Mascarriel
*AMLO: imperativos de una presidencia fuerte… *Programas sociales: la gran fuerza de la 4T… Mario Ibarra La iniciativa de AMLO –“contrarreforma eléctrica”, la llaman sus malquerientes-, para eliminar de facto la participación privada en la generación de energía en México y devolverle así el monopolio en la materia a la CFE, se convirtió en ley […]
1 de marzo de 2021

*AMLO: imperativos de una presidencia fuerte…
*Programas sociales: la gran fuerza de la 4T…

Mario Ibarra
La iniciativa de AMLO –“contrarreforma eléctrica”, la llaman sus malquerientes-, para eliminar de facto la participación privada en la generación de energía en México y devolverle así el monopolio en la materia a la CFE, se convirtió en ley tal y como el Presidente le había pedido ¿ordenado? a su mayoría en el Congreso: “sin cambiarle ni una coma”.
Para los diputados y senadores de la 4T, las iniciativas presidenciales son órdenes que deben cumplirse estrictamente.
La mayoría cuatroteista en el Congreso sacará adelante todas las reformas constitucionales y leyes secundarias que el presidente López Obrador necesite para hacer realidad la 4T.
Asumen que para eso están, es evidente.
Obvio, la oposición y los críticos del gobierno, los estigmatizan, los llenan de oprobios, los condenan.
De “borregos”, “levantamanos”, “lacayos”, “borricos”, no bajan a diputados y senadores morenistas y a sus aliados; “cacle abyecta”, “parroquia sumisa”, “rebaño de ignominia”, le espetan a la mayoría lopezobradorista.
Okey. Es política. Unos y otros hacen lo que deben…o creen que deben hacer.
Pero a nosotros lo que nos interesa es saber, entender, ver con claridad qué está pasando.
Alberto Caeiro, uno de los heterónimos de Pessoa se preguntaba: “¿Qué tiene que ver la belleza del crepúsculo con quien odia y ama?”
Pongámoslo en prosa: la política y el poder no pueden entenderse ni desde el rencor ni desde fanatismo.
Seamos ecuánimes, pues, analicemos…

LA CALIDAD Y EL NÚMERO…
A ver: ¿es pecado de lesa democracia que las mayorías legislativas en el poder aprueben todas las iniciativas que les envía el Ejecutivo?
No.
Por definición, la democracia es el gobierno de la mayoría.
Funciona así en donde existe como régimen de gobierno.
Cuando esta legislatura aprueba sin chistar e ipsofacto todo asunto que le envía López Obrador, no está haciendo otra cosa que aplicar el sentido esencial de la democracia: la mayoría manda.
(Cuando el PRI era una aplanadora en el Congreso, la oposición inventó el verbo “mayoritear”).
Cuantitativamente, objetivamente hablando, la cuestión resulta inobjetable.
Ahora, si analizamos el sentido de esas reformas constitucionales, si cuestionamos el objetivo y el efecto probable de esas nuevas leyes, el asunto puede tornarse poco claro, turbio incluso, y problemático. Discutible, en todo caso.
Ese análisis debe partir siempre de una premisa inviolable: esas nuevas leyes ¿benefician o perjudican al país? ¿fortalecen nuestra democracia? ¿amplían nuestro Estado de Derecho?
Y si nos preguntamos sobre la calidad de esa mayoría, ahí ya los hechos cambian, y radicalmente…
Si de lo cuantitativo pasamos a lo cualitativo, si del número nos brincamos a la calidad, la trama es otra…

LA TEORÍA Y LA PRACTICA…
En realidad, el asunto es sencillo.
Sucede que los senadores y diputados federales (para no hablar de gobernadores, alcaldes y diputados locales) del MoReNa, no les deben su puesto a los votantes de su distrito, se lo deben a su líder, a Andrés Manuel.
Teóricamente, los diputados representan a los ciudadanos, a todos los ciudadanos de cada uno de sus distritos electorales. Teóricamente.
En la práctica están para defender los intereses y objetivos del gobierno de la 4T, y quien establece, define, encausa ¡y encarna! esos intereses y objetivos es el presidente López Obrador.
Opositores y críticos reprochan a la mayoría morenista “que le cumpla sus más mínimos deseos al Presidente”, señalábamos en nuestra pasada entrega; “¡y cómo no!”, añadíamos, “si para eso los puso ahí! …Si para eso los hizo legisladores! …Si ni campaña tuvieron que hacer!”.
Visto así, resulta un despropósito del antilopezobradorismo pedirles a senadores y diputados del MoReNa que no voten en masa y al instante lo que les ordena desde Palacio su Hacedor.
Si él los hizo, si por él son hoy legisladores, si por él pueden mamar y seguir mamando de la ubre presupuestal ¡cómo carajos les piden que voten en su contra!
Por favor, señores, seamos serios…

EL OPOSITOR Y EL PRESIDENTE…
Andrés Manuel se ha sentido siempre un demócrata.
Podemos creer que, sinceramente, él cree que su movimiento es democrático, que su presidencia es democrática y que la 4T es democrática.
Basta recordar cómo pasó, de aspirante a la presidencia municipal de Macuspana a incipiente figura de la política nacional con su primer “Éxodo por la Democracia”, en 1992.
Su lucha ha sido, esencialmente, según su discurso reiterado durante 30 años, “una lucha por la democracia”.
Es más: apenas el martes pasado AMLO convocaba a los 32 gobernadores del país a signar “un gran pacto por la democracia”.
O sea: se asume como obligado adalid de nuestra democracia.
Y no tenemos por qué creer que Andrés Manuel se engañe y nos engañe respecto a sus acendradas convicciones democráticas.
Los bemoles de la cuestión empiezan a sonar cuando tenemos que interrogarnos cómo entiende Andrés Manuel la democracia, qué es -o qué sería- la esencia y práctica de la democracia para López Obrador.
Ahí empezamos a caminar sobre lajas enjabonadas.
Más si nos hacemos preguntas como:
¿Democracia significa lo mismo para el AMLO líder opositor que para el AMLO Presidente?

EL GRAN PODER PRESIDENCIAL…
“Lo verdaderamente importante es ser presidente de la república, pues desde la presidencia se decide todo; la vida del país; su poder es enorme; y desde allí cambiar lo que haya que cambiar; los diputados y senadores son para que apoyen todo lo que les enviemos…”
Esto se lo dijo AMLO en octubre del 2006 a un pequeño grupo de dirigentes del PRD que en ese momento lo acompañaban en una casa de campaña instalada frente a Palacio Nacional cuando lo del plantón Zócalo – Reforma.
(Anotación de Jesús Zambrano. El Financiero 09-04-2020).
O sea; ya en esta visión, AMLO sobreentiende que, en México, la mayoría legislativa es para apoyar incondicionalmente a la presidencia de la república.
Y lo cierto es que la tesis puede sostenerse: Democracia igual a gobierno de la mayoría…

LA LÓGICA DEL PODER…
Pero, eso sí, con una presidencia fuerte. Eso es claro en la concepción de AMLO.
“Su poder es enorme” decía en la carpa del zócalo en ese 2006, y agregaba que “desde allí (se puede) cambiar todo lo que haya que cambiar”.
Y una presidencia fuerte no puede expresarse y realizarse sin obstáculos si existen organismos autónomos que, en las prácticas normativas, constituyen valladares para el poder presidencial.
Vemos entonces que, en un movimiento lógico, toda presidencia fuerte tiende a disminuir o eliminar toda resistencia de los órganos normativos autónomos.
Entra pues, dentro de esa lógica, que el gobierno de la 4T haya nulificado a la CNDH, a la CRE y otras instancias normativas; que haya “colonizado” al TEPJF, sentado cabeza de playa en la SCJN y que tenga en capilla al INE, al IFAI, la COFECE etcétera.
Esa es la lógica de la presidencia fuerte que le sería imprescindible a Obrador para dejar bien cimentada su 4T…

IMPERATIVOS DE LA 4T…
Uno de los más inteligentes partidarios de AMLO y hábil defensor de su proyecto, Jorge Zepeda Patterson -buen periodista, escritor regularzón-, no ha dudado en aventarse varias machicuepas conceptuales -y morales- para sustentar esta tesis: para hacer posible sus elevados propósitos de erradicar la corrupción y la impunidad, de abatir la pobreza y la inequidad y de acotar la violencia y la inseguridad y de conseguir un sistema de salud como el de los países nórdicos, entre otras tantas cosas, se justifica, es inevitable que la 4T levite sobre reglas democráticas esenciales, que sencillamente ignore a veces las elementales normas del Estado de Derecho; la 4T se hace desde una presidencia fuerte o no se hará, es la tesis de Zepeda Patterson.
Pero ¿y los principios básicos de la democracia, apá…?
Bueno, ese es otro cantar.
Y ahí está el detalle.
Una cosa es entender la lógica del poder y otra estar de acuerdo con su aplicación.
Este ejercicio analítico es de comprensión: intentamos conocer la lógica de la presidencia fuerte, sus imperativos, su carácter.
Es la ciudadanía la que debe decidir si la lógica del poder de la 4T es necesaria, positiva y plausible para el país.
¿Cómo?
En las urnas, no hay de otra…

MILICIAS LEGISLATIVAS…
Aquí, en este ejercicio analítico, intentamos ver qué pasa, cómo pasa, porqué suceden las cosas como suceder las vemos.
Por lo pronto, queda claro, creemos, el carácter de la mayoría morenista en el Congreso.
En la práctica, son las milicias legislativas de la 4T, y fueron puestas ahí para cumplir al pie de de la letra las instrucciones de su jefe, el Presidente de la República.
Importante: de los 320 diputados y diputadas de MORENA y sus aliados en la cámara de diputados, 316 hacen su trabajo de obedecer al Presidente con todo el gusto del mundo (los otros 4 son los únicos que han expresado en tribuna alguna idea propia); y lo hacen con convicción, con orgullo, sin que nadie les ponga una pistola en el pecho, al contrario: lo hacen sintiéndose patriotas, demócratas, semihéroes, “juntos estamos haciendo historia”, sostienen ellos, muy orondos.
En cambio, para el anticuatroteísmo, son meros “borregos”.
Contrastes de la democracia a la mexicana…
Por algo, la democracia era, para una mente brillante como la de Jorge Luis Borges “un dudoso ejercicio de la estadística”.

EL DESENCANTO…
Aparte, en el mundo hay un desencanto de la democracia.
Lo cual ha generado situaciones propicias para el surgimiento de gobiernos autoritarios en Europa -Turquía, Polonia, Hungría-, y llevó a los Estados Unidos de Trump a su peor crisis institucional desde la Guerra de Secesión de 1863-67.
Latinoamérica no es la excepción.
La ultima medición del ánimo democrático en la región realizada por Latinobarometro en el 2018 es elocuente al respecto.
En Latinoamérica sólo el 48% de la población encuestada se decanta por la democracia, pero en México, apenas un 38% se declara defensor del régimen democrático.
De ahí tenemos que deducir que una presidencia fuerte como la de AMLO
no es mal vista por la mayoría de los mexicanos, a pesar de que tienda, en ocasiones, a vulnerar las reglas tradicionales de la democracia…

LA PRESIDENCIA IMPERIAL…
Además, una presidencia acotada por los contrapesos institucionales y la separación de poderes, como fueron las de Zedillo, Fox, Calderón y Peña Nieto es algo excéntrico, algo ajeno a nuestra tradición histórica, en la que el presidencialismo exacerbado fue una constante desde Santa Anna hasta Zedillo.
Juárez, Porfirio Díaz, Carranza, Obregón, Calles, Lázaro Cárdenas y sus sucesores todopoderosos del priato y su presidencia imperial, son paradigmáticos.
El presidencialismo mexicano y su poder acendrado y metaconstitucional fue siempre “lo normal” para nosotros, es algo sumamente arraigado en nuestra idiosincrasia.

EL SURESTE Y LA 4T…
De tal suerte que el estilo personal de gobernar de AMLO a través de una presidencia fuerte les cuadra a muchos mexicanos.
Ahí está la prueba en la suma de encuestas al cierre de febrero.
6.5 de la población encuestada aprueba la gestión del presidente Obrador.
Cierto, a la hora de calificar los resultados en combate a la corrupción, economía, salud, seguridad, empleo, etcétera, las cifras varían.
41% percibe que la corrupción sigue igual.
44% opina que el rumbo del país no es el correcto.
43% de los que votaron por AMLO se declaran decepcionados en ciertos aspectos.
Pero esos mismos ciudadanos le dan un respaldo del 6.5 al Presidente.
Por regiones, es en el sureste en donde Andrés Manuel mayor respaldo recibe: 7 de cada diez se declaran satisfechos de lo alcanzado hasta ahora por la 4T…

LA CASI UNANIMIDAD…
Resumiendo, resulta claro que una mayoría de mexicanos sigue manifestando su aprobación constante al Presidente.
Y sus programas emblemáticos son casi unánimemente apreciados:
Pensiones a discapacitados recibe 92% de aprobación.
Sembrando Vida 91%.
Jóvenes escribiendo el futuro 89%.
Jóvenes construyendo el futuro 86%.
Pensiones a adultos mayores 85%.
Becas Benito Juárez 83%.
Microcréditos a empresas familiares 80%.
Como se puede observar, si bien los resultados de la 4T son cuestionados por un lado, por otro, la aprobación al Presidente y sus programas consentidos sigue siendo elevada.
Sobre este piso hemos de analizar los posibles escenarios electorales de junio…

La crisis de hoy es el chiste de mañana.
H.G. Wells.

Compartir: