Mascarriel
*AIFA, el reloj político y el calendario de AMLO… *Proriedad y proriedades para los 30 meses del Presidente… Mario Ibarra Bueno, de que al Presidente López Obrador le gusta adelantar los tiempos de la política, resulta indiscutible. Antaño, cuando las nieves del poeta (perdón, perdón; ese es un verso del gran Álvaro Mutis y debe […]
19 de marzo de 2022

*AIFA, el reloj político y el calendario de AMLO…
*Proriedad y proriedades para los 30 meses del Presidente…

Mario Ibarra
Bueno, de que al Presidente López Obrador le gusta adelantar los tiempos de la política, resulta indiscutible.
Antaño, cuando las nieves del poeta (perdón, perdón; ese es un verso del gran Álvaro Mutis y debe ir completo y entrecomillado: “como antaño, cuando las nieves del poeta”. Y nada que ver Maqroll, El Gaviero, con nuestro tema. Mil disculpas).
Bien, antaño, cuando el presidencialismo autoritario del régimen priísta
enseñoreaba y esplendía, los presidentes, aquellos monarcas sexenales, solían programar rigurosamente sus calendarios políticos.
Todos, sin excepción, calendarizaban cuidadosamente sus grandes obras, aquellas por las que serían acunados por la Historia… si: la Historia con mayúsculas.
Carreteras, puertos, aeropuertos, termoeléctricas, hidroeléctricas, grandes presas para extraordinarios sistemas de riego, infraestructura educativa (Ciudad Universitaria con Miguel Alemán), redes de comunicación ( la carretera del golfo con Adolfo Ruiz Cortínez), la nacionalización de la industria eléctrica y la creación de la CFE con Adolfo López Mateos, la construcción de grandes unidades de vivienda en todo el país -con la Unidad Tlatelolco como la joya mayor de la corona con Díaz Ordaz; los complejos turísticos de Los Cabos -Bahía de banderas (Puerto Vallarta) y Cancún con Luis Echeverría, los complejos petroquímicos de Cangrejera, Pajaritos, Cosoleacaque y Nuevo Pemex con López Portillo etcétera, etcétera.
El punto es que esos presidentes, le decía, programaban rigurosamente sus calendarios para la inauguración de esas sus obras emblemáticas.
Iniciaban esos rituales en el quinto año de su gobierno y se extendían hasta junio del último año del sexenio, justo antes de la elección presidencial…

REGLA Y EXCEPCIÓN…
La clave residía en que el quinto año de gobierno era el de la glorificación del presidente en turno: entregaba sus grandes obras, sus proyectos de infraestructura más importantes y trascendentales y designaba a su sucesor.
Era el año del disfrute del poder en todo su esplendor.
(Con los gobernadores sucedía lo mismo, toda proporción guardada. La frase de Fidel Herrera, ex gobernador de Veracruz, es elocuente: “no me vengas con pendejadas, que estoy en el apogeo del poder, cabrón”; cierto: durante los sexenios de Fox, Calderón y Peña, los gobernadores designaban a los candidatos del partido en el poder a la gubernatura).
Pero volvamos a nuestro asunto.
Con la designación del candidato del PRI a la presidencia, se iniciaba el declive de la figura presidencial, la cual quedaba casi completamente en la opacidad al otro día de que había candidato presidencial electo.
Excepciones hubo para confirmar la regla: López Portillo, por ejemplo, que anunció la nacionalización de la banca en su último informe de gobierno, sin haber enterado de tan delicada decisión a Miguel de la Madrid, a la sazón presidente electo.
(Por cierto, esa atrabiliaria decisión nos costó el FOBAPROA, que aún estamos pagando; vino luego la consecuente reprivatización mal diseñada e irresponsablemente ejecutada, que llevó a la quiebra a la mayoría de los bancos, lo que derivó en la venta de la mayor parte de ellos a extranjeros).

Prioridad y prioridades…
El asunto es que, como decíamos, adelantando los tiempos tradicionales de la política nacional, arrancando apenas su cuarto año de gobierno, el Presidente López Obrador ha iniciado ya la inauguración de sus grandes obras emblemáticas, aquellas que serán algo así como la diadema de su gesta histórica, tal y como él la contempla.
Ayer puso en servicio el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, (AIFA).
No es aquí momento y tampoco viene al tema considerar si fue acertado o no cancelar un aeropuerto que ofrecía 148 aproximaciones (las rampas para el abordaje y descenso de los aviones para los pasajeros) por otro que sólo proporciona 28 aproximaciones; ese será tema para una próxima entrega, que necesariamente analizará las razones de fondo, como nadie lo ha hecho hasta ahora, de por qué motivos la 4T y el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México en Texcoco eran absolutamente incompatibles para AMLO.
Como diría el artífice intelectual del AIFA, el ingeniero Rioboo, ambos proyectos, la 4T y el grandioso aeropuerto de Texcoco “se repelían” mutuamente.
El uno era la categórica negación de la otra y viceversa.
Es decir: en la visión de Obrador, su coexistencia era imposible.
Era tener a la “Catedral de neoliberalismo” como símbolo mundial del México del siglo XXI.
Pero bueno, ya iremos a fondo sobre el tema.
(Le adelanto que la clave para entender los motivos de Andrés Manuel para suprimir, cancelar y borrar el NAICM la encontramos en Ryszard Kapuscinski, el legendario periodista y escritor polaco, autor de El Emperador, Ébano, El Sha, La Guerra del futbol, Viajes con Heródoto e Imperio, entre otras muchas obras de obligada lectura) …

EL JUICIO APODÍCTICO…
Al Presidente López Obrador le restan 30 meses como inquilino de Palacio Nacional.
De aquí a 18 meses arrancará el proceso electoral federal que culmina en las elecciones del primer domingo de julio del 2024; o lo que es lo mismo: dentro de 27 meses tendremos Presidente Electo.
30 meses. Un suspiro apenas, para el tiempo que requiere un proyecto de las dimensiones y el calado de la 4T.
30 meses. Una reserva considerable de tiempo para un líder carismático con la capacidad política de López Obrador.
Respecto a las otras obras estratégicas de este gobierno -la refinería de Dos bocas, el corredor transístmico y el Tren Maya, el propio mandatario ha sostenido que se entregarán en tiempo y forma.
Por supuesto que le damos el beneficio del crédito a la palabra presidencial.
El tiempo dirá si esa palabra se cumple en las formas debidas y en los plazos establecidos.
El tiempo -y la siguiente generación de mexicanos: los jóvenes que hoy tienen 18 años de edad-, emitirán el juicio apodíctico sobre los 4 grandes proyectos del Presidente Obrador….

UCRANIA…
Como sea, es claro que, en ese orden de asuntos, este gobierno ya no dispone de tiempo ni de recursos para ningún proyecto ni de lejos parecido a los emblemáticos arriba citados.
Por ese lado, podríamos decir que, con ellos, este sexenio puede darse por concluido.
Para mayor preocupación, las perspectivas económicas no lucen nada prometedoras, al contrario.
Somos parte del mundo y la realidad mundial impacta en México, que es la quinceava economía del orbe.
La guerra en Ucrania y todas sus consecuencias tendrán fuertes repercusiones en nuestro país, inexorablemente.
De hecho, ya las estamos sintiendo: hoy, el gobierno deja de percibir 5 pesos por cada litro de gasolina y diesel que se despacha.
Si esta medida se prolongara por un año, significaría una merma de más de 300 mil millones de pesos en los recursos fiscales del gobierno.
Y hay también factores internos.
A la fecha, el gobierno de la 4T le ha inyectado a PEMEX más de 1 billón 600 mil millones de pesos y, no obstante, el año pasado la empresa cerró con un déficit de 300 mil millones.
En los tres años recientes, la CFE acumula pérdidas por 150 mil millones de Pesos.
La inflación no cederá en lo que resta del año.
El Banco Mundial ha reducido nuestras expectativas del crecimiento del PIB a un 2.4% para este año.
Otros organismos internacionales lo bajan aún más, hasta un 1.3%.
O sea: no está el horno para bollos…

EL TOBOGÁN…
Afortunadamente el gobierno de AMLO ha sido muy cuidadoso con la conducción de las finanzas públicas, las cuales se mantienen “en sano equilibrio”, como dicen los economistas; ese mérito se le reconoce sin reservas a la actual administración.
En ese plano, se entiende que la política haya secuestrado por completo la conversación pública nacional.
Ahorita estamos con el asunto de la Revocación de Mandato.
De ahí salimos directos a las elecciones para gobernador en 6 estados de la república.
Y de allí disparamos raudos al tobogán de las elecciones federales y la presidencial del 2024, cuyo proceso legal arranca, decíamos, dentro de 18 meses.
O sea…

30 MESES…
En este orden de ideas, entendemos que el Presidente Obrador haya dicho, ha poco y con palabras textuales, que su ciclo se va cerrando.
Simplemente asume su realidad y se comporta honestamente. Es sincero, pues.
30 meses es un suspiro para el tiempo que precisa la 4T para cuajar y ser irreversible.
Pero ese lapso, para un liderazgo carismático y para las capacidades de provocación y operación política de un López Obrador, es bastante tiempo.
Dentro de 18 meses -poco más poco menos-, este tendrá que designar al candidato o candidata del MoReNa a la presidencia de la república.
Las opciones reales se han reducido a dos: Adán Augusto López Hernández o Claudia Sheinbaum.
Y, según la clase política y la comentocracia, el hombre de Bucareli no sólo emparejó a la gobernante de CDMX, sino que ya le saca medio cuerpo de ventaja…

RELOJ Y CALENDARIO…
En esta panorámica, ha menester corregir nuestra premisa inicial: AMLO no adelanta los tiempos de la política; lo que sucede es que él trae su propio reloj político y su personal calendario histórico.
En su entender, ya puso los cimientos de la 4T.
Ahora le resta garantizar la continuidad de ese proyecto.
Ergo: la única tarea de ahora en adelante es crear las condiciones para que el candidato (a) del MoReNa gane las presidenciales del 2024.
Ya estamos en campaña.
Lo correcto, entonces, no es decir que AMLO “adelantó los tiempos políticos”, sino entender que trae su propio reloj, su muy particular calendario.
Lo de la revocación de mandato es parte de la campaña presidencial.
Lo serán las campañas para renovar gubernaturas en 6 estados.
Lo serán las discusiones sobre la contrarreforma energética, la reforma electoral, la giras a centroamérica y Cuba, las relaciones con Biden y con Putin, las mañaneras de cada día, los proyectos emblemáticos y todo, absolutamente todo lo que usted guste y mande.
Señores, don Andrés Manuel está en marcha (y miren que de marchas sabe un buen) hacia el primer domingo de julio del 2024.
(¿Y la oposición? Lo vemos en nuestra próxima entrega) ….

CANDIDATOS…
Encuesta de la edición mexicana del diario El País sobre intenciones favorables para posibles candidatos presidenciales:
Marcelo Ebrard 56%
Claudia Sheinbaum 54%
Luis Donaldo Colosio 53%
Monreal, Ricardo Anaya, Margarita Zavala, Alfredo del Mazo y Enrique Alfaro, por abajo del 26%.
Ok.
Nomás un detalle, señores de El País: ¿dejar fuera de la encuesta al muy eficiente y reconocido secretario de Gobernación, el tabasqueño Adán Augusto López Hernández, es pendejada involuntaria o plan con maña?
Es pregunta…
(Tan en campaña estamos, que desde Madrid mueven ya sus bazas).

“Si quieres que el tiempo pase de prisa, firma un pagaré a 30 meses”
R. B. Thomas.

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