Mascarriel
*AMLO: a 10 meses y unos días…*Los pilares del la 4T… Y los que le faltan. Mario IbarraRestan 10 meses y 26 días para que termine el gobierno de Andrés Manuel López Obrador. Según su narrativa, lo que él y sus partidarios dieron en llamar la Cuarta Transformación (4T), es ya una realidad bien cimentada, […]
6 de noviembre de 2023

*AMLO: a 10 meses y unos días…
*Los pilares del la 4T… Y los que le faltan.

Mario Ibarra
Restan 10 meses y 26 días para que termine el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.

Según su narrativa, lo que él y sus partidarios dieron en llamar la Cuarta Transformación (4T), es ya una realidad bien cimentada, y le toca a su sucesora, Claudia Sheinbaum (en el cuatroteísmo se da por hecho que retendrán la presidencia de la república) “construir el segundo piso de la obra” -dicho y reiterado por ella misma.

No hay duda de que AMLO ha logrado cambios sustantivos -algunos, como la pensión a adultos mayores entre otros- irreversibles y cualitativamente positivos, pero que no dejan de tener sus bemoles.

Por ejemplo: se estima que alrededor de 2 millones de adultos mayores que reciben la pensión del Bienestar de, hasta ahora, 4 mil 800 pesos, de ninguna manera la necesitan, pues son pensionados del gobierno federal, o de universidades públicas y privadas, o de paraestatales como Pemex y la CFE, Nacional Financiera o Banco de México etcétera, que reciben pensiones de un monto no solamente digno y suficiente, sino extraordinario.

Para muestra un botón: Pemex y la CFE pagan decenas de miles de pensiones de 30 mil a 250 mil pesos mensuales (¡Sí: hasta 250 mil pesos mensuales!) y esos pensionados reciben, como todos los demás adultos mayores, su pensión bimestral universal de 4 mil 800 pesos.

Pemex por ejemplo: mi vecino se jubiló como subgerente B con nivel 44 en el tabulador de pensiones; recibe mensualmente 140 mil pesos de pensión… ¡más sus 4 mil 800 de la pensión bienestar!

¿No sería recomendable, en este y en cientos de miles de casos similares, revisar el padrón de beneficiarios, depurarlo?

Pero bueno, he ahí una política pública instaurada por López Obrador que llegó para quedarse…

EL ALTAR…

“Toda transformación a fondo es una revolución” le dijo -palabras más palabras menos- AMLO a Epigmenio Ibarra.

Que el tabasqueño concibe su gobierno como la instauración de un nuevo régimen no hay duda: lo dijo desde que andaba en campaña (18 largos años), lo dijo en su abanderamiento como Presidente, y lo dice todos los días -de lunes a viernes en sus mañaneras y sábado y domingo en sus infaltables giras por el país.

Sabido y resabido es, para todos los mexicanos, que el tabasqueño concibe su gestión nada menos que como la cuarta gran epopeya en la historia del México independiente, luego de la independencia, la reforma, la revolución y el adendum (digámoslo así) del cardenismo, fundador este del nacionalismo revolucionario, encarnado durante más de medio siglo en el PRI.

Ergo: nada más lógico que López Obrador se vea, en la perspectiva de la historia oficial mexicana (la de cobre y mármol) compartiendo el altar con Hidalgo, Morelos, Juárez, Madero y Cárdenas.

Ha menester por tanto revisar hasta donde ha avanzado la revolución obradorista, a fin de columbrar qué tan posible le sería a su heredera, Claudia Sheinbaum, construirle su segundo piso a la 4T -en el supuesto, claro, de que sea electa Presidenta…

EL PODER…

Algo que también ha logrado AMLO es recuperar para la presidencia -mejor dicho: para el Presidente, es decir: para él, la concentración del poder en sus manos.

No ha logrado detentar un poder absoluto e incontestable a la manera de sus arquetipos: los monarcas sexenales del priísmo autoritario, de Salinas de Gortari para atrás ¡pero vaya que ha conseguido una acumulación de poder que por momentos se siente avasalladora!

(Por cierto, mucho valdría la pena el estudio comparativo y sistemático de las muchas similitudes del “estilo personal de gobernar” entre Miguel Alemán y López Obrador, o, mejor dicho, entre las maquinarias de poder en el alemanismo y el obradorismo; el resultado sería sorprendente).

Pero de que Obrador se ha convertido en el presidente más poderoso y mandón en décadas (más que Salinas) no hay duda…

ACOTADOS…

Zedillo, Fox, Calderón y Peña Nieto ejercieron presidencias acotadas.

La transición democrática germinó en variados y múltiples contrapesos al poder presidencial, generándole equilibrios nuevos a la gobernanza.

La independencia efectiva de los poderes legislativo y judicial, las elecciones fuera del control gubernamental puestas en manos del INE y de la ciudadanía, los variados organismos autónomos -el mismo INE, la CNDH, el INEE, el INAI, la COFECE, la CRE, el Banco de México, la COFETEL, entre otras, actuaban como valladares funcionales a la discrecionalidad del poder presidencial…

LA TAREA…

Ahora, desde la campaña electoral AMLO advirtió claramente que iba por el cambio de régimen.

Es más: esa fue una de sus principales banderas de campaña.

Pero para el cambio de régimen, según lo ha diseñado el tabasqueño, precisaba de la desaparición de TODOS los contrapesos al poder presidencial.

Y a ello se ha aplicado, desde luego.

Y bastante le ha avanzado a la tarea.

Pero a 10 meses y 26 días del término de su mandato, podríase decir que la tarea de demolición del régimen anterior ha sido apenas relativamente exitosa…

LA RESITENCIA…

Las revoluciones que en verdad llegan a serlo e instauran nuevos regímenes perdurables, son hijas de la violencia, y nacieron por medio de cesáreas sangrientas entre cañonazos y ejecuciones masivas.

Barren con todo -y, en ese caso específico, todo es TODO.

Rusia, China, España (la revolución al revés del franquismo), Cuba, etcétera, son ejemplos elocuentes.

Pero la 4T llegó al poder por medio de elecciones democráticas -ejemplarmente democráticas.

Así, las resistencias con que ha topado el cuatroteísmo para la tabla rasa del establishment y la edificación del nuevo régimen han resultado de una resistencia sorprendentemente…

LA LANA…

No obstante, las realidades nuevas construidas por la 4T son, entre otras, el empoderamiento del ejército y su presencia -ya como policía, ya como constructor, ya como administrador, ya como como nuevo usufructuario de bienes inmuebles del Estado –; a la fecha, las fuerzas armadas desempeñan más de ¡250 tareas, encargos y funciones civiles!, lo que muchos académicos y analistas han interpretado como “la militarización de la administración pública”.

Los grandes proyectos: el aeropuerto Felipe Ángeles, el Tren Maya, la refinería de Dos bocas, el Transístmico, sólo podrán ser estimados, valorados y calificados al mediano y largo plazo.

AMLO le dio la vuelta a la política energética, pero tanto Pemex como la CFE arrojan números rojos -catastróficos, muy alarmantes en el caso de la petrolera -empresa financieramente quebrada desde muchos años, pero que en vez de mejorar ha empeorado.

Y lo más decisivo: la Presidencia decidió apropiarse del gasto público para ejercerlo exclusivamente de acuerdo a sus criterios y de manera categórica: la orden a las mayorías morenistas en el Congreso es no moverle ni una coma al presupuesto de la federación.

Y ¿quién tiene el poder?… ¡Pues quien maneja la lana..!

LA MAQUINARIA…

Otro logro importante (posiblemente el más trascendental) del Presidente, es haber convertido al MoReNa en un partido político hecho y derecho.

O sea: se equivocan quienes piensan o conjeturan que el MoReNa se desmoronará en cuanto AMLO agarre camino hacia Palenque.

Era un movimiento variopinto, una congregación de tribus heredada del PRD, “una masa enorme de simpatizantes mal articulados” y un instrumento para la lucha electoral, como señala Ivabelle Arroyo.

Pero esa congregación de tribus y esa masa enorme de simpatizantes se ha convertido, con el liderazgo de AMLO, con el nutritivo y la energía que dan el ejercicio del poder y con su retahila de triunfos electorales en los estados, esa masa informe se ha convertido, decimos, en “una maquinaria con derecho de piso en el sistema de partidos”, como concluye la brillante (¡y guapísima!) analista Ivabelle Arroyo.

EL QUID…

A primera vista el avance de la 4T parece impresionante -y lo es; pero lo que no pudo alcanzar el gobierno de AMLO en cinco años -y que no lo alcanzará en los 10 meses y 26 días que le quedan, tiene tanto peso como las realizaciones que quedan apuntadas.

Y aquí entramos al quid del asunto: en caso de ganar la presidencia Claudia Sheinbaum ¿podrá realizar todo lo que no alcanzó el Presidente López Obrador?

Ahora que, si en una de esas llega a ganar la oposición con la candidatura de Xóchitl Gálvez (posibilidad aparentemente lejana aunque de ninguna manera descartable), pues ya para qué le seguimos.

Desde siempre, digamos desde Lázaro Cárdenas a Peña Nieto, el último año de gobierno ha sido muy difícil para los presidentes mexicanos salientes.

¿Cómo le pinta este a AMLO?

Sin falta, aquí lo analizamos el próximo lunes……..

“En política, la línea más corta entre dos puntos es la curva”.
Adolfo Ruiz Cortínez

“En política, la línea más corta entre dos puntos, es la línea dura”.
Gustavo Díaz Ordaz

“En política, la línea más corta entre dos puntos es el vuelo en espiral de Quetzalcóatl”.
José López Portillo.

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