Edomex y Coahuila: las dos caras de la moneda…
*Palenque es Tabasco…

Mario Ibarra
Bueno, pues para bien y para mal y “haiga sido como haiga sido” hoy, hoy, hoy inicia la recta final de la carrera por la Silla del Águila. Independientemente de lo que hayan decidido ayer los votantes de Edomex y Coahuila, lo que tenemos de hoy en adelante y hasta el primer domingo de junio del año próximo, son solo dudas, preguntas, incertidumbre, incógnitas y, cuando menos, dos o tres enigmas.
En los sistemas democráticos sólidos y funcionales, lo normal es siempre albergar dudas sobre los resultados finales de una o varias elecciones; de lo que no hay duda ninguna es del sistema; al contrario: la certidumbre es la regla, la certeza es de que el sistema funciona, y que funciona bien; que se expresa en completa transparencia, que se trata de un proceso auditado y observado por sinodales de todo el mundo, y de que son los ciudadanos, nuestros vecinos, quienes reciben lo voto, los cuentan y sellan los paquetes electorales.
En muchos sentidos -demasiados-, nuestra democracia es frágil, titubeante, débil, coja, manca y achacosa.
Pero nuestro sistema electoral -construido por ciudadanos y mantenido por los ciudadanos- es uno de los mejores del mundo, reconocido, elogiado e imitado en el orbe entero, es muy bueno.
Por supuesto, como todo toda práctica democrática institucional, nuestro sistema electoral es perfectible.
Pero de que funciona, funciona; ayer lo vimos.
Pero ya nos desviamos del tema…

EDOMEX…
El asunto, reiteramos, es que hoy, hoy, hoy salimos de la última curva y tomamos la recta final por la contienda presidencial.
Desde luego que lo que haya ocurrido ayer en Coahuila y Edomex influirá de alguna manera -aunque no de forma determinante- en el desarrollo de la contienda en esta recta final.
Por ejemplo: si el MoReNa ganó Edomex ello le representará no solamente una fuerte dosis nutritiva rumbo al 2024 en lo político, sino que en lo sustantivo ($$$) contará sin duda con alguna proporción del suculento presupuesto anual de ese estado para la operación política en el 2024.
Lo mismo más o menos pues decirse de Coahuila…

LA CONJETURA…
Ahora, si los morenos salieron ayer perdidosos en esos dos estados ¡aguas!
Nos es que, como dice Martinoli, “la noche se les venga encima”, pero resulta indudable que el panorama se les altera.
Pero a estas horas de la tarde, en plena incertidumbre, lo que manda es eso que Borges y Bioy Casares llamaban “la suprema libertad de la conjetura”.
Por ejemplo: si en el estado de México el MoReNa es derrotado, de manera automática, Claudia Sheinbaum vería trastornada sus posibilidades de ser la candidata presidencial de la 4T.
¿Por qué?
Porque Claudia ya perdió la CDMX, y si a eso le añadimos una conjetural derrota en EDOMEX, significaría que como candidata presidencial del MoReNa, el voto conjunto de la capital de la república y del Edomex -decisivo en una elección presidencial-, le sería negativo, y eso equivale a perder la elección a la presidencia de la república.
En ese escenario, el dilema para AMLO ya no sería heredarle la silla a Claudia o a Adán Augusto, sino a este o a Marcelo Ebrard.
(Escribimos esto a las 13 horas de ayer domingo…)

ADÁN…
¿Y qué pasaría con el Secretario de Gobernación?
Para su fortuna, resultados negativos para el MoReNa en Edomex y Coahuila no le afectarían mayormente.
Ninguno de los procesos estuvo bajo su responsabilidad.
Y, digamos, en el presumible triunfo del MoReNa en Edomex, Adán Augusto se colgaría alguna medalla (escribimos esto a las 15 horas).
A estas horas, esta columna tenía información de “tendencias irreversibles” en Edomex y Coahuila.
En la primera entidad habría ganado Delfina Gómez.
En la segunda la coalición encabezada por MoReNa habría sido derrotada.
En este sentido, los pronósticos de las casas encuestadoras se habrían confirmado.
Demos por cierto ese escenario.
Luego entonces…

LA MONEDA…
Luego entonces nos queda claro que si en un lado la moneda cae en águila y en otro cae en sol, de aquí a un año va a estar en el aire.
Y aquí entramos al terreno de las incertidumbres, las preguntas y las incógnitas.
¿Impactarán los resultados electorales de ayer la decisión del presidente López Obrador acerca de quien será el candidato presidencial del cuatroteísmo?
Ahora bien ¿Ya designado el candidato o candidata, será la carta ganadora?
Edomex y Coahuila han demostrado que el candidato(a) cuenta.
Luego: ¿el candidato(a) del MoReNa resultará ser el presidente que López Obrador espera que sea?
Eso, claro, en el caso de que su elegido(a) resulte triunfador en el 2024.
Pero nos estamos yendo demasiado adelante.
Serenémonos.
Esto apenas empieza.
Hoy, hoy, hoy salimos de la curva del fondo y desembocamos en la recta final hacia el 2024…

CINTURONES…
Coahuila nos demuestra que si en el MoReNa hay problemas, errores y necedades (más allá de lo que al interior de los que los partidos llaman ‘traiciones’), se meten en problemas graves, y que, ahí donde la oposición se pone de acuerdo y encuentra al mejor de sus candidatos posibles, se pone peligrosamente competitiva.
Con estas conclusiones (necesariamente eventuales) nos vamos ir dormir esta noche; con una única certeza: hoy, hoy, hoy entramos en la recta final del 2024.
Con la tecnología actual podemos apostar en pleno vuelo; pero eso sí: vamos a abrocharnos los cinturones…

AIRES DEL TRÓPICO…
La otra elección -ya lo dijimos-, es la de Tabasco.
El ya para entonces ex presidente López Obrador estará viviendo en Palenque.
Y Palenque, para quienes allá viven, es más tabasqueño que chiapaneco.
O sea: el ex presidente Obrador vivirá en Tabasco.
Y el Presidente Adán Augusto López Hernández (en caso que resulte) será tabasqueño.
Luego entonces, el candidato para gobernar ese estado (allí MoReNa no tiene competencia) será el candidato de AMLO y de Adán Augusto.
Y no hay más que dos: Jaime Lastra y Rosalinda López Hernández.
Al tiempo…

“En política, palo dado ni Dios lo quita; pero cuidado si el apaleado se te levanta”
Gonzalo N. Santos