Mascarriel
*De cómo AMLO recuperó la agenda temática…*Adán Augusto Coordinador real de la mayoría en el Senado… Mario IbarraEn política no hay estruendo más ensordecedor que el silencio.La semana pasada hemos atestiguado, de parte del presidente López Obrador, una de las más sofisticadas demostraciones de su habilidad, de su astucia política, de su indudable talento para […]
2 de mayo de 2023

*De cómo AMLO recuperó la agenda temática…
*Adán Augusto Coordinador real de la mayoría en el Senado…

Mario Ibarra
En política no hay estruendo más ensordecedor que el silencio.
La semana pasada hemos atestiguado, de parte del presidente López Obrador, una de las más sofisticadas demostraciones de su habilidad, de su astucia política, de su indudable talento para el manejo de las emociones de un país de 130 millones de habitantes.
En la relación entre un gobierno y la sociedad, la agenda es todo.
¿Y qué es la agenda?
Sorprendentemente, no es el listado de las acciones del gobierno para cumplir sus compromisos (abundantemente enlistados en el Plan Nacional de Desarrollo) sino -sorpréndase otra vez-, el control de los temas en que se enfrasca la república.
Así, no existe escenario más feliz, para un gobierno, que el poner a hablar a todos -y todos es TODOS-, sobre los temas que ese gobierno quiere que se hable.
Esto así aquí y en China.
Y en las más remota de las galaxias.
Así funciona el poder desde que el poder existe.
Punto…

EL ESTRUENDOSO SILENCIO…
Lo digno de estudio en el asunto que nos ocupa es la destreza de AMLO para transformar un desaguisado personal -un tercer ataque de COVID y un leve desvanecimiento- en un asunto de Estado de primer orden que, de algún modo, en la puesta en escena, puso en suspenso a la república por un lapso de 80 horas.
La clave fue muy sencilla: no aparecer en público y guardar silencio durante 5 días.
Recapitulemos para entendernos mejor.
A ver: la última aparición pública del presidente López Obrador fue en Veracruz alrededor de las 11 de la mañana del viernes 21.
Ese mismo día tuvo eventos privados en Chetumal. Viajó luego a Cancún. El sábado sobrevoló las obras del Tren Maya y aterrizó por la tarde en Mérida.
El domingo, previo a un desayuno en la Base Aérea, sufrió un desmayo transitorio (“me quede como dormido, pero no perdí el conocimiento”), dijo el Presidente al reaparecer el miércoles vía un video gravado (por Epigmenio Ibarra) en Palacio.
Pero el caso es que el domingo 23, a eso de las 3 de la tarde, ardió Troya.
La comentocracia y las ¿benditas? redes se dieron vuelo, desatándose un tsunami de versiones disparatadas, especulaciones extravagantes y conjeturas peregrinas, todas en torno a un enigma no aclarado: qué le había pasado al Presidente… cuál era realmente su estado de salud…

LAO-TSÉ EN MÉRIDA…
Al gobierno y sus voceros les llovieron reproches y acusaciones: que una patética ineptitud para informar con oportunidad, precisión, concisión y solides sobre la salud de AMLO… Que si versiones oficiales contradictorias… Que si un pésimo manejo de la crisis… Que Jesús Ramírez y el doctor Jorge Alcocer sembraban mayores dudas en lugar de disiparlas… Que… en fin.
Pero ¿Qué era lo que realmente sucedía?
Nada: que López Obrador tenía pleno control de la situación.
Con su proverbial astucia política decidió utilizar su percance de salud para armar un escenario que, sabía, le redundaría mucho políticamente.
O sea: la circunstancia le cayó “como anillo al dedo”.
Ya lo decía Lao-Tsé hace 2 mil 500 años: “Se rige un gran Estado como se hace freír un pescadito…”

EL ÁGORA…
Volvamos al tema de la Agenda.
La mañanera es el principal instrumento de gobierno del presidente Obrador.
Desde ahí ordena, dirige, señala, decide, reflexiona, especula, celebra, informa, critica, amonesta, condena… Y marca los temas de la agenda.
En buena medida, la opinión pública y la opinión publicada y la tribuna en general, se enfrascan en la discusión sobre los temas que AMLO arroja sobre el ágora desde el púlpito de las mañaneras.
Y ya lo dijimos: no existe escenario más feliz para un gobierno que tener a las hordas hablando de lo que ese gobierno quiera.
Pero México es un país de 130 millones de habitantes (bueno: de 150 contando los que viven en Gringolandia); grande (2 millones de kilómetros cuadrados); complejo (el norte, el centro y el sursureste abarcan distintos méxicos); importante (la 15 economía mundial), diverso, plural, abigarrado, confrontado, impredecible.
O sea: no es cosa de ‘enchílame otra’ el poner a esa multitud heterogénea y barroca a hablar sobre los mismos temas.
De tal suerte que, a pesar de su ingenio innegable para imponer agenda, a últimas fechas la plaza pública elaboraba su agenda propia, desplazando así a la de las mañaneras.
Y entonces…

EL CONTROL Y LA BATUTA…
Político sagaz, AMLO sabe ver oportunidades aun en los escenarios de crisis
El comal de la opinión pública estaba caldeado.
Los temas ardientes menudeaban: el asedio a la SCJN, el entredicho con fuerzas políticas de USA, el INAI, la violencia homicida, la lucha entre las corcholatas, la migración descontrolada, el alud de reformas legales enviadas al Congreso y un largo etcétera.
Bueno -pensó AMLO mientras le aplicaban suero luego de su ‘váguido’-, aprovechemos la ocasión para enfriar la discusión nacional.
Pongamos, así sea por unos días, a la salud del Presidente como tema único entre las hordas. Administrémosles la información con gotero, como una pócima. Reimpongamos la Agenda.
Siempre AMLO en control y con la batuta firmemente empuñada.
Se ve que no acaban de conocerlo…

LA AGENDA…
Lógicamente, Obrador reapareció en la mañanera del viernes con la espada desenvainada, dispuesto a no dejar títere con cabeza.
Y para subrayar el vigor, se aventó la segunda mañanera más prolongada de la historia: tres horas y pico.
Llevando a cabo lo que más le preocupaba: recuperar el control de la agenda temática de lo que discute la república.
Más tarde les dijo a los senadores del MoReNa a los que convocó a Palacio, que probablemente dentro de 3 meses a lo sumo se vera mucho más claro el panorama respecto a la designación del candidato(a) cuatroteista a la presidencia…

AIRES DEL TRÓPICO…
Llaman la atención las 2 columnas periodísticas que le dedicó Jorge Zepeda Patterson a Adán Augusto.
Zepeda, escritor legible, periodista de sólida y amplia trayectoria, es uno de los más inteligentes defensores del obradorismo.
Hasta ahora, había puesto a Claudia y a Ebrard como los más probables candidatos del MoReNa.
Resultan entonces llamativos sus dos textos consecutivos sobre Adán Augusto, con biografía política y toda la cosa.
Por cierto, quienes saben cómo masca la iguana, sabían que, desde hace meses, el verdadero coordinador de la bancada morenista en el Senado es el Secretario de gobernación. El jueves pasado eso quedó prístinamente claro.
El propio Ricardo Monreal reconoció que su ‘liderazgo’ ha quedado “menoscabado”.
Monreal perdió. Y ha quedado a merced de lo que el alto mando de la 4T decida hacer con él…

“El mundo es teatro y sólo un breve instante representamos nuestra farsa trágica. Luego llegan los otros con su espectáculo”.
José Emilio Pacheco

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