Mascarriel
*El hombre de Palacio, el azar y el juego del “solitario…” *Adán Augusto y el Plan “B” de la 4T… Mario Ibarra MoReNa pareciera caminar (caminar no: ¡correr!) solito y su alma rumbo a la meta de las elecciones de julio del 2024. La senda se le muestra despejada, planita y de bajada, con un […]
1 de noviembre de 2021

*El hombre de Palacio, el azar y el juego del “solitario…”
*Adán Augusto y el Plan “B” de la 4T…

Mario Ibarra
MoReNa pareciera caminar (caminar no: ¡correr!) solito y su alma rumbo a la meta de las elecciones de julio del 2024.
La senda se le muestra despejada, planita y de bajada, con un panorama benigno, fausto y propicio, diríase venturoso.
En términos políticos y electorales, se antoja que el proceso para ganar de nuevo la presidencia de la república le resultará un mero trámite sencillo y sin contratiempos.
Decíamos en pasada entrega que fue el presidente López Obrador quien, al otro día de las elecciones intermedias de junio pasado dio el banderazo de salida para la carrera presidencial.
La bandera la agitó para que los aspirantes al interior del MoReNa, atenidos a sus estrategias particulares, se dieran por enterados, se pusieran en camino y pulieran sus armas para la lucha que, ya se sabe, es siempre despiadada.
Esto sucedía, decíamos, en la segunda semana de junio pasado.
Para entonces, era ya mucho más que un sobreentendido, para todos, que el Presidente tenía y tiene en Claudia Sheinbaum la mejor de sus opciones para sucederlo, según su real saber y entender.
Hará lo posible por heredarle a la hoy jefa de gobierno de CDMX la silla presidencial, pero si alguien sabe que en política una cosa es querer y otra es poder, ese es el hombre de Tepetitán, por lo cual y, por supuesto, sus alternativas no son una ni dos, sino varias…

EL PLAN “B” …
Inmediatamente se sumó al gabinete el gobernador de Tabasco, Adán Augusto López Hernández, pasó a engrosar la galería de los precandidatos del MoReNa por varias razones: por la cercanía personal, por la confianza que AMLO tiene en las capacidades políticas del hoy Secretario de Gobernación, y por la certeza absoluta de la lealtad de Adán Augusto no sólo respecto a su persona sino también al proyecto revolucionario de la 4T.
Entre la gente con picaporte en Palacio el consenso es que, si por angas o por mangas la Sheinbaum no le garantiza el triunfo electoral al partido oficial, si por esos avatares impredecibles e inevitables de la política Claudia no logra cuajar como una candidata imparable e invencible, la segunda opción de AMLO es su paisano, amigo (“Adán Augusto es mi hermano, ha dicho en más de una ocasión) y correligionario muy capaz, muy efectivo, muy rendidor.
Esas mismas fuentes palaciegas nos comentan que, ello no obstante, nadie en Palacio Nacional, empezando por el Presidente, pone en duda, ni por un instante, que Adán Augusto hará todo lo que sus habilidades y talento le permitan para contribuir al plan “A” de AMLO: hacer candidata a Claudia (de ello, la misma Sheinbaum está convencida, nos dicen), lo cual le ha generado un aura de respeto y de calidad moral al inquilino de la casona de Bucareli…

CARTAS MARCADAS…
O sea: si el destino le allegara la candidatura presidencial a López Hernández sería porque imperativos ajenos al Presidente y a él mismo impidieran la candidatura de la Sheinbaum.
Que, por alguno algunos de esos mismos imponderables, tampoco Adán Augusto pudiera ser investido como candidato presidencial por el Morena, la tercera carta en el juego de solitario que despliega AMLO sobre el tapete de la realidad, sería, hasta hoy, Marcelo Ebrard.
Peeero … La premisa se la dimos a usted en este espacio de Rumbo Nuevo hace exactamente 3 meses: el próximo año, el hoy gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat, se integrará al gabinete presidencial y, a partir de ese momento, desbancará a Marcelo como el tercero de la baraja (que Murat sea un gobernador “príista” es lo de menos), relegándolo al nada placentero estatus de cuarta opción en el descarte que el Presidente -y nadie más que el Presidente, maneja y manejará.
(El “solitario” es un juego de cartas que juega el individuo no contra sí mismo, sino contra el azar, situación aplicable totalmente al desiderátum de AMLO).
Rafael Pérez Gay nos compartía unos versos del gran poeta catalán, Joan Margarit: “Es el momento de hacer un solitario / con las cartas marcadas de la vida”. Bellísimo.
Cierto, nada hay más lejano a la poesía, a la genuina poesía, a la misteriosa poesía que la política -tan pragmática, tan mezquina, tan falsaria, tan voraz, tan siniestra, tan desalmada y cruel, la política…
Permítasenos en esta ocasión la osada licencia, y decir que en esas anda AMLO: en el momento de hacer un solitario con las cartas marcadas de la 4T…

MONREAL Y EL “SOLITARIO…”
Finalmente, las mismas fuentes palaciegas nos enfatizan que, es estos momentos, Ricardo Monreal está completamente descartado en el juego de solitario que ejecuta AMLO.
Y nos dicen además que Monreal lo sabe, lo mismo que López Obrador y MoReNa saben que, a la hora de los trancazos, el zacatecano puede ser el candidato presidencial de la coalición PAN – PRI – PRD – MC … Ello si Monreal rechaza el premio de consolación que se le ofrecerá: la candidatura del MoReNa a la jefatura de CDMX.
O sea, como decíamos al arranque, pareciera que AMLO, su 4T y el MoReNa se encaminan a refrendar a la presidencia de la república sin obstáculo alguno y sin señal ninguna de un desaguisado en el trayecto.
Todo indicaría que el asunto se deslizará como miel sobre hojuelas.
Previo, el MoReNa seguirá coleccionando nuevas gubernaturas con las de Oaxaca, Hidalgo, Durango, Edomex y las que se acumulen…

OPOSICIÓN Y EUTANASIA…
Esta percepción se hace incluso más verosímil si volteamos a ver lo que sucede en la oposición.
La primera respuesta es: ¡nada!
Pareciera que PAN, PRI, PRD y MC andan en babia.
En la radio y en TV escucha uno y ve los mensajes propagandísticos del MoReNa, del gobierno de la 4T y qué decir de AMLO en sus giras y en la mañanera en plena campaña, enviando incesantes e incontables mensajes propagandísticos bien estructurados, bien producidos, bien realizados, con el propósito de resultar verosímiles, contundentes, decisivos.
(Que su contenido sea verdad o sea mentira es otra cosa: ya lo dijo Bismarck: nunca se miente tanto como en la guerra y en las campañas políticas; y estamos en campaña).
En tanto, en los partidos de oposición, nada.
Los pocos spots del PAN y del PRI, protagonizados por Marko Cortes y Alejandro Moreno respectivamente, resultan punto menos que vomitivos, planos, mediocres, inciertos, improbables, retóricos.
En tano en el gobierno de la 4T y su partido el MoReNa la campaña presidencial se advierte como un vendaval, en los partidos de oposición percíbece una apatía delicuescente, una atonía invocante de la eutanasia…

“AQUELLOS TIEMPOS…”
Ante esta panorámica tan clara y convincente a primera vista, cualquiera pensaría que ya todo está decidido.
La situación aparente nos recuerda, a quienes llevamos a cuestas una decena de elecciones presidenciales, los tiempos del viejo PRI, cuando todo, absolutamente todo lo que concernía a la sucesión presidencial manaba del gobierno y de su partido, el PRI.
Nadie se ocupaba de lo que sucedía o dejaba de suceder en los partidos de oposición de entonces.
Toda la atención -y la emoción, el suspenso, la expectativa para la tribuna y, para los directamente involucrados, la incertidumbre y el ansia-, las monopolizaba el PRI-gobierno. El aparato, el sistema, vaya.
Pero aquellos eran otros tiempos.
No existía, ni en sueños, una sociedad tan heterogénea, tan hiper informada, tan participativa, tan politizada, tan reactiva y tan veleidosamente dueña de su voto ciudadano, como ahora.
Ahí está el quid del asunto…

EL MÉXICO PROFUNDO…
Y si alguien sabe que, en política, las apariencias engañan, ese es AMLO.
No que esa panorámica, en primera instancia tan favorable al MoReNa, a la 4T y a AMLO sea un espejismo.
Pero atrás de esa imagen y sobre todo por abajo de lo que llamaríamos el subsuelo de la realidad nacional, la cosas no son tan sencillas.
México es un país intrincado, múltiple, complicado, embrollado, encrespado, inextricable, en buena medida impredecible.
Y en el 2024 lo será más que hoy en día.
Hay complejidades, hay corrientes de intereses y vertientes de emociones y pasiones incontables que, en su momento, aflorarán, con el ímpetu con que brotan los ríos subterráneos, en la planicie donde se desarrollarán las batallas políticas por la presidencia de la república… Y por el destino del país, claro.
Subráyese, si alguien conoce de lo anterior, con profundidad y vastedad, es López Obrador.
Por eso, al contrario de tantos de sus correligionarios, de los muchos que hoy gozan de las mieles del poder y de las canonjías de ejercerlo sin haber trabajado para ello, y que creen que la victoria arrasadora del MoReNa en el 2024 está asegurada, al contrario de ellos, AMLO se preocupa y, sobre todo, se ocupa desde hace rato en la campaña electoral ya en marcha, consciente de que nada está amarrado y no será nada, pero nada fácil refrendar el triunfo del 2018.
En próximas entregas iremos señalando las coordenadas de lo que viene: un horizonte profundo, nublado y mucho más complejo de lo que se advierte a primera vista…

AIRES DEL TRÓPICO…
“Un buen periódico configura el dialogo cotidiano, plural y cambiante de una comunidad consigo misma”, apuntaba J. K. Galbraith.
Un buen periódico, cabría también decir, es el apuntador diario de la historia de los pueblos.
Para el historiador académico, las hemerotecas son preciosas minas de oro.
Por otra parte, de muy pocos periódicos diarios del país se puede decir que estén en vísperas de cumplir sus primeros 80 años circulando interrumpidamente, como viene siendo el caso de Rumbo Nuevo.
Nada más hay que considerar los avatares que ha México atravesado en los últimos 60 años del siglo pasado y los primeros 20 del presente, para aquilatar lo meritorio que resulta permanecer cada mañana en los puestos de periódicos y en los miles de hogares que han hecho a lo largo de estos años una costumbre permanente la presencia de Rumbo Nuevo en la sala familiar.
Se pueden llenar páginas y páginas en la enumeración de los aciertos y en la ponderación del esfuerzo bicentenario que ello ha requerido.
Pero baste el hecho de que, en estos momentos, usted y tantos tengan la edición de hoy de Rumbo Nuevo, para rubricar la hombrada de estos casi 80 años de vida del diario.
Subrayando los esfuerzos de la familia Quero – Martínez en la actual etapa de esta gesta.
Para ellos y para todos los integrantes del estimable y eficaz equipo de profesionales que hacen Rumbo Nuevo ¡Felicidades y que vengan 80 más, Oh Gratos y Notables…!

“Vivir es creer. Al menos es lo que creo yo”.
Marcel Duchamp.

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