Mascarriel
Mario Ibarra *MoReNa: la asamblea de tribus, el canibalismo y la codicia… *De la cópula aberrante a la sucesión de AMLO.. Antes eran pocos pero desunidos; hoy son muchos, un chingo, pero confrontados. Todos contra todos. Siempre fue así. Recordar que el MoReNa, antes de serlo, fue el PRD…en buena parte, al menos. Por eso […]
8 de febrero de 2022

Mario Ibarra

*MoReNa: la asamblea de tribus, el canibalismo y la codicia…

*De la cópula aberrante a la sucesión de AMLO..

Antes eran pocos pero desunidos; hoy son muchos, un chingo, pero confrontados.
Todos contra todos.
Siempre fue así.
Recordar que el MoReNa, antes de serlo, fue el PRD…en buena parte, al menos.
Por eso este partido, el PRD, es hoy un cascarón quebrado, una entelequia insignificante, unas siglas sin sustancia, un ex partido político en busca del conjuro del ave fénix; y en esas andan los cuatro o cinco militantes que se quedaron con la franquicia (que aun deja sus buenos milloncitos): quesque “refundado al partido”; en fin, allá ellos.
Pero, bueno, esa es arena de otro costal.
El asunto aquí es el MoReNa y su primera convocatoria a una “Convención Nacional”, así, con mayúsculas.
Fundado por AMLO en el 2015, el MoReNa, curiosamente, a la fecha no había convocado a ninguna asamblea nacional.
Esto así, sostienen los claridosos -cínicos, les dicen algunos- porque “no hace ninguna falta: el MoReNa tiene un guía, un líder indiscutible, el mismo AMLO, que conduce al movimiento acertadamente, sin necesidad de ninguna asamblea”, lo cual es, aseguran, una verdad taxativa para todos los integrantes del partido y del gobierno de la 4T…

CONTRA NATURA…
De acuerdo. Pero para saber lo que sucede hoy en el MoReNa y, lo más importante: lo que sucederá cuando AMLO ya no esté al frente del movimiento, cuando deje de ser -como él mismo ha adelantado-, el crisol que aglutina a las fuerzas centrífugas, polimorfas y abigarradas que conforman al MoReNa, ha menester, como siempre, hacer una somera revisión histórica del origen, desarrollo y encumbramiento del movimiento, la cual, hasta el 2015, corría paralela a la del PRD.
Sucintamente: el PRD nace de un apareamiento contra natura: la suma de las variadas, dispersas y no pocas veces confrontadas corrientes, grupos y capillas de la izquierda histórica mexicana con… ¡el priísmo echeverrista: conservador, autoritario y dogmático!
Tarde o temprano tenía que suceder lo que prevenimos hace más de 30 años: “Imposible imaginar cómo y cuando será, pero este matrimonio delirante terminará en divorcio”, escribimos en la revista tabasqueña ABC en el otoño de 1990.
La separación se dio en el 2015; sabemos cómo; conocemos las consecuencias hasta ahora; intentamos entrever lo que viene…

A MATAR O MORIR…
Pero el futuro sólo puede vislumbrarse desde la atalaya del pasado.
Hay que revisar la historia, pues.
En la izquierda histórica mexicana había corrientes marxista-leninistas, trotskistas, estalinistas, maoístas, gramcistas, revisionistas, socialistas etc., etc., siempre en pleito de todos contra todos.
Y eran guerras a matar o morir.
En 1988, la candidatura presidencial de Heberto Castillo por el PMS, logró el milagro de conjuntarlos a todos.
Sin embargo, tras la expulsión del PRI de Cuauhtémoc Cárdenas, Porfirio Muñoz Ledo y Ifigenia Martínez entre otros, Heberto (uno de los grandes mexicanos del siglo XX), percibió la coyuntura histórica y tuvo la grandeza de declinar su candidatura a favor de Cárdenas.
Este, junto con Muñoz Ledo, Ifigenia, Martines Corbalán y otros, fueron echados del PRI por los tecnócratas, que se adueñaron del partido en el sexenio de Miguel de la Madrid.
Los susodichos, considerados como defensores del priísmo echeverrista, dogmático y autoritario, se opusieron firmemente a las reformas “modernizadoras” que los tecnócratas (hoy llamados “conservadores” por el lopezobradorismo) impusieron en la administración pública y en PRI…

GRANDEZA Y COYUNTURA…
Así se dieron las bodas del agua con el aceite.
EL priísmo ortodoxo que defendían Cárdenas, Muñoz Ledo, Ifigenia y demás, persiguió, encarceló y asesinó a muchos de los líderes de la izquierda histórica mexicana durante décadas.
No obstante, en 1988 se ayuntaron en el tálamo de la candidatura presidencial de Cuauhtémoc Cárdenas.
Sucedió que Heberto Castillo, seguidor y amigo muy cercano de Lázaro Cárdenas, sabia que como candidato del PMS no le haría ni cosquillas al entonces imponente partidazo.
Pero cuando se da la ruptura en el PRI y Cuauhtémoc busca por fuera la presidencia, Heberto, inteligente, noble y generoso, percibe de inmediato que allí hay una coyuntura histórica.
Cardenista él, sabe que el cardenismo es una corriente popular profunda, social y política viva, que sólo espera la oportunidad para salir del subsuelo en donde invernaba y revivir con una fuerza y un ímpetu que sólo Heberto, tan conocedor de la realidad política y social del México de entonces, percibía.
Con grandeza histórica declinó su candidatura a favor de Cuauhtémoc.
No se equivocó…

LA CÓPULA ABERRANTE…
Y ya sabemos lo que sucedió en 1988.
Ahí se acrisoló lo que empezó a fraguarse en la mentalidad, en el sentimiento y en los anhelos de muchos mexicanos en 1968.
Ahí empezó nuestra transición democrática (que nos dura aún y que quien sabe cómo termine) y la declinación del sistema PRI-Gobierno.
Pero se trataba de una cópula aberrante.
Duró mientras el mando y el liderazgo indiscutible estuvo en manos de (ex) priístas: Cárdenas, Muñoz Ledo, López Obrador.
Cuando en el 2000 éste toma el liderazgo del PRD (el mando lo tuvo desde 1997) la diferencia esencial, medular, entre la escuela priísta ortodoxa y lo más genuino de la izquierda histórica se empieza a manifestar.
Van juntos en las candidaturas presidenciales del 2006 y del 2012, pero la separación es inminente.
En el 2015 nace el MoReNa…

EL CANIBALISMO IRREMEDIABLE…
Las corrientes históricas de la izquierda, reunidas en el PRD, nunca dejaron de tener diferencias ideológicas, que la lucha por el poder hizo irreconciliables.
De ahí sus luchas interminables.
Más que un partido, siempre fueron una “asamblea de tribus” beligerantes, como tan bien y famosamente las calificó el tabasqueño Arturo Núñez a mediados de los 90’s.
Y el 90% de esas tribus se vino con AMLO al MoReNa.
Trayendo con ellas su voraz canibalismo irremediable
Lógico, sus disputas continúan.
Pero multiplicadas.
Sucedió, por otro lado, que el lopezobradorismo fue desde sus inicios un movimiento singular, que seguía a Obrador y corría paralelo al perredismo.
Primero eran lopezobradoristas y luego, en seguimiento de su caudillo, eran perredistas.
Y el lopezobradorismo es un conglomerado mucho más abigarrado, múltiple y polícromo de lo que fue el PRD.
De tal suerte que ahora, juntos en un mismo movimiento las tribus ex perredistas y las incontables capillas, cenáculos, grupos y grupúsculos del MoReNa, tiran de la cobija del poder y sus privilegios cada uno por su lado, convirtiendo al MoReNa en un aquelarre permanente que se acentúa cuando se abre la temporada de caza de candidaturas.
Hoy que tienen el poder son mucho más belicosos, ávidos e insaciables.
Por ahora está ahí el jefe, Andrés Manuel, que mayormente ocupado en su 4T los deja ser y deshacer, aunque hasta cierto punto.
Llegado el momento pega el manotazo sobre la mesa y todos a temblar y todo mundo en orden.
Pero ¿Y cuando ya no esté AMLO…?

LA “CONVENCIÓN NACIONAL…”
Ya veremos, dijo un ciego y lo llevaban jalando.
El asunto es que la convocatoria a una inopinada “Convención Nacional”, por una de las innumerables facciones del MoReNa, no debe sorprendernos.
En este caso se trata de una partida de inconformes con la designación de la candidata a la gubernatura de Durango.
Nada nuevo y el episodio no merece, como tal, que nos detengamos en él.
Pero, cómo síntoma de lo que sucederá en el MoReNa conforme se acerque la decisión de AMLO sobre el candidato de la 4T a la Presidencia y, peor, de lo que pasará cuando se retire a Palenque, resulta sumamente importante.
“No adivino. Cuando mucho, intento analizar y entender”, dice nuestro gran historiador, Jean Meyer, al referirse a su labor como observador de la actualidad política.
Lo mismo intentamos en este espacio de Rumbo Nuevo.
Y vislumbrando el futuro inmediato nos topamos con la interrogante arriba apuntada: ¿y cuando ya no esté AMLO…?

EL HOMBRE Y LA INSTITUCIÓN…
Automáticamente salta el asunto del ya famoso “testamento político” de AMLO.
Pero ya en las pasadas dos entregas demostramos que lo más valioso, lo más personal, lo más genuino de López Obrador -la genialidad, la capacidad enorme, la audacia, la intuición para la política y el liderazgo- no son heredables.
Y en su caso, el poder presidencial tampoco.
En el priato, el poder era de la institución presidencial, dijimos.
Así, el presidente en turno, personalizaba el poder de la institución, que heredaba a su sucesor.
No así con AMLO, porque el poder reside en su persona, no en la institución.
Por eso no podrá heredárselo a nadie…

LA ORFANDAD…
Sin embargo, algunos analistas inteligentes como Ulrich Richter, empiezan a reunir señales sumamente interesantes.
Apuntan cómo, con su arribo a la secretaría de gobernación, Adán Augusto López Hernández le aporta al gobierno de la 4T eficacia, entendimiento y capacidad negociadora para ir destrabando conflictos “entre las diversas fuerzas políticas, incluyendo a propios y extraños” anota, Richter.
Otros, que advierten lo mismo que él, destacan que en su reciente visita al Senado, Adán Augusto, de hecho, se convirtió en el coordinador de la bancada del MoReNa, llamando al orden.
Anotan sus reuniones con el Consejero Presidente del INE, Lorenzo Córdoba, que han distendido las tensiones entre el Instituto y la 4T.
Apuntan que todas las corrientes del MoReNa, reconocen y respetan al secretario de gobernación.
Subrayan su buena faena supliendo al Presidente en las mañaneras.
Registran su diálogo eficaz con la iniciativa privada, con los sindicatos, con los partidos y los gobernadores de oposición.
Bucareli nos es caja de resonancia de Palacio Nacional, sostienen, sino “su centro de operación política alterno”.
Y se preguntan: “¿No estaremos atestiguando el crecimiento político acelerado del hombre que, al retiro de AMLO, aminore en mucho la orfandad que, parece, se cierne sobre la 4T y sobre el MoReNa al fin del sexenio…?

AIRES DEL TRÓPICO…
No somos profetas, pero lo dijimos antes del inicio de este gobierno:
“Quien sabe como le vaya al país con la 4T, pero a Tabasco le irá muy bien”.
3.5 de crecimiento del PIB estatal en 2020 y 7.5 en 2021, prueban que no nos equivocamos.
Claro, no es para lanzar campanas a vuelo: Tabasco viene de padecer más de 10 años de decrecimiento económico.
Pero si el ritmo continúa hasta el 2024, los tabasqueños serán, sin lugar a dudas, los grandes beneficiarios del sexenio…

“No existen técnicas en la política; no es una ciencia sino un arte carismático, dependiente de la capacidad de persuasión, de la oratoria y de una perseverancia a prueba de bombas, todo lo cual se aprende en la vida, nunca en un aula o en el despacho de un consultor”.
Rizciard Kapuscinsky.

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