Mascarriel
*30 años de lopezobradorismo…y contando (III) *La cuarta transformación después de AMLO…y Borges. Mario Ibarra En las dos entregas anteriores realizamos apretada síntesis de los años que corrieron de 1988 a 1994, en cuyo decurso los historiadores ubicarán el nacimiento del lopezobradorismo. Anotamos que fueron los “éxodos por la democracia” y las marchas petroleras a […]
22 de noviembre de 2021

*30 años de lopezobradorismo…y contando (III)
*La cuarta transformación después de AMLO…y Borges.

Mario Ibarra
En las dos entregas anteriores realizamos apretada síntesis de los años que corrieron de 1988 a 1994, en cuyo decurso los historiadores ubicarán el nacimiento del lopezobradorismo.
Anotamos que fueron los “éxodos por la democracia” y las marchas petroleras a la metrópoli las que marcan, de manera clara, el nacimiento del lopezobradorismo como un movimiento político y social estructurado, con objetivos definidos al corto, mediano y largo plazo y, sobre todo, con un liderazgo carismático y contundentemente personalizado en la figura del adalid, Andrés Manuel López Obrador.
Los “éxodos por la democracia” y las peregrinaciones de trabajadores petroleros, con su prolongada ocupación del zócalo capitalino, es decir: de la plaza central de la república, el espacio consagrado por la conciencia histórica como el recinto simbólico de la mexicanidad, disparó a Obrador como figura emergente pero ya descollante en la arena política nacional.
Fue allí, cubriendo la plancha del zócalo con las tiendas de campaña que miles de petroleros habían sembrado, en una noche de luna llena, en su carpa frente a Palacio Nacional, que Andrés Manuel soñó por vez primera ocupar como Presidente el histórico edificio.
No un sueño fantasioso, sino una quimera que germinaba de la realidad: desde los pantanos del sureste, había encabezado largas y multitudinarias marchas sobre Tenochtitlan, y en todas terminó cosechando éxitos indiscutibles.
Su figura se dio a conocer no sólo a lo largo y ancho del país, sino que tanto lo éxodos como las machas de petroleros, fueron noticia internacional.
AMLO era ya un político en ascenso, pero, sobre todo, un líder popular de primera talla.
En eso llegaron los comicios en Tabasco, a realizarse en noviembre de 1994.
En eso nos quedamos…

1994…
Desde que Luis Donaldo Colosio llegó a la presidencia nacional del CEN del PRI, el camino de Roberto Madrazo a la gubernatura de Tabasco lucía libre y despejado.
Amigo y operador político predilecto de Colosio, con el gobernador Manuel Gurría aplanándole el terreno en Tabasco, el arribo de ROMA a la Quinta Grijalva se daba por hecho.
Pero el año de 1994 venía preñado de sucesos colosales y de tragedias impensables.
El 1 de enero el país amaneció en completo azoro, con el FZLN ocupando San Cristóbal las Casas, declarado la guerra contra el Estado mexicano y advirtiendo su marcha sobre la ciudad de México para “derrocar al supremo gobierno”.
El 23 de marzo caía asesinado en Tijuana el candidato del PRI a la presidencia, Luis Donaldo Colosio, y 4 meses después, a unos metros del monumento a la revolución, era acribillado Francisco Ruiz Massieu, que se perfilaba como presidente del PRI o como secretario de gobernación del gobierno del Presidente electo, Ernesto Zedillo.
Se cimbró la estructura entera del sistema, sus cimientos se agrietaron y, entre otras innumerables consecuencias, Roberto Madrazo estuvo en un tris de perder su candidatura.
La rescató con las uñas y con el empuje del grupo político que encabezaba Carlos Hank Gonzáles.
Por supuesto, el candidato natural del PRD era López Obrador.
El tiro estaba hecho…

AMLO VS ROMA…
Al viejo estilo priísta, ROMA ganó la elección y la gubernatura, luego de una disputa mucho más reñida de lo vaticinado.
Madrazo sumo 300 mil votos, sí, pero AMLO superó ligeramente los 200 mil sufragios.
Pero antes hubo un detalle.
Apoyado por los entonces consejeros ciudadanos del IFE, Miguel Ángel Granados Chapa, Santiago Creel, José Agustín Pincheti y Adolfo Aguilar Sinzer, AMLO se entrevistó con el inminente secretario de gobernación, Esteban Moctezuma. (Adolfo Aguilar Sinzer: “Vamos a ganar, la lucha de Cuauhtémoc Cárdenas por el poder”. Océano, 1995).
La reunión fue en casa de Aguilar Sinzer y, en ella, Obrador expuso que la contienda electoral en Tabasco era totalmente desequilibrada, que el uso y abuso y de recursos públicos, políticos, mediáticos y económicos por parte del PRI era colosal, y que lo que se gestaba en Tabasco era un gran fraude electoral en su contra.
La respuesta de Esteban Moctezuma (de allá viene la relación de este con AMLO) fue que, si Andrés Manuel lograba demostrar el fraude, Madrazo sería inhabilitado como gobernador…

EL PRISIONERO…
Y a un pelito de rana estuvo AMLO de impedir que ROMA gobernara Tabasco.
Para empezar, le impidió entrar al Palacio de Gobierno en Villahermosa, cuya plaza central sus huestes tenían tomada desde el día siguiente en que se declaró oficialmente el triunfo del priísta.
El 15 de enero de 1995, ROMA fue llamado a gobernación.
Ya sabía para qué.
Dos días después se supo en Villahermosa que Madrazo llegaba al día siguiente a presentar su renuncia y regresar al DF para hacerse cargo de la SEP.
Preparado como estaba para luchar con todo, Madrazo adujo que tenía que pedirle anuencia al Congreso del Estado, para lo cual debía volver a Villahermosa.
El inexperto e ingenuo (lo sigue siendo) Esteban Moctezuma aceptó y ahí le ganó ROMA la partida.
Esa misma noche del 17 de enero de 1995, al conocer las huestes madracistas lo que se había cocinado en gobernación, empezaron febrilmente a preparar la resistencia.
(En los hechos, la primera rebelión estatal contra una decisión presidencial en 60 años de priísmo hegemónico y autoritario).
Madrazo llegó prácticamente como prisionero de los esbirros de Beatriz Paredez, subsecretaria de gobernación y enemiga de Madrazo, que encabezados por Juan Gabriel Valencia, mantuvieron al aún gobernador, como reo (nomás le faltaban los grilletes) en la Quinta Grijalva…

LA ASONADA…
Pero, el 18 de enero, Tabasco amaneció con el levantamiento muy bien organizado – una fulminante asonada- para enfrentar al gobierno federal en defensa de Madrazo.
La oligarquía criolla, todos los sectores productivos, mucha clase media y, sobre todo el PRI, que aún era en Tabasco el partido dominante, respondieron con las mismas armas lopezobradoristas: cerraron Villahermosa (bancos, comercios, escuelas, transporte, todo; desde el municipio de Cárdenas, cortaron la única vía terrestre de comunicación del centro del país con el sureste, la carretera del golfo.
Se salieron con la suya.
Zedillo cedió en menos de 48 horas, reconoció a Madrazo y este entró triunfante a Plaza de Armas la tarde del 19 de enero.
El conflicto parecía una página doblada, un asunto terminado…

EN PALACIO…
Peeeero…
Los militantes del lopezobradorismo se han caracterizado, desde un principio, por su protagonismo beligerante, su lealtad total a su causa y su entrega total al liderazgo de AMLO.
Así, un anónimo partidario, le llevó un montonal de cajas de cartón conteniendo los papeles de la contabilidad de la campaña del PRI.
Con ellos, Obrador armó un espectáculo sensacional, denunciado que Madrazo se había gastado nada menos que ¡70 millones de dólares! en su campaña.
Otra bomba mediática que le redundó en renombre y simpatías.
Al final, jurídicamente se pudo comprobar un excedente de sólo 15 millones de pesos, pero el movimiento de AMLO y él mismo, ganaron mucho en credibilidad, legitimidad y popularidad.
Todavía hubo otro choque electoral entre AMLO y ROMA a propósito de las elecciones intermedias en Tabasco en 1997.
En esa elección, Madrazo se anotó un triunfo contundente, apuntándose el PRI todas las posiciones de mayoría en disputa.
Pero ya Obrador despegaba a las alturas.
El triunfo de Cuauhtémoc Cárdenas en las elecciones a la jefatura de gobierno del DF le abrieron las puertas para ocupar la presidencia nacional del PRD.
La presidencia de la república ya no era un sueño: era un propósito.
Tres años después, al suceder a Cárdenas como jefe de gobierno de la ciudad de México, la presidencia dejó de ser un propósito y se convirtió en un proyecto en marcha.
Luego de tres intentos, AMLO despacha en Palacio Nacional y el proyecto del lopezobradorismo se llama la cuarta transformación…

BORGES Y LA 4T…
El propósito de esta sucinta revisión del nacimiento, desarrollo y encumbramiento del movimiento político y social liderado por AMLO era llegar, con conocimiento de causa, a la pregunta esencial: ¿habrá lopezobradorismo después de López Obrador?
Como decían hace 50 años Peter, Paul and Mary, “la respuesta está en el viento”.
“En el viento del tiempo”, acotaría Jorge Luis Borges.
La 4T es el lopezobradorismo hecho gobierno y, sobre todo, el proyecto de un nuevo régimen.
Por supuesto, el propósito esencial de López Obrador es que la 4T triunfe en las próximas elecciones presidenciales.
La misión asumida de su vida es que la 4T se convierta en un nuevo régimen, y está dedicado al mil por ciento en ello.
¿Lo logrará?
Nadie lo sabe. Ni él mismo…

LA CLAVE…
De ahí, claro está, que la elección del candidato o candidata a sucederlo sea la clave determinante.
Es claro que, de los cuatro encartados, Ricardo Monreal, Marcelo Ebrard, Claudia Sheinbaum y Adán Augusto López Hernández, son los dos últimos los que harían todo lo posible a su alcance para que la 4T se convierta en lo que AMLO anhela: un nuevo régimen que dure cuando menos 3 sexenios más.
Adán Augusto y Claudia serían sin duda totalmente leales a Obrador a su proyecto.
Comparten su visión y su espíritu redentorista.
Pero faltan 3 largos años para el cambio de estafeta.
Cualquier cosa puede pasar.
Recordemos: la navidad de 1993 fue la más feliz en la vida del presidente Carlos Salinas: recién firmado el TLC, con su popularidad por arriba del 60%, con el candidato presidencial que él construyó desde el primer día de su mandato, con una economía en crecimiento, estaba convencido de que 1994 sería el año mejor en su vida: aseguraría la continuidad del salinismo por largo tiempo.
Ya sabemos lo que sucedió a partir del 1 de enero de ese año…

CRECIENDO…
En tanto, la figura política de Adán Augusto López Hernández crece y crece.
Fue él quien le dio posesión a Pablo Gómez como nuevo director de la UIF en sustitución de Santiago Nieto, cuando, protocolariamente, el trámite le correspondía al Secretario de Hacienda.
Adán Augusto reunió a todos los gobernadores morenistas para instruirlos sobre las formas de promover la consulta sobre la revocación de mandato.
Él condujo desde Bucareli el proceso legislativo para la aprobación de presupuesto.
Estuvo presente en el Consejo General del CCE que encabeza Carlos Salazar. Y un largo etcétera.
No es de extrañar que, en Tabasco, el líder nacional de MoReNa, Mario Delgado haya dicho que Adán llena sobradamente los requerimientos para ser candidato a la presidencia de la república…

“Dos cosas son tóxicas para el mexicano: el poder y la ternura”.
Jorge Saldaña.

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