Mascarriel
Mario Ibarra Para que no haya tapados, nada mejor que quien aspire a candidato presidencial se destape a sí mismo a la hora que quiera, como quiera y dónde quiera, decidió el presidente López Obrador el pasado lunes allá en su tierra, sonriendo y de un buen humor diríase contagioso, pues todos los presentes en […]
19 de julio de 2021

Mario Ibarra

Para que no haya tapados, nada mejor que quien aspire a candidato presidencial se destape a sí mismo a la hora que quiera, como quiera y dónde quiera, decidió el presidente López Obrador el pasado lunes allá en su tierra, sonriendo y de un buen humor diríase contagioso, pues todos los presentes en el evento disfrutaban en verdad más que contentos de la charla con el Presidente de la República.

Naturalmente, Andrés Manuel disfruta visiblemente sus estancias en su tierra tabasqueña lo cual, es también evidente, lo tonifica y lo anima, lo pone de buen humor y de talante expansiva.

Fue en ese contexto que, a pregunta expresa de los reporteros, dijo que, en efecto, ya no hay tapados, y que todo aquel que tenga aspiraciones presidenciales, que se apunte (por su cuenta y riesgo, se sobreentiende ¿no?).

Gobernadores, líderes parlamentarios, funcionarios federales y estatales y demás que quieran, sueñen, desvaríen, lucubren, utopicen en ser candidatos presidenciales ¡órale!, pásenle a lo barrido, nada más que aguas: están entrando a la casa del jabonero…….

………………

En nuestra entrega del 2 de junio pasado y en la de hace 8 días, decíamos que, inopinadamente, el Presidente había abierto el juego del tapadismo, reviviendo de alguna manera esa práctica legendaria que caracterizó el medio siglo de supremacía del sistema PRI-gobierno inventado por Lázaro Cárdenas y afianzado por Manuel Ávila Camacho.

Si el primer tapado fue Miguel Alemán en 1946, el último lo fue Luis Donaldo Colosio en 1994.

Ese medio siglo de tapadismo terminó en Lomas Taurinas, en Tijuana, el 23 de marzo del mismo 1994.

Abundamos lo suficiente en nuestras dos entregas citadas sobre la importancia sistémica, práctica, simbólica, estructural, de control político y de eficacia ….. que el ritual del tapadismo desempeñó a lo largo de ese medio siglo.

Ritual que desapareció súbitamente cuando el último presidente priísta del siglo pasado, Ernesto Zedillo, pavimentara el terreno para que Vicente Fox y sus impulsores (no el PAN ¡eh!, no se olvide: no el PAN) asaltaran el poder y corrieran al PRI a patadas de Los Pinos. Pero esa es otra historia…

Lo que importa aquí es anota que, cuando López Obrador, dice que, además de Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard y Ricardo Monreal, él veía otros presidenciables como Juan Ramón de la Fuente, Tatiana Clouthier, Esteban Moctezuma y hasta (¡hágame usted el favor!) Rocío Nahle son presidenciables, Ipso facto en este espacio de Rumbo Nuevo analizamos el tema, el cual la comentocracia nacional hizo suyo ex abrupto un mes después.

En cuanto la cuestión se hizo viral en la discusión pública nacional, la parafernalia del tapado y del tapadismo, con toda su terminología, dominaron la conversación mediática y política.

Ahí fue cuando salió de nuevo el Presidente a decir que “ya no hay tapados”, para inmediatamente trasladarse al sureste y declarar a voz de cuello hace 8 días en Villahermosa, que quien quiera presentarse a sí mismo como aspirante a la candidatura presidencial, pues adelante, no existe la más mínima dificultad para ello.

Claro, con esta jugada totalmente imprevista, el presidente Obrador desinfla por completo la botarga del tapadismo, pero…

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Pero a fin de cuentas nos quedamos igual o peor.

Si cuando el tabasqueño, inopinadamente, a los nombres de Claudia, Marcelo y Ricardo los de Esteban, Tatiana, Juan Ramón y luego Rocío, en automático todos preguntamos ¿y para qué?… ¿Cuál es ahora la estrategia presidencial? … ¿de qué y a dónde va el juego que juega el Presidente?

Y peor ahora: ¿cómo está eso de que quien quiera puede apuntarse como aspirante a la grande?

Porque, decíamos en nuestra pasada entrega, de que todo, absolutamente todo lo que hace, dice, expone, señala y calla el Presidente, absolutamente todo, tiene un sentido político y se inscribe dentro de una estrategia política con sus tiempos y sus momentos políticos bien definidos, bien claros en la mente del tabasqueño.

Y en tanto nos tiene a todos metidos en la especulación y en la incertidumbre, respecto al manejo de su sucesión…

……….

Claro, tampoco es todo un abracadabra ni una lotería de Babilonia.

No, para nada.

Tenemos señales claras, hay hechos concretos, se ven rieles firmes por donde corre la calesa de la secesión presidencial.

Claudia es la candidata del Presidente López Obrador y hará todo lo posible para que el 1 de octubre del 2024, la hoy jefa de gobierno cambie de domicilio del Ayuntamiento a Palacio Nacional; total, son apenas unos cuantos pasos.

Claudia es su hechura política, su pupila, su mejor alumna, su más ferviente partidaria, su más leal seguidora.

Si se puede, será ella la candidata del MoReNa.

Pero si no, lo más seguro es que sea Marcelo.

Y si Marcelo tampoco puede ser, ahí estará Ricardo Monreal y, entonces sí, un espectro amplio de posibles candidatos, entre ellos Adán Augusto López Hernández, Juan Ramón de la Fuente, Arturo Saldívar etcétera.

Y lo otro: si es Claudia, Marcelo y Monreal serán también candidatos presidenciales.

Eso quedó claro la semana pasada.

¿Que por qué partidos…?

Eso está ya también más o menos claro desde ahora.

Al tiempo…

……

A propósito del gobernador tabasqueño, Adán Augusto López Hernández, vaya que el Presidente se dio gusto armándola de jamón allá en su tierra.

Como usted sabe, cuando en Villahermosa los reporteros le preguntaron si llamará al gobernador a formar parte del gabinete presidencial, Andrés Manuel dejó en claro que es una probabilidad, adelantando que Adán Augusto posee las cualidades y la calidad necesarias, junto con los talentos y la lealtad probada, para ser investido de Cardenal en el momento que se requiera.

Nada que sorprendiera a quien trabaja diariamente el tomarle el pulso a la política nacional, pero, la forma en que el presidente lo dijo y los elogios precisos y macizos hacia Adán Augusto, dejaron en claro para los tabasqueños que se trata prácticamente de un hecho: en los primeros meses del próximo año su hoy gobernador despachará en la llamada “casona de Bucareli…”

…………..

De ahí al cruce de apuestas vaticinando quien será en tal caso el gobernador interino, no hubo ni un paso.

Lo cierto es que, de darse la situación, pues las cosas no suceden sino hasta que suceden, tanto AMLO como Adán Augusto estarían de los más tranquilos: en Tabasco todo, absolutamente todo, seguiría funcionando como si Adán Augusto estuviera en Palacio de Gobierno -y, de hecho, de alguna manera permanecería allí.

Esto así porque ya fuesen Enrique Priego o Jaime Lastra o Guillermo Narváez quienes se hicieren cargo del ejecutivo, el plan estatal de desarrollo, las políticas públicas, las estrategias de gobierno y de gobernanza, la dinámica administrativa y lo proyectos trazos políticos rumbo al 2024, se cumplirían al   

Cien por ciento.

O sea: quien quedase al frente del gobierno estatal es el menor de los problemas, en un panorama sin problemas…

…..

Es que aquí en Tenochtitlan no se sabe que, en Tabasco, Adán Augusto encabeza al frente del gobierno a un equipo compacto, probadamente capaz y eficiente, experimentado, conocedor al milímetro de los que es Tabasco, de lo que le duele y de lo que es su fuerza.

Enrique Priego, Jaime Lastra, Emilio Contreras, Hernán Bermúdez, Guillermo Narváez vienen trabajando juntos desde 1992, cuando formaron parte del gobierno de Manuel Gurría, cuando este sustituyó en el puesto a Salvador Neme Castillo a principios de ese año.

¡Entonces sí que había problemas en Tabasco!, y ese equipo fue la columna vertebral del gobierno de Gurría, que enderezó un barco que se iba a pique.

Y lo más importante: desde entonces, es decir, desde hace 30 años, la amistad que los une sólo de ha fortalecido y profundizado…

………

En diciembre del 2000, el entonces TRIFE -Tribunal Federal Electoral, anuló la elección para gobernador en Tabasco, invalidando el triunfo del priísta Manuel Andrade Díaz y dejando a Tabasco ante el peligro de un vacío institucional de amenazas catastróficas y pronósticos reservados.

Recordemos la situación: a nivel federal había un nuevo gobierno, el de Fox, que ni idea tenía sobre lo que sucedía en Tabasco y, además, no le importaba.     

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