*AMLO: ¿Así estaba escrito el guion sucesorio original…?
*La carrera de Adán, Claudia y Marcelo será de fotografía…

Es la guerra. No hay modo de negarlo. No se puede tapar el sol con un dedo.
Por lo demás, nada más lógico, nada más predecible e inevitable.
Sin duda el autor de la puesta en escena (nada menos que don Andrés Manuel) lo sabía.
Ha menester considerar que supo, desde el momento mismo en que dio la voz de arranque de la carrera por la candidatura presidencial del MoReNa (allá por los primeros días de julio del 2021), que, en su recta final, la competencia se pondría muy intensa y álgida entre los finalistas.
También debemos estimar indiscutible que, desde que agitó la bandera de salida, don Andrés sabía que estos serían tres: Adán Augusto, Claudia y Marcelo.
Esto así porque esta puesta en escena resulta para López Obrador la obra cumbre en su larga y exitosa carrera política.
En esa trayectoria AMLO supo apechugar derrotas dolorosas, las cuales, con su talento para el arte de Maquiavelo, trocó en escalas en su acenso a las cimas del poder.
Lo anterior no es un panegírico: es sencillamente una lectura objetiva de su biografía como líder social y activista político.
“Aiga sido como aiga sido” -diría el clásico, Roberto Madrazo se le impuso en la disputa por la gubernatura de Tabasco en 1994 y, 3 años después, en 1997, con AMLO convertido ya en un gran líder en el edén, y cuya proyección nacional crecía como la espuma, el PRI de Roberto Madrazo le asestó al PRD de Andrés Manuel una aplastante derrota en los comicios intermedios: el tricolor se llevó todas las presidencias municipales, todas las diputaciones locales y las federales de elección directa.
Derrotas hubo…

LOS REVECES…
Y las hubo antes de la confrontación AMLO-ROMA -célebre desde 1994 hasta el 2006, cuando, finalmente, Obrador dejó noqueado a Madrazo, convirtiéndolo en un jubilado de la política activa.
Por ejemplo, cuando fue obligado por Enrique González Pedrero a entregar la presidencia del PRI estatal en 1884, o cuando, en 1988, el candidato priista, Salvador Neme, nomás no quiso hacerlo candidato en su natal municipio de Macuspana.
Reveces hubo, punzantes todos.
Pero, de cada uno de ellos, López Obrador, no sólo se levantaba de la lona embravecido, sino que ¡caía parado y hacia arriba!
Por ejemplo: la negativa de Neme de hacerlo candidato, lo llevó a ser el abanderado del FDN a la gubernatura tabasqueña, convirtiéndolo en el fundador y líder vitalicio del PRD (hoy MoReNa) en Tabasco y luego en el país.
Otro ejemplo: cuando Madrazo le endilga el zapato electoral en 1997, ya Cuauhtémoc Cárdenas había decidido que AMLO fuera el presidente nacional del PRD: eso se llama caer hacia arriba y de pie.
De ahí a la jefatura del gobierno del entonces DF sólo hubo un paso; lo demás es historia viva…

LOS RETOS…
La apretada sinopsis anterior es necesaria para poner en relieve a López Obrador como político de retos, adicto a la adrenalina de los grandes desafíos.
De nuevo: no se trata aquí de ningún encomio; para nada: son hechos.
Y en este espacio de Rumbo Nuevo el valor máximo del ejercicio periodístico son los hechos.
Y el hecho es que AMLO, hoy convertido en el presidente de la república más poderoso en décadas, enfrenta el reto cenital de su vida: heredarle la silla presidencial a quien, llegado el momento, le parezca la persona más capaz de prolongar la 4T, desarrollarla y conducirla hasta sus últimas consecuencias.
Y esas tres personas son Adán Augusto, Claudia y Marcelo.
Uno de ellos será el candidato(a) presidencial del MoReNa…

EL TROMPETAZO…
¿Por qué, contra toda lógica, AMLO adelantó los tiempos políticos dando el banderazo de salida prácticamente al otro día de las elecciones intermedias del 2021?
Porque los resultados de esas elecciones fueron un trompetazo atronador para alguien tan agudo para leer las señales de la política como AMLO.
Sí, en esos comicios, el MoReNa ganó 11 de 14 gubernaturas en disputa, pero perdió en 12 de las 15 ciudades más pobladas del país.
Y lo más preocupante para Andrés Manuel: el MoReNa perdió la mayoría calificada en el Congreso Federal y 9 de las 17 delegaciones en CDMX.
Una sacudida de esas dimensiones no puede ser desdeñada por un erudito en procesos electorales como AMLO; al contrario: será tomada como un parteaguas, como un antes y un después por quien se ha fincado el desafío de prolongar el gobierno de la 4T para que este se convierta en un nuevo régimen que se extienda en el tiempo por generaciones…

LA MISIÓN…
Hasta 1988, los presidentes del priato no tenían mayor pendiente: la elección estaba ganada de antemano.
Por eso el presunto beneficiario del fraude electoral de ese año, Carlos Salinas(“presunto” porque probar el fraude es imposible: los paquetes electorales se quemaron), se puso como misión suprema ganar con amplitud las elecciones de 1994.
Y lo hizo, a un precio enorme, para él y para el PRI: le mataron a Colosio, su candidato “natural”; Manuel Camacho se reveló; el candidato sustituto, Ernesto Zedillo expulsó a Salinas del país, encarceló a su hermano Raúl y decidió pasar a la historia como el Presidente de la alternancia en el poder.
Desde polos opuestos, la autoimpuesta misión de AMLO es similar a la de Salinas: asegurarse una sucesión a su medida con el mejor heredero(a) posible.
Que saldrá de entre Adán Augusto, Marcelo y Claudia…

LA OPOSICIÓN…
Por eso es la guerra. No hay modo de negarlo. No se puede tapar el sol con un dedo.
Aceptemos que, hasta las elecciones de 2021, “el proyecto” (así se dice) de AMLO era Claudia.
O eso es al menos lo que AMLO quería que creyésemos.
Y muchos lo creyeron.
De ahí la cargada.
De entonces a la fecha las cosas han cambiado. Y mucho. Y más van a cambiar.
Desde julio del 2021, Obrador sabe que las elecciones del 2024 no serán para nada un día de campo.
Y hace todo lo que puede para asegurarse la victoria.
A pesar de que hoy “la oposición no pinta”, como acaba Claudia de afirmarlo, el Presidente sabe que si los partidos de enfrente se desembarazan de sus anteojeras, involucran en el proceso al votante que sufragó contra MoReNa hace 2 años y juntos logran encontrar un buen candidato(a), se pondrán bastante competitivos.
Y Adán, Claudia y Marcelo tambien lo saben.
Como saben que serán las circunstancias políticas, las condiciones sociales, la situación general y, sobre todo, la candidatura que presente la oposición y la fuerza de su alianza, los factores principales que tomará en cuenta AMLO en la decisión sucesoria.
Saben que hoy los 3 tienen las mismas posibilidades.
Por eso la disputa es sin dar ni pedir cuartel. Sin contemplaciones. Sin tregua.
Es la hora de “cartucheras al cañón y a ver de qué cuero salen más correas”.
¿Era este el guion original redactado por AMLO cuando dio el banderazo de salida?
Intentemos encontrar la respuesta en nuestra próxima entrega…

“Para comprender el presente es necesario saber mirar claro el pasado reciente, sobre todo si pretendemos imaginar el futuro inmediato”.
Edgar Morin.