*La reforma eléctrica y la panorámica de AMLO hasta el 2024…
*Gobernadores le ponen “palomita” al secretario de gobernación…

Mario Ibarra

“La contrarreforma eléctrica es un enigma…”
¿Cómo así?
Si es el tema central de la política nacional desde hace cuando menos un mes…
¿Enigma …?
¿Cómo así …?
… Cuando las posiciones de promotores y detractores están clarísimas.
Los primeros -gobierno de la república, el MoRena y el cuatroteísmo en su conjunto, sostienen a voz de cuello que, de acuerdo con la iniciativa presentada por el presidente López Obrador, la contrarreforma le regresaría al Estado mexicano el control total de la producción y distribución de la electricidad, expulsaría, de hecho, del sistema de producción a los privados “abusivos y ladrones”, garantizaría “nuestra soberanía energética” y, en fin, haría de la CFE un monopolio dominante, pero, como la empresa es “propiedad de la nación”, los verdaderos dueños seriamos los 130 millones de mexicanos.
Los opositores a la contrarreforma redactada por Manuel Bartlett argumentan exactamente lo contrario:
“Todo monopolio es dañino por ineficiente y arbitrario, la contrarreforma nos regresaría a los peores tiempos de la Compañía de Luz y Fuerza del Centro, calificada en su tiempo como la peor empresa generadora y distribuidora de energía eléctrica del mundo; la contrarreforma no contiene un solo elemento que vaya a beneficiar a la población consumidora, pues para ofrecer precios más bajos el gobierno tendrá que subsidiar a la CFE y, así, lo que se ahorre por un lado se pagará por otro; en generación de electricidad en termoeléctricas, el costo de la CFE es superior en 60% al de los privados, y en energía solar y eólica, el costo de producción de la CFE es superior en 400%; romper unilateralmente contratos internacionales le costará al país decenas de miles de millones de dólares, sin considerar el enorme daño ecológico causado por la quema de combustóleo, además de que todo monopolio estatal se caracteriza por la corrupción, la ineficacia y la baja calidad de los bienes y servicios que controla; vendrán de nuevo los apagones interminables, la inversión nacional y extranjera caerá por los suelos…”, y un larguísimo etcétera…

LA ESTRIDENCIA…
Por supuesto, a cada uno de los argumentos de los que rechazan tajantemente la contrarreforma eléctrica, el Presidente contrargumenta en cada mañanera puntualmente, lo mismo que los legisladores y dirigentes del MoReNa y los simpatizantes de la 4T desgranan a diario y a todas horas las supuestas bondades del proyecto de control estatal urdido por Bartlett, presentándolo incluso como un tema de leso patriotismo: quienes estén a favor serían buenos mexicanos, quienes están en contra son tachados de vendepatrias y de herejías mayores.
Como lo vemos todos y lo escuchamos a todas horas, la discusión ahí está, estridente y a todo lo que dan ambos bandos, un poco más numeroso el de los opositores a la iniciativa del ejecutivo federal, según el más reciente agregado de encuestas.
Que se discuta así públicamente un proyecto tan importante, tan trascendental y de consecuencias incalculables, está muy bien, más que bien.
El argumento que deberá prevalecer es el que pruebe que es lo más favorable para la nación mexicana: la energía eléctrica barata (competitiva a nivel mundial), y segura (sin apagones), suficiente y eficiente.
Ya veremos.
En su momento, con sustento eminentemente técnico y bajo parámetros de medición internacionales, en este espacio de Rumbo Nuevo diremos, con peras y manzanas la verdad, solo la verdad y únicamente la verdad sobre la realidad de la industria eléctrica en nuestro país…
Pero ¿y el enigma…?
Por ningún lado vemos que la mentadísima reforma eléctrica sea un enigma…

LA ENTROPÍA…
Ah, es que se trata de universos separados, paralelos pero distintos.
A ver: como Presidente de la República, toda decisión u omisión que tome López Obrador contiene, inevitablemente, motivos y consideraciones políticas.
Si a ello agregamos que Andrés Manuel es al mismo tiempo el líder político innegable del partido en el poder y, si a esas dos realidades le añadimos que AMLO es el adalid de un proyecto político autollamado como el de la cuarta transformación, que se dice el sucesor de los movimientos de independencia, de la reforma y de la Revolución, vemos que la carga política de cada una de sus iniciativas, de sus determinaciones, de sus exclusiones, sus dichos, sus discursos, sus expresiones varias se multiplica, se concentra y se expande al mismo tiempo.
Y si todo lo anterior le acumulamos que López Obrador tiene un pensamiento esencialmente político, que todo lo que percibe lo filtra con el cedazo político, tenemos que entender que todo lo que hace, todo lo que piensa, todo lo que dice el AMLO Presidente, el Andrés Manuel líder natural del MoReNa y el López Obrador paladín de la 4T al mismo tiempo, resulta en una energía política centrípeta y centrifuga enormemente concentrada y expansiva, entrópica y convulsiva a la vez…

ELECCIONES Y REVOLUCIÓN…
Naturalmente, debemos contextualizar las decisiones, acciones, dichos, silencios, exclusiones, mensajes cifrados etcétera, de AMLO, dentro de la tarea que se ha impuesto: la realización de la 4T y el cambio de régimen.
Todo lo anterior implica necesariamente una verdadera revolución.
El asunto es que el MoReNa no llegó al poder a través de la violencia armada, sino que lo hizo mediante elecciones democráticas.
(Y este es uno de los equívocos mayores del ala radical del cuatroteismo -Bartlett, Epigmenio, Solalinde, Noroña, Batres et al: creen que el 1 de julio del 2018 ganaron una revolución. Por supuesto no es así. Ese es otro tema a revisar a fondo).
Entonces, la 4T, si quiere llegar a su completa realización, debe seguir ganando elecciones.
De ahí la importancia enorme de los comicios de junio pasado y de los que vienen.
AMLO valoró los éxitos, pero así mismo ponderó los fracasos (como en la CDMX, por ejemplo) y revisó, reacondicionó y reforzó su estrategia rumbo al 2024….

32 MESES DE CAMPAÑA…
Las condiciones ideales para presentar la iniciativa de la contrarreforma eléctrica eran las del trienio pasado, con MoReNa dominando la Cámara de Diputados con su mayoría calificada, la que, precisamente, perdió en junio pasado.
¿Por qué no la envió AMLO entonces?
Sólo él lo sabe.
¿Pensó que el MoReNa conservaría su amplia mayoría?
Sólo él lo sabe.
Lo que sabemos hoy es que su iniciativa de reforma eléctrica contiene tres propósitos.
La primera: devolverle al Estado el control total en generación y distribución de electricidad, instaurar “la soberanía eléctrica” y devolverle a la CFE, en los hechos su estatus de monopolio estatal, como funcionó desde principios de los años sesenta hasta los noventa del siglo pasado.
La segunda: tal y como fue el propio AMLO quien dio el banderazo para el arranque de la carrera presidencial rumbo al 2024, así mismo él asume la instrumentación, el diseño de la estrategia y la conducción de la campaña política /electoral que durará exactamente 32 meses a partir de hoy.
De tal suerte, la promoción propagandística de la reforma eléctrica se suma a la de la revocación de mandato, manteniendo e incluso incrementando la efervescencia política en torno al Presidente y su 4T: el tema único es el propósito de cambio de régimen y la descalificación de sus opositores y…
La tercera: hacer de la reforma eléctrica uno de los pistones principales de la propaganda cuatroteista rumbo al 2024…

PAIS EN VILO…
Decíamos en pasada entrega que, si la iniciativa de AMLO es aprobada “sin cambiarle ni una coma”, la victoria será total.
Si es aprobada con correcciones menores, seguirá siendo un gran triunfo.
Si se aprueba, pero con cirugía mayor, dejando fuera buena parte de los cambios propuestos, AMLO y los morenos podrán argumentar que a fin de cuentas algo pudieron arrancarles a “los conservadores, neoliberales y vendepatrias” que querían que todo siguiera igual.
Y si la iniciativa es rechazada, la 4T, con el Presidente por delante, montarán la campaña presidencial del 2024 (que como vemos ya empezó) en el discurso de que los llamados conservadores siguen ahí, al acecho para hacerse de nuevo con el poder y “regresar al país a la época negra del neoliberalismo”.
Como lo vemos con claridad, el asunto de la reforma eléctrica no es nada más una discusión sobre quienes, cómo y a qué costo producirán la energía eléctrica desde ya, es mucho más que eso: es el despliegue, en muchos órdenes y niveles, de la disputa por el rumbo del país para el corto y mediano plazo y, desde luego y en otro plano, es todo el talento, la astucia y la sapiencia política / electoral de AMLO en todo su esplendor.
Ahora bien ¿Qué sucederá con la iniciativa de reforma eléctrica en el Congreso, específicamente en el Senado?
Aquí, en este espacio de Rumbo Nuevo, le adelantaremos a usted en próxima entrega como se definirá este asunto, definitivamente decisivo y de consecuencias irreversibles -en un sentido o en otro- para el destino del país, es decir: para la suerte de las próximas generaciones…

AIRES DEL TRÓPICO…
Desde Chihuahua llegó a CDMX la flamante gobernadora, la panista Maru Campos, a ponerle una estrellita en la frente al secretario de gobernación, Adán Augusto López Hernández, quien, en menos de una hora, le resolvió a la mandataria y a su estado, un problema que, en el pasado reciente, escaló hasta una confrontación muy peligrosa entre los gobierno estatal y federal.
Hubo choques violentos entre numerosos ejidatarios chihuahuenses y destacamentos de la marina, el ejercito y la guardia nacional, motivados por el problema de la distribución del agua de las presas que abastecen vastas zonas de Chihuahua, Coahuila y Nuevo león.
El asunto es que, al cabo de una hora de ser recibida por Adán Augusto, la mandataria salió feliz y efusiva como una castañuela.
“Le ponemos palomita a la secretaría de gobernación”, dijo exultante, al informar que el agudo, arduo problema de la distribución del agua se había resuelto.
“Palomita” bien ganada por el tabasqueño, sin duda.
Quien por cierto sale de la casona de Bucareli y acude a la montaña, si ello es necesario, como en días pasados fue a los reductos de Ricardo Monreal, para tratar el tema de la reforma eléctrica.
Hay consenso en los mentideros políticos de CDMX sobre el desempeño de Adán Augusto: “se está tomando mucho menos tiempo del esperado para devolverle a la Secretaría de Gobernación su jerarquía, su ascendencia, su eficacia y su efectividad en la conducción de la política interna del país”, coincide la comentocracia…

“Libertad es el derecho a decir lo que el poder no quiere oír”.
J. Silva Herzog-Márquez.