Mascarriel
*AMLO, el 2021 y “la madre de todas las batallas…” *Tabasqueños ante la adversidad: temple y carácter… Mario Ibarra Esto se acabó. Tranquilos. Nos referimos, claro, al 2020. Calma y nos amanecemos. Ahora a cruzar el puente Guadalupe – Reyes y, luego, a prepararnos para “la madre de todas las batallas”: la 4T y su […]
7 de diciembre de 2020

*AMLO, el 2021 y “la madre de todas las batallas…”
*Tabasqueños ante la adversidad: temple y carácter…

Mario Ibarra

Esto se acabó.
Tranquilos. Nos referimos, claro, al 2020.
Calma y nos amanecemos.
Ahora a cruzar el puente Guadalupe – Reyes y, luego, a prepararnos para “la madre de todas las batallas”: la 4T y su mariscal de campo, Andrés Manuel López Obrador, contra la realidad.
Encuentro de pronóstico reservado; y nada de máscara contra cabellera: la lucha es a vencer o morir; encuentro en la que la 4T se las juega de todas, todas; disputa cuyo trofeo es el rumbo de la nación mexicana, nada menos.
Como diría el inolvidable Germán Dehesa: “hayquir…”

LA MISTERIOSA LUNA DE MIEL…
Para lo que viene, el remate del “informe” del Presidente del pasado martes cae de epígrafe como ‘anillo al dedo’: “siete de cada diez mexicanos nos apoyan, con eso tenemos”, dijo.
Lógicamente, el mandatario tenía que asumir que existe la oposición a su gobierno, que es legítima, dijo, y que no es dable tratar de imponer “el pensamiento único”, subrayó.
Por cierto, algunos de sus críticos más recalcitrantes admitieron que, en esos párrafos, AMLO se mostró “conciliador, tolerante y democrático”, según escribieron varios de ellos.
Son los mismos analistas, columnistas, articulistas, académicos, líderes de opinión que no se explican cómo, al cabo de un año tan difícil, desastroso en algunos frentes, desventurado en otros, un año horrible (annus horribilis) en suma, el presidente Obrador reciba poco más de un 60% de aprobación.
No pueden entenderlo. Misterio.
Y es que, la verdad, no está fácil.
Es un asunto complejo, “multifactorial” -como les gusta decir a los analistas bisoños, que precisa de una mentalidad abierta y un esfuerzo honesto para más o menos encontrarle la cuadratura al círculo de esa conexión extraordinaria (“luna de miel” le decían antaño) entre AMLO y sus seguidores…

NÚMEROS ROJOS; ALTA APROBACIÓN…
Las cifras reales y las oficiales no son nada positivas:
-La economía caerá un 10% respecto al año pasado…
-Nos acercamos aceleradamente a los 70 mil homicidios dolosos en los 2 años de gobierno cuatroteista…
-El INEGI nos informa que cerramos el año con 11 millones de pobres más que los que teníamos hace un año, para sumar 54 millones en total…
-Arrancamos el próximo enero con un déficit de 750 mil empleos formales y 4 millones de empleos informales…
-Cerca de 500 mil empresas (Mipymes todas ellas) que cerraron, no reanudarán sus actividades…
-El crimen organizado sigue dominando porciones de territorios en varios estados de la república…
-Entre el ejército y la marina, han sostenido más 250 enfrentamientos de los llamados “incidente con uso de fuerza”, contra criminales y sicarios…
-La Guardia Nacional, por su parte, ha tenido en el mismo lapso más de 400 confrontaciones similares…
-A la fecha, se llevan contabilizadas 312 masacres…
-El promedio de asesinatos dolosos permanece en 3 mil mensuales: uno cada 15 minutos…
-Cerraremos el año con cerca de 120 mil muertos por covid-19 y más de 1 millón 10 y con tarjeta amarilla de parte de la Organización Mundial de la Salud…
-Etcétera, etcétera, etcétera…
Pero, en el promedio de encuestas serias, 62% de ciudadanos apoyan y aprueban al presidente López Obrador.
Así, desde ese ángulo y a primera vista, no se entiende, pero…

LA NARRATIVA…
El panorama debe verse también desde la otra perspectiva:
-Entre adultos mayores, jóvenes en capacitación, estudiantes, becarios, campesinos, sembradores de árboles, discapacitados etcétera, suman 23 millones de personas que reciben dinero a la mano de parte del gobierno a través de sus programas asistenciales…
-Asegura el Presidente que 7 de cada diez mexicanos reciben algún beneficio directo de su gobierno. Aunque no hay manera de comprobar estadísticamente tal afirmación, tampoco debe desecharse por más desmesurada que suene. Pongamos que no fueran 7 de cada 10: con 5 de cada diez ya serían un chingo…
-No ha habido una devaluación del peso, tampoco inflación y las finanzas del gobierno se mantienen ordenadas…
-El SAT le ha cobrado decenas de millones de pesos a los llamados “peces gordos” entre los causantes mayores, ello se ha publicitado muy bien y juan pueblo ha aplaudido a rabiar…
-El asunto de los Emilio Lozoya, las Rosario Robles, los Genaro García Luna, los Emilio Zebadúa -y la expectativa de que por ahí caiga un Videgaray o un Peña Nieto, entusiasma -y mucho, al respetable…
-El Aeropuerto cancelado, el tren maya, la refinería, el aumento salarial, el avión presidencial, Los Pinos, el Instituto para Devolverle al Pueblo lo Robado, la austeridad republicana, el Presidente en vuelos comerciales…
-El desmantelamiento del aparato de Estado del antiguo régimen ha sido eficaz, implacablemente desmantelado etc., etc., etc. …
Todo ello hilvanado en una narrativa permanente, ubicua, dinámica, de la cual las mañaneras son el amplificador cotidiano, explican en parte porqué, si AMLO fue elegido con el 54% de los votos, hoy reciba un 62% de aprobación.
La narrativa, el discurso, el relato, el contar incesantemente, una y mil veces la misma historia: “los conservadores, los malvados neoliberales, esto ya cambió, ahora si hay democracia, no somos iguales, eso sí calienta, el pueblo nunca se equivoca, la prensa corrupta, no al gobierno rico y pueblo pobre, pobreza, corrupción, inseguridad son herencia del pasado neoliberal, ya controlamos la pandemia, se acabó la corrupción, primero los pobres… El contacto permanente con su feligresía, el “diálogo” continuo, etcétera, no es una narrativa vacía, la nutren los hechos y ha calado en una mayoría de la población, que sigue creyendo en López Obrador, que sienten que verdaderamente son ellos, <>, los que mandan a través del Presidente. Están persuadidos de que el Poder son ellos…

LAS REALIDADES PARALELAS…
Ese es quid del asunto.
Hasta ahora, los resultados cuestionables, las cifras preocupantes, las estadísticas inquietantes, los hechos irrefutables, los datos duros que manejan los críticos de la 4T, no cuentan para ese 62% de ciudadanos que hoy aprueban la gestión presidencial y se identifican con ella y están convencidos de que el Presidente ‘manda obedeciendo’.
Qué tan cierto es esto, no importa.
Su conexión emocional con AMLO está a su máximo nivel e intensidad.
Le creen al Presidente, y su narrativa de la 4T es para ellos la realidad. La única que importa.
En ese sentido, se puede hablar de “realidades paralelas”: la que llamamos la “realidad real”, verificable en datos, racionalmente sostenible en hechos y la realidad de la 4T y su narrativa que, partiendo de la “realidad real”, se despega de ella y se sostiene en el discurso de AMLO, en la ‘ciega lealtad’ a las catequesis mañaneras, en la fe hasta hoy inquebrantable en la figura presidencial.
Bajo este prisma, se desvanece el supuesto ‘misterio’ de la popularidad del Presidente.
Más aún: se vuelve razonablemente entendible: quienes votaron por él hace dos años y medio se sienten recompensados y exitosos y contentos.
Y no solo eso: 10% más de ciudadanos se les han unido en la aprobación y apoyo a López Obrador…

EL RITUAL Y LA FE…
Desde luego, el mensaje del ‘informe’ del martes pasado no podía ser otra cosa que la reiteración de la narrativa hilada cada mañanera: “la 4T ya es; el cambio ya está aquí; México es un país mejor; vamos hacia un futuro esplendido y esplendente…
Como todo gobierno que se respete, el de AMLO urde su propio panegírico. Se le llama hacer política.
Claro: el evento no fue un informe propiamente dicho: fue un acto celebratorio, un ritual eminentemente político de reafirmación, de convicción contundente, de fe en los propósitos y las palabras del Presidente…

LOS DOS MÉXICOS…
“Realidades paralelas…”
¿Dos mundos distintos…?
Ponga usted que no tanto, pero sí dos México diferentes percibidos por dos partes de compatriotas sensiblemente distantes y políticamente polarizados…pero compatriotas ellos, mexicanos todos. No se olvide.
Por supuesto, la versión de la 4T, la narrativa en voz del Presidente tiene mucha más fuerza, difusión y alcance que la narrativa opuesta.
Usualmente, una democracia le da dos años a un nuevo gobierno para rendir resultados positivos.
Las circunstancias de un ‘annus horribilis’ y el tan peculiar liderazgo de Obrador alargan ese plazo.
Pero no por mucho.
El 2021 es el año decisivo….

LA IMPERIOSA REALIDAD…
A ver, a ver… ¿cómo está eso…?
Si el presidente camina con un 62% de aprobación a su persona y a su gestión ¿qué sería lo que pudiera descarrilar a la 4T?
Si la conexión emocional entre Obrador y sus seguidores, que son mayoría, es tan acérrima ¿qué podría oponérseles?
Si las cifras reales, los datos duros y los hechos evidentes le hacen a la 4T lo que el viento a Juárez ¿qué podría interponérsele a su hasta ahora meteórica trayectoria?
La realidad, nada menos. La realidad… Y las decisiones equivocadas, los errores de cálculo, la sobreestimación de las propias capacidades, los diagnósticos errados, la intemperancia, la soberbia (si está usted pensando en un López-Gatell, es cosa suya) que exhiben los extremistas de la 4T; y la realidad; la terca, la indomable, la imperiosa realidad…

SIN “GUARDADITOS…”
De tal suerte que la confrontación 4T vs Realidad es irrevocable.
Esto así porque en los dos años anteriores, todo ha estado a favor del cuatroteísmo.
En lo económico y financiero, a pesar de no generar los recursos suficientes, el actual gobierno ha podido caminar y ejecutar sus proyectos mayores.
Esto así porque se ha financiado con los ahorros heredados, como los fondos para las emergencias financieras y de los guardaditos de los gobiernos anteriores, como los fideicomisos.
Esos recursos se agotaron. Para el próximo año ya no habrá guardaditos, ni siquiera del Banco de México, dada la cotización del peso frente al dólar.
PEMEX y CFE se convertirán en lastres fatídicos, amenazando con hundir a todo el navío de la 4T.
Por la baja en la producción, los precios castigados del crudo y la paridad del peso frente al dólar, la renta petrolera será apenas del 50% o 60% respecto a lo presupuestado.
En suma, en la Secretaría de Hacienda de don Arturo Herrera se las verán negras, negrísimas. Y si falla la lana, empieza a fallar todo. Al tiempo…

6 DE JUNIO…
En lo político también se acotarán los espacios y se reducirá la capacidad de maniobra.
Hasta ahora, en todo lo que no se podido avanzar (salud, educación, seguridad, corrupción, empleo, ingresos fiscales, homicidios dolosos, poder del narco etcétera) la responsabilidad toda -y toda es toda- se le ha cargado al pasado.
Se vale. Y ha funcionado.
Pero ha partir del tercer año funcionará menos cada día.
De ahí que las elecciones del 6 de junio serán determinantes para la 4T, para AMLO y para el país…

POPULARIDAD NO ES GARANTÍA…
¿Y de qué se preocupan? Con ese 62% de apoyo al Presidente, tienen desde ahora el triunfo en la bolsa, diría uno de esos analistas amateurs que infestan las redes.
Pero he aquí que el asunto no funciona así.
La aprobación para AMLO no es la de MORENA, el apoyo al Presidente no se le traslada por osmosis inversa a su partido.
Y a la hora de la hora, el votante mexicano suele actuar de manera un tanto impredecible.
Sólo para poner un ejemplo: ¿quién esperaba esos 30 millones de votos, 54% del total, para Andrés Manuel hace dos años y medio.
Nadie. Ni él mismo.
Ahora, en otro orden de ideas, tómese en cuenta de que tanto Fox como Calderón, al arrancar su tercer año, tenían el mismo nivel de aprobación que hoy tiene Obrador.
No obstante, el PAN (y ellos también, claro), perdieron las elecciones intermedias.
Mientras Peña Nieto, con un nivel de aprobación ya muy mermado tras Ayotzinapa y la Casa Blanca ¡ganó sus intermedias!
Es decir: la popularidad del Presidente y su alto nivel de aprobación, no garantizan per se el triunfo de Morena dentro de seis meses…

LAS ENCUESTAS…
Las mismas encuestas que informan sobre el sólido apoyo a Obrador, nos dicen que, en este momento, 16% de votantes sufragarían por el PRI; 17% por el PAN; 4% por el PRD y 3% por MC.
Morena, que en febrero del 2019 tenía un apoyo del 52%, hoy apenas alcanza el 32%; 20 puntos menos; PVEM mantiene su votación en 4%, lo mismo que el PT.
Si hoy fueran las elecciones y compitieran en alianza PRI, PAN, PRD y MC, alcanzarían el 40% de los votos.
Misma cifra que sumarian Morena, PVEM y PT. Empate.
Pero atención: esa votación se refiere al 60% del padrón; el restante 40% se declara apartidista y no sabe aún por qué partido votará.
Los candidatos serán decisivos.
Y quien más claro tiene este panorama es el presidente López Obrador…

AIRES DEL TRÓPICO…
Hay que reconocerle a los tabasqueños, el aguante, la fortaleza de animo y el magnífico talante para enfrentar los desafíos de la naturaleza con agallas, con arrojo, con un espíritu de lucha a toda prueba.
Nos dirían por ahí que, tratándose de las grandes inundaciones, los paisanos del Presidente “están acostumbrados”.
NI cómo broma puede tal aseveración aceptarse.
Nadie se acostumbra a permanecer semanas y hasta dos o tres meses con el agua hasta las rodillas en el corredor o la sala de sus casas.
No es pues “costumbre”.
La feracidad del trópico transmite su savia al tabasqueño; lo extremado del clima forja su carácter.
Como los manglares de sus humedales, se doblan, pero no se quiebran.
Ahí los tiene usted, de nuevo bajo el agobio del temporal del norte.
Merecen toda la ayuda que el resto de los mexicanos podamos acercarles.

“Nuestros padres, abuelos, bisabuelos, no conocían el daño que hacían a nuestro planeta. Nosotros sí.”
Carlos Tello Díaz.

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