Mascarriel
*AMLO, la 4T y las tres corrientes de la historia… *Cárdenas, Mújica y los trazos del discurso en el zócalo… Mario Ibarra El pasado jueves, el presidente López Obrador rebasó la meta de las primeras 3 cuartas partes de su gobierno. A partir de hoy lunes 20 de marzo, le restan únicamente 560 días como […]
21 de marzo de 2023

*AMLO, la 4T y las tres corrientes de la historia…
*Cárdenas, Mújica y los trazos del discurso en el zócalo…

Mario Ibarra
El pasado jueves, el presidente López Obrador rebasó la meta de las primeras 3 cuartas partes de su gobierno.
A partir de hoy lunes 20 de marzo, le restan únicamente 560 días como inquilino de Palacio Nacional.
Sin embargo, la fecha que más le importa, la que mantiene fija y abierta como un tercer ojo en la frente de la 4T, es la del primer domingo de junio del 2024, día de las elecciones generales.
Le quedan apenas 430 días para arribar a la jornada en que enfrentará (otra vez) “la madre de todas sus batallas”…

LOS HECHOS…
La historia se mueve (lo demostró el gran Enrique Florescano) en dimensiones distintas y a ritmos (velocidades) diferentes.
La primera es la corriente profunda, imperceptible pero incesante, que se mueve a un ritmo muy lento que sólo puede cronometrarse por décadas o por siglos.
La segunda es la historia en movimiento apreciable, superficial, digamos, la de los sucedidos de ayer, de hace un año, o diez o veinte, la cual podemos contemplar (que no es lo mismo que entender) con una somera revisión de los hechos recientes.
La tercera dimensión de la historia se da cuando las dos corrientes anteriores, acumuladas, de pronto se manifiestan a manera de un huracán imprevisto e inconmensurable: el huracán de los hechos que “cambiarán la historia”…

EL TSUNAMI…
Un ejemplo a modo: el 2 de julio de 2018, día del triunfo electoral apabullante del candidato Andrés Manuel López Obrador, no se explica sólo por el carisma de este, ni por su larga marcha de 30 años en busca el poder ni por el políticamente desastroso sexenio de Enrique Peña Nieto. No.
AMLO y su carisma y su movimiento y Peña Nieto son factores, sin duda, pero el tsunami electoral del 2018 se vino incubando, germinando, en la dimensión profunda, imperceptible y lenta de la historia, cuando menos desde octubre de 1968, cuando el sistema PRI-Gobierno se hirió a si mismo de muerte (aunque muy pocos se hayan percatado de ello entonces).
En 1988 el sistema manifestó más expresamente su decadencia.
En el 2000 perdió la presidencia.
Los gobiernos de Fox y de Calderón resultaron decepcionantes: no les dieron a sus votantes lo que esperaban de ellos: al contrario fueron la continuación del sistema.
Por eso la mayoría le regresó el poder el PRI-gobierno en el 2012.
Y llegó el hartazgo y encabronamiento mayoritario.
Al fin estaban dadas las condiciones que tanto había esperado López Obrador -contribuyendo a su advenimiento en la medida de sus humanas posibilidades, claro; pero el ánimo, las circunstancias políticas y el descontento social, fueron productos históricos, generados por la acumulación de hechos políticos, sociales, económicos y culturales durante los anteriores 60 años: de 1968 a 2018….

EL DESAFÍO…
Mérito no menor de AMLO es haber percibido, intuido, entendido y medido lo que se gestaba en las dos corrientes de la historia; la profunda y a superficial… y prepararse para el momento… y aprovecharlo para su proyecto de manera eficaz y contundente.
Las elecciones del 2024 son su máxima prueba, si damos por cierto lo arriba apuntado.
Para este desafío, los 430 días que faltan para esa jornada electoral son, a la vez, un suspiro en el ritmo lento y oscuro de la historia pero tiempo suficiente en el ritmo palpitante de la historia del día a día y a ras de tierra…

EL REFERENDUM…
Y en eso está el presidente Obrador, con todo y las 24 horas del día.
La elección del 2024 la ha diseñado especiosa y detalladamente como un referéndum.
La muy referida polarización es parte de la estrategia: ellos (los “conservadores”) contra nosotros (los agentes del cambio).
La recurrente exigencia de AMLO a la tajante definición de las partes: el ‘ellos’ ante el ‘nosotros’, significa, tácticamente, ir definiendo la elección del 2024 como un referéndum: si o no; a favor o en contra.
Lo mismo que la enorme concentración de ayer en el zócalo es un episodio más del plan general de Obrador rumbo al 2024: la continuidad como compromiso y la unidad del movimiento en torno a su líder (“no se vale zigzaguear”) como premisas inviolables.
Tiene razón mi amigo tabasqueño, vecino de Obrador durante su residencia en Villahermosa, cuando dice: “AMLO estará en las boletas”.
Sean Adán Augusto, Marcelo o Claudia el candidato(a) “el votante cruzará la boleta, a favor o en contra, viendo en ella a Andrés Manuel”, subraya.
Sin duda. Aunque tambien indudablemente que contará el candidato(a) del MoReNa.
Lo mismo que el de la oposición, por supuesto.

EL MENSAJE…
Y nadie lo sabe mejor que Obrador.
Él mismo se ha encargado, desde su mañanera, de destaparles posibles candidatos a granel y por docenas.
Pero en los pagos de los aliancistas PAN-PRI-PRD ni sudan ni se acongojan.
O están pasmados o andan en la pendeja o, de plano, nomás no le encuentran la cuadratura al círculo del reto que les plantean el Presidente, la 4T y el obradorismo.
Pero ese es otro asunto, que trataremos en próxima entrega.
Lo mismo que hemos de analizar, glosar y desglosar el discurso de ayer del Presidente.
Hay mensajes (varios) muy claros y muy importantes.
Por ejemplo, la referencia al hecho de que Lázaro Cárdenas no pudo heredarle la presidencia a su favorito y hermano de armas, amigo entrañable e ideólogo de cabecera, Francisco J. Mújica, porque los (generales) conservadores, amenazantes, lo impidieron.
De la reiteración del concepto de continuidad en su discurso de ayer, se colige que a él, al presidente López Obrador no le sucederá lo que a Lázaro Cárdenas: él sí le impondrá la banda presidencial a quién él decida…

ADÁN AUGUSTO…
A propósito de los aspirantes morenistas, quizá el que más se lució en el evento del Zócalo, quién más resultó apapachado, saludado, asediado y aplaudido previo al evento, fue el secretario de gobernación, Adán Augusto López Hernández.
Esto luego de que, hay que anotarlo, la semana previa al evento de ayer fue de notable lucimiento y crecimiento para el paisano, amigo y ‘hermano’ del Presidente…

“Quienes piensen que ya tienen el porvenir político asegurado, se pueden llevar una gran decepción”.
Enrique Quintana.

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