Voto duro del Obradorismo: 21%
Voto de los indecisos que sufragarán por Claudia: 21%
Total: 42% como techo electoral…
Oposición:
Voto duro antiobradorista: 23%
Voto indeciso potencialmente antiobradorista: 35%
Total: 58% como techo electoral…
Con un gran, determinante detalle: ese 35% de indecisos es el que se estarán disputando Claudia y Xóchitl…
Con otro detalle importante: ¿Cuántos de esos votos se llevará el esquirol Samuel García?…

SURREALISTAS…
Hay de encuestas a encuestas.
Con las meramente electorales hay que andarse con cuidado. Muy pocas son las confiables.
México Activa Insides nos ofrece una muy interesante.
No nos dice como piensa votar la gente, sino cómo se siente previo a las elecciones.
Y como el voto es un 90% emocional, importa, y mucho, el estado de ánimo del votante.
-91% de los encuestados piensa que la situación política es mala, porque perciben un país dividido y confrontado.
-57% quiere propuestas de candidatos y partidos…
-33% prefiere campañas de ataque, campañas sucias…
En una escala del 1 al 10 califican a la 4T así:
Honestidad: 3.5%…
Capacidad: 3.9…
Cercanía con la gente: 4.1%…
Tolerancia con los que piensan distinto: 2.7%…
Así ven al país:
Perspectiva económica: 69% negativa…
Perspectiva política: 89% negativa…
Sin embargo, su estimación de felicidad personal para el próximo año es ¡69% positiva!
O sea: ven un panorama político y económico oscuro y complicado.
Pero 7 de cada 10 confían en ser felices en el 2024…
Surrealismo puro…

“El abrazo amoroso, como el abrazo poético, mientras duran, impiden toda caída en la miseria del mundo”.
André Breton

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