Mascarriel
*De Carlos Madrazo a AMLO; de Patria Nueva a Morena… *Por vez primera en 30 años, Tabasco es primero en PIB estatal… Mario Ibarra ¿A quién se parece López Obrador? Esta pregunta desvela a buena parte de la comentocracia, y no de ahora, sino desde que AMLO fue jefe de gobierno del entonces DF. Por […]
3 de mayo de 2021

*De Carlos Madrazo a AMLO; de Patria Nueva a Morena…
*Por vez primera en 30 años, Tabasco es primero en PIB estatal…

Mario Ibarra
¿A quién se parece López Obrador?
Esta pregunta desvela a buena parte de la comentocracia, y no de ahora, sino desde que AMLO fue jefe de gobierno del entonces DF.
Por supuesto, conforme la figura política del tabasqueño fue creciendo y tomando altura su dimensión de líder carismático, la pregunta fue también formulándose más insistentemente.
Ahora, a dos años y medio de ocupar la presidencia de la república, en los que ha dejado bien claro en qué consiste -o consistiría- la cuarta transformación, ahora que, tanto para sus creyentes y simpatizantes como para sus no adeptos y sus adversarios, AMLO ha podido plasmar en el lienzo de esos 25 meses de gobierno de qué va y cómo va el cambio de régimen, la pregunta de marras ya ganó puesto permanente en las marquesinas de la antedicha comentocracia.
Que si se parece a Fidel Castro o a Rooselvelt, que si a Stalin o a Lázaro Cárdenas, que si a Hugo Chávez o a Trump, que si a Mussolini o a Bolsonaro, que si a Mao o a Putin…En fin: la lista es interminable y la comparación al gusto y/o la imaginación del redactor en turno.
Uno puede cavilar que, quienes así proceden, infieren que, encontrándole parecido con alguna de esas figuras históricas podrían así descifrar a López Obrador, fijarlo y ubicarlo, para mejor analizarlo, criticarlo o combatirlo.
Tiene su lógica el asunto, pero no es mediante la comparación conjetural con fulano o perengano como podrán empezar a entender qué y quien es AMLO.
Para empezar, toda comparación es reduccionista y arbitraria.
Para entender al tabasqueño hay que buscarle por otro lado: hay que rastrear sus orígenes y redactar su biografía personal, ideológica y política.
En 2018, en plena campaña, en un texto publicado en 3 entregas en este espacio de Rumbo Nuevo bajo el titulo de “El hombre de los popales”, reportábamos que, en cada refriega de aquella contienda electoral, AMLO les ganaba a sus adversarios, de todas, todas.
¿Por qué?, nos interrogábamos.
“Porque -entre otras razones-, sus contrincantes batallan contra un adversario al que no conocen”, concluíamos…

“EL HOMBRE DE LOS PAPALES…”
Ciertamente, no es sencillo -más bien resulta arduo y complicado- obtener y fijar una radiografía sicológica -o mejor: una imagen, una “semblanza mental” que nos expliquen, que nos aclaren la dinámica intelectual del tabasqueño como Presidente, como líder político y social y como hombre de poder, un “mapa mental” suyo que nos ordene sus decisiones y sus acciones en un esquema congruente, mediante el cual, teóricamente, podríamos entender plenamente al hombre, al político y al mandatario poderoso.
En “El hombre de los popales” apuntamos que, en su ascenso hacia el poder desde los pantanos del sur profundo mexicano hasta el altiplano, la sede histórica de los poderes (político, económico y religioso) en nuestro país, AMLO contaba con la ventaja de que, cómo desafiante, como incógnito guerrero del sur a la conquista de Tenochtitlan, era todo un enigma para sus contrincantes.
Sigue siéndolo.
Debo a un tabasqueño (hacia quien mi aprecio entrañable es el ropaje de mi respeto y admiración a su persona, a su trayectoria y su generosidad), la orientación que podría conducirnos, como el hilo de Ariadne, por el laberinto que significa el estudio de la personalidad de AMLO…

INICIACIÓN Y APRENDIZAJE…
A iniciativa mía hablábamos sobre el tema.
“Quien busque entender lo que hoy es Andrés Manuel como político y como líder social, tiene que estudiar, muy detenidamente, su arranque en la política, sus 6 años trabajando con los indígenas tabasqueños de la Chontalpa”, me dijo.
Le contesté que todo estudio serio sobre la biografía política de AMLO, siempre parte de ahí…
“Sí, pero sólo como punto de partida -me contestó-, pero nadie ha profundizado en el análisis de esa etapa fundamental y determinante de su vida; ahí, en los camellones chontales, Andrés Manuel aprendió todo lo esencial en su formación política: el gran poder de la palabra hablada (que también percibió en Carlos Pellicer), la construcción de la credibilidad y la legitimidad para ejercer el mando; allí intuyó las claves, tan elusivas, tan fugaces, para cultivar un liderazgo: que la gente te crea y te tenga confianza y hasta fe; allí supo, de una vez y para siempre, que el destino de un político se hace en la tenacidad, y tomando decisiones con inteligencia, con intuición y con valentía…Para aprovechar siempre al máximo los golpes favorables de la suerte…”

LOS MADRAZO: DE CARLOS A ROBERTO …
Bien, sí, está claro -fue mi respuesta-. Pero lo que se quiere, hoy, son elementos para entender al Presidente, sus decisiones, sus propósitos y sus quimeras, su manera de gobernar; se trata de asir, de penetrar, de comprender la ideología de Obrador, si es que la tiene…
“Ah, para eso, hay que estudiar vida y obra de Carlos Madrazo.
Lo primero que te encontrarás es que muchos supuestos “ideológicos” de MORENA están en los discursos de Carlos Madrazo. Recuerda que este murió en el intento de crear un nuevo partido, Patria Nueva; estudia sus estatutos y encontrarás similitudes -que no son por casualidad- con los de Morena”.
Le confieso mi sorpresa ante su tesis. Asiente:
“Si, medio siglo antes, otro tabasqueño, Carlos Madrazo, estaba formando un nuevo partido, Patria Nueva ¡para competirle al PRI!, ¡al invencible PRI de aquellos tiempos!…Fíjate: Andrés Manuel fue presidente del PRI en Tabasco, Madrazo fue presidente del CEN del PRI… ¡mira que simpáticos guiños de la historia! … ¿quieren entender ideológicamente a Andrés Manuel? Estudien vida y obra de Carlos Madrazo, y estudien el tiempo en que fue dirigente del PRI en Tabasco. Lo que pudo hacer Andrés Manuel, lo que quiso y no pudo hacer, sus equivocaciones y su doloroso descalabro como presidente del PRI en Tabasco, pueden hacerles entendible al Andrés Manuel de ahora”.
“Pero váyanse sobre Carlos Madrazo, su biografía y obra política, las bases discursivas de Patria Nueva…”, remata nuestro amigo.
(Y en esas estamos, con una extensa bibliografía sobre el escritorio.
Por supuesto, compartiremos nuestras conclusiones con usted).
Por último, le pregunto a mi excelso, querido tabasqueño:
Roberto Madrazo acaba de publicar un libro sobre AMLO, asegura que él sí lo conoce. Tú los conoces muy bien a ambos. ¿Es cierto lo que sostiene Roberto?
“Es verdad. Nadie le ha ganado 4 batallas políticas a Andrés Manuel. Roberto lo hizo en 1988, 1994, 1997 y 2000. Todas en Tabasco con la gubernatura de por medio. La batalla decisiva -y la guerra-, la ganó Andrés Manuel en 2006. Pero sí: claro que Roberto conoce bien a Andrés, en el sentido en que se debe conocer al enemigo para tener posibilidades de derrotarlo…”

BIDEN ¿ESTADISTA…?
Pero en tanto, el mundo gira.
Los gringos se sacaron la lotería.
Si nos ponemos aguzados, a nosotros nos tocaría reintegro, cuando menos.
En 100 días, Joe Biden, sacó a su país de un callejón sin salida, para ponerlo en un camino abierto y claro, con todo un fértil horizonte por delante.
Políticamente, Trump es un troglodita. Biden, todo apunta, será un Estadista.
(“El político piensa en las próximas elecciones, el Estadista, en las próximas generaciones”, definió Abraham Lincoln).
Lo que Trump tiene de ignorante, mentiroso, sociópata, megalómano y arbitrario, Biden lo tiene de sapiente, veraz, ecuánime, profesional y consecuente.
A una nación se le dan dos Estadistas cada siglo, si bien le va.
El último que tuvieron los gringos fue Clinton (Obama no llenó del todo el molde).
Biden, todo lo indica, será su primer Estadista del siglo XXI…
En 100 días Biden vacunó a más de 200 millones de personas, cimentó proyecto, señaló rumbo y desplegó su carta de navegación.
Puso muy claro el QUÉ y el COMO de lo que hará: corregir todo lo que hizo mal Trump y poner de nuevo a USA en el liderato mundial.
Pero, sobre todo, Biden se propone corregir todo lo que los políticos norteamericanos hicieron tan mal en los últimos 25 años, tan mal hechas como para crear las condiciones que le permitieron a un trastornado como Trump llegar a la Casa Blanca…

LOS NUMEROS SIDERALES…
Eso lo hará reformando al sistema capitalista gringo. Nada menos. Los más ricos pagaran más impuestos, y con ese dinero se financiará la recuperación de las amplias capas sociales depauperadas por el capitalismo salvaje, léase ultraliberalismo (neoliberalismo, si mejor le cuadra a usted).
Dos millones de millones de dólares, nomás para arrancar.
Nomás para darnos una idea: mil millones de dólares equivalen a 200 mil millones de pesos.
10 mil millones de dólares equivalen a 2 billones de pesos.
Pues bien, el programa de inversión y recuperación de Biden es de, repito ¡2 millones de millones de dólares!
Nuestro PIB nacional en el 2019 fue de 125 mil millones de dólares.
O sea: el plan Biden gastará en 4 años el equivalente a la riqueza que produciría México ¡en 10 años…!

100 DIAS CAMBIARON USA…
Y ya los están aplicando:
400 mil millones para adultos mayores, discapacitados, atención médica comunitaria y a domicilio, cuidados a la infancia, educación, programa de rescate de escuelas pobres, investigación médica y un largo etcétera…
650 mil millones para la construcción y mantenimiento de infraestructura: carreteras, autopistas, aeropuertos, puertos, puentes, vías férreas, redes eléctricas, plantas de energía limpia -solar y eólica, mayormente-, desarrollo tecnológico, servicios (agua, urbanización, comunicaciones) y otro largo etcétera…
650 mil millones para mejorar la calidad de vida de los norteamericanos: salud, seguridad, cultura, oportunidades, desarrollo comunitario y un prolongado etcétera más…
Ok. ¿Y quien paga? Ya lo dijimos: los ricos. Trump (como todo rico avaro y sin conciencia social), bajó los impuestos a las grandes utilidades del 32 al 21%.
Biden lo subirá al 30%.
En 15 años, la deuda pública asumida por el gobierno de Biden, estará saldada.
Pero los Estados Unidos serán un país mas rico, más fuerte, más seguro y, sobre todo, mas justo y equitativo, mañana mismo.
Hoy mismo: en los primeros 100 días ya hay resultados…

EL TREN DE LA HISTORIA…
En el primer trimestre de este año, la economía estadunidense creció ¡6.4%..!
Nosotros apenas 0.4.
¿Y eso a nosotros qué?
Eso a nosotros… ¡TODO!, si no nos apendejamos… o nos vamos por otro lado.
Nuestra economía está completamente integrada con la de USA y Canadá.
En los últimos 25 años -hasta el 2018-, nuestra economía creció a la par de la de Estados Unidos.
Esta tendencia declinó en 2019-2020.
Si nos subimos al tren de USA-Canadá, podríamos alcanzar el mayor crecimiento económico de nuestra historia. Así como se lee: el mayor de nuestra historia.
De poco sirve que nuestras exportaciones agropecuarias y manufactureras suban conforme a la creciente demanda de nuestros vecinos, si nuestro mercado interno sigue deprimido.
Cuidado. En esta baza nos jugamos el futuro para los próximos 50 años.
No es la polaca, no la grilla, no la politiquería.
Es la economía. Es la productividad. Es la inversión.
¡Es la economía oh insensatos!
La política cuesta y no produce ni una lechuga, ni una tuerca, ni una batería.
¡Es la economía, caramba!
Si desaprovechamos esta oportunidad de crecer junto con USA a niveles récord durante los siguientes 8 años, no maldecirán nuestros nietos y bisnietos dentro de 50 años..

AIRES DEL TRÓPICO…
Si no, que lo digan los tabasqueños.
Después de un docena trágica -los sexenios de Arturo Núñez u Andrés Granier- en los que ese estado colapsó económicamente, por vez primera en más de 30 año, fue la entidad federativa que más incremento en su PIB interno registró en el 2020.
Más aún: en medio de la caída económica a causa de la pandemia, Tabasco fue el único estado de la república que ni reportó caída en si PIB, al contrario, manifestó un incremento de 4.3%.
Esta tendencia se ha mantenido en el primer trimestre de este año, lo que se expresa en el indicador de empleo formal, que creció 4% en este trimestre.
Ocasión propicia para recordarles lo que desde 2018 y hasta ahora hemos dicho y sostenido: no sabemos (aún) como le vaya a ir a la 4T, pero de que a Tabasco e va a ir bien… ¡ya le está yendo!
Pero, no todo es coser y cantar.
Analicemos lo que sucede allá, en la mera tierra del “preciso” en nuestra próxima entrega…

“La soberanía de una nación son sus instituciones, su capacidad de crear riqueza y su aptitud de ahorro”.
John Maynard Keynes.

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