Mascarriel
*2021: bienvenidos al año de Sísifo… *Tabasco: la buena, la mala y el sainete… Mario Ibarra Hace un año repartíamos parabienes y deseos de felicidad como siempre: con la remozada esperanza que trae el año nuevo. Para eso el hombre ha inventado los calendarios, entre otras cosas: para dotarse de la ilusión de que los […]
18 de enero de 2021

*2021: bienvenidos al año de Sísifo…
*Tabasco: la buena, la mala y el sainete…

Mario Ibarra
Hace un año repartíamos parabienes y deseos de felicidad como siempre: con la remozada esperanza que trae el año nuevo.
Para eso el hombre ha inventado los calendarios, entre otras cosas: para dotarse de la ilusión de que los rituales del tiempo lo rejuvenecen o, al menos, lo sanan y lo fortifican.
Hace un año ya sabíamos que allá en China (“¡en el otro lado del mundo!”, decían nuestros padres) un nuevo virus, de la cepa covid, se había manifestado, pero hasta ahí.
Aquí en cuenta. Para nada.
Pero ya vemos lo que pasó y lo que está pasando.
Por eso este año es diferente, para qué negarlo.
Nuestros parabienes y buenos deseos los hemos repartido con la amarga conciencia y la pesadumbre innegable de que será un año difícil -acaso más que el 2020-, para la humanidad, para las naciones y para México.
Pero todos somos Sísifo: reemprendamos entonces nuestra tarea no como una condena, sino como un desafió, conscientes de que para eso estamos aquí: para empujar la piedra hasta la cima, interminablemente…

LA VACUNA…
En México el 2021 se vislumbra, a primera vista, como un año fatídico y funesto.
Antaño, nuestros abuelos solían pronosticar la temporada de lluvias de acuerdo a como llovía o no llovía en enero.
Mucha lluvia en enero era igual a mucha lluvia en el año, o al revés.
Si el cruento ataque del covid-19 en este enero nos estuviera señalando la característica del año, estaríamos desahuciados.
Este mes será el más cruel en muertes y el más numeroso en contagios desde que la pandemia nos llegó.
Sobre todo, porque el nivel de letalidad de nuestro país es de los más altos del mundo.
En tanto el índice de letalidad mundial es de 3 fallecidos por cada 100 casos confirmados de covid, en México ese índice se dispara a 10 fallecidos por cada 100 casos confirmados.
Pero ya llegó la vacuna…

Y LA VACUNACIÓN…
El presidente López Obrador ha dicho que a finales de año habremos logrado la “inmunidad de rebaño” cuando el 70% de la población haya sido ya vacunada.
Autoridades de salud que prefieren guardar al anonimato, me aseguran que, si bien nos va, la meta señalada por el Presidente para diciembre de este año, se estaría alcanzando por abril-mayo del próximo año…si bien nos va.
Y nos hacen cuentas: para sumar 90 millones de vacunas en un año, ha menester aplicar 250 mil vacunas diarias a lo largo y ancho del país, lo que equivale a inyectar una vacuna cada 26 segundos, lo que resulta, nos dicen los especialistas, prácticamente imposible.
Eso sin tomar en cuenta, subrayan, que las vacunas de Pfiser y de Astra-Séneca son a doble dosis, lo que sencillamente dobla el cálculo anterior; se tendrían que poner 500 mil vacunas diarias, es decir: una cada 13 segundos.
No contamos ni con el personal médico y paramédico, ni con el equipo de desplazamiento, ni con la capacidad instalada ni con el aparato operativo de logística para obrar tal milagro, me dicen mis informantes, quienes, se lo aseguro, son de alto nivel y 100% confiables.
La vacuna es una cosa y la campaña de vacunación es otra.
No nos confundamos.
Seamos cautos, pacientes y considerados.
No esperemos milagros.
No nos engañemos.
Sólo sepamos que, con la vacuna, podremos vencer al bicho.
Pero no le pongamos plazos a la guerra.
Y menos, plazos perentorios…

LA VIOLENCIA HOMICIDA…
Igual que sucedía con las lluvias de enero con nuestros abuelos, si este mes marcara la pauta respecto a la violencia asesina para el resto del año, 2021 sería el año con más homicidios violentos desde que se lleva su recuento estadístico.
Si del 1 de diciembre del 2018 al mismo mes del 2020 se contabilizaron 53 mil 87 homicidios dolosos en el país, de confirmarse la tendencia de los primeros 15 días de este mes, fatalmente estaríamos condenados a rebasar la cifra de 30 mil asesinatos en este año.
Lo más preocupante es que especialistas como Alejandro Hope, Eduardo Guerrero y Guillermo Valdez, advierten que será muy difícil no alcanzar esa cifra, con el agravante de que este año puede ser el más cruento en asesinatos de políticos y periodistas…

EL AMENAZANTE PANORAMA…
Pero no es sólo la violencia. Con dificultades podremos crecer en un 2% del PIB, siempre y cuando la economía de USA repunte, como afortunadamente parece que será.
Crecerá nuestra economía exportadora, pero el consumo interno, que se ha reducido en un 18%, continuará abatido. Tendremos, pues, menos empleo formal y peor pagado.
Si el año pasado el número de pobres aumentó en 14 millones, este año tendencia pude continuar, aunque no tan acentuada.
Los índices de inseguridad seguirán serán iguales o más altos que los el año pasado.
La Inversión Fija Bruta, que es la que determina la producción y el crecimiento, seguirá a la baja.
O sea: no crecerá la generación de riqueza y, por tanto, disminuirán los ingresos fiscales del Estado.
Es decir: este año gobierno de la 4T recibirá menos ingresos que en los 2 años anteriores, pues no se cumplirán las expectativas de captación contempladas en la ley de ingresos para el 2021.
PEMEX y CFE confirmarán que son una apuesta demasiado arriesgada y onerosa.
Su peso lastrante sobre el presupuesto federal se revelará insostenible conforme avance el año.
La virtual quiebra financiera de PEMEX puede ser motivo que las calificadoras le retiren a México el grado de inversión.
Como vemos, estamos frente a un panorama inocultablemente ominoso…

4T: PRUEBA DE FUEGO…
Por si algo faltara, vamos a tener problemas con Estados Unidos, concretamente con la nueva administración del presidente Biden.
La recuperación de nuestra economía (moderada y parcial como sería) depende de la de Estados Unidos.
Económicamente, estamos inextricablemente ligados con los gringos.
Por eso AMLO no tuvo otra opción más que cumplirle sus exigencias a Trump.
Por eso en cuanto este amenazó con romper el TLC se encendieron las alarmas en Palacio Nacional.
Por eso las celebraciones por la firma del nuevo TEMEC.
El asunto es que la relación de México con la nueva administración Biden ha
iniciado con el pie izquierdo.
(La más reciente: hacer público el expediente de la DEA del general Cienfuegos. Cierto: fue una invención de la agencia norteamericana. Así lo sostuvimos en este espacio desde la detención del general hasta su regreso a México. Pero hacer público el expediente y poner en evidencia internacional a la DEA, a la fiscalía y al Gran Jurado de Nueva York, es otra cosa. “Una provocación”, se han quejado ya los gringos)
Notoriamente, le hemos estados picando la cresta al gallo del inminente gobierno vecino, como si les estuviéramos buscando bronca.
En una de estas nos la compran…Y que Dios nos agarre confesados.
Pongamos que no llegue la sangre al río.
De todas maneras, con Biden las cosas serán muy diferentes de como han sido con Trump.
Es decir: serán más problemáticas; más rígidas, más exigentes en el cumplimiento a la letra de los acuerdos y compromisos mutuos y de las reglas del TEMEC.
Habrá desencuentros en temas de energía, ecología, derechos humanos, institucionalidad democrática, narcotráfico, inseguridad, violencia criminal etcétera. Al tiempo.
Será una prueba determinante para el gobierno de la 4T, de cuyo resultado mucho dependerá nuestra recuperación económica, así sea precaria y reducida en este año y el siguiente…

LA GRAN ELECCIÓN…
Y si compramos el circo, seguro nos crecen los enanos.
Para acabarla de amolar, con el temporal que amenaza tempestad, el país se embarca en un año electoral.
La mayor elección de su historia.
15 gubernaturas. 30 Congresos locales y la diputación federal. Mil 926 ayuntamientos en juego…Y el destino del país.
En el 2018, los 30 millones que le dieron el apabullante triunfo a MORENA votaron por el cambio.
Hartos de la corrupción y la impunidad, de la injusticia social y la violencia y de la inicua distribución de la riqueza, le compraron al hoy presidente Obrador la promesa de una transformación positiva.
Al cabo de 2 años y pico, el gobierno de la 4T ha puesto en claro el cómo, el qué y el por dónde del cambio que pretende.
Ha señalado con énfasis el rumbo y el método, el procedimiento y sus instrumentos.
Y ha conformado al país en dos bandos: los que están con la 4T y los que no.
“Conservadores” y “liberales”; los “fifís” y “el pueblo”, en los términos cuatroteístas.
En el 2018 se votó por el cambio o la continuidad.
El próximo 6 de junio de votará por el rumbo irreversible del país: se ratifica la senda señalada por la 4T o se le ordena un cambio de la dirección y del método…

CAMPAÑAS VIRTUALES…
Es una elección atípica: sin campañas masivas, sin marchas multitudinarias, sin mítines arrebatados.
Para MORENA la campaña de vacunación es clave. Así lo han entendido y así lo plantean.
Por supuesto, tratarán de sacarle toda la raja posible. Y se vale.
Pero el día de la elección sólo contarán los resultados.
Por todo lo anterior, es claro que no habrá lugar para el aburrimiento…

AIRES DEL TRÓPICO…
“Quien sabe como le vaya al resto de México con la 4T, pero seguro a Tabasco le ira bien”.
Tal hemos sostenido desde el arranque del actual gobierno.
Y los hechos han venido dándonos la razón.
Luego de 10 años continuos de decrecimiento de su PIB estatal (del 2009 al 2018 la economía tabasqueña perdió cerca del 40% de su valor agregado; una tragedia), en el 2019 su PIB registró un crecimiento anual del 2.1%, el cual se incrementó en el 2020 a un 2.4% ¡en plena devastación de la pandemia!
Por supuesto, es una recuperación mínima respecto al desastre económico de Tabasco, registrado, como decíamos, entre 2009 y 2018; lo importante es que se frenó la caída de la economía, iniciándose lo que se espera una etapa permanente de crecimiento.
Bien, para este año, en el rubro de gasto de inversión para entidades federativas, Tabasco recibirá la friolera de 121 mil 353 millones de pesos.
Mucho dinero. Más del doble del presupuesto anual del estado.
Esa es la buena.
La mala es que el 99.5% de ese dinero se canaliza a través de PEMEX, y que el 91% se destina a las obras de la refinería de Dos Bocas.
O sea: se trata de un gasto concentrado que, por lo mismo, restringe la derrama económica sobre la economía estatal.
El mayor porcentaje de esos 121 mil millones se irán en el suministro de materiales, equipo, tecnología, etcétera.
Dinero del que Tabasco no verá ni sus luces.
La derrama económica sobre la entidad caerá vía los empleos, los servicios (hoteles, restaurantes, etcétera) y el comercio y, sin duda, será factor decisivo para que el PIB tabasqueño crezca por tercer año consecutivo.
Una observación: nuestros corresponsales en aquellas pellicerianas latitudes nos informan que la contratación de mano de obra tabasqueña para los trabajos de construcción de la refinería no han sido los esperados, no en el volumen previsto, y que, respecto a la mano de obra calificada, que la hay en Tabasco y excelente, las empresas contratistas han preferido traer la suya propia, como siempre.
Pero si a nivel nacional este año electoral marcará la temperatura y su circo capturará el interés del respetable, los tabasqueños darán su función aparte. Como siempre.
Nuestros corresponsales reportan que ¡dos ex gobernadores y un excandidato a gobernador, priístas los tres!, se aprestan a competir por la presidencia Municipal de Centro, equivalente, diríase, a una vice gubernatura.
El ex gobernador Andrés Granier iría por el PRI; el otro ex, Manuel Andrade, competiría arropado por el PRD y Jesús Alí defendería los colores del MORENA.
¿Cómo la ven?
Por supuesto, una situación tal presenta una gran riqueza de símbolos y significados.
Sobre todo, si recordamos que el coordinador de la campaña de Manuel Andrade en el 2000 fue nada menos que el actual gobernador, Adán Augusto.
Tan interesante estaría el asunto que próximamente nos trasladaríamos a los pagos del presidente Obrador para reportear para usted, en vivo y en directo, tan llamativo sainete…

“Habíamos vivido la peor mentira de nuestras vidas; la fe se había esfumado y todo se había perdido”.
Maguib Mahfuz.

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